MUJER / La idea de los paritorios surgió de su propia experiencia como madres
Dos arquitectas españolas reciben un premio internacional por su diseño de paritorios
Un paritorio mucho más acogedor con la mujer, más parecido a una habitación de hotel que a un quirófano, se ha llevado un premio internacional de diseño. Hablamos con una de sus autoras.
Si el sector del periodismo ha sufrido la crisis, qué decir de los arquitectos: tras el boom inmobiliario, ellos también han tenido que reconvertirse o idear nuevas ideas de negocio. Por eso alegra doblemente el premio conseguido por estas arquitectas españolas, las integrantes del estudio Parra-Müller. Y nos alegra doblemente por ser mujeres y por haber diseñado algo que es un nicho de mercado y que está muy relacionado con el género femenino: los paritorios.
Porque ellas han desdeñado definitivamente aquello de “parirás con dolor”, creando un espacio que nada tiene que ver con un quirófano, al menos en apariencia, y que está pensando para su bienestar, el del bebé y por supuesto, para el trabajo de los profesionales de la medicina.
Marta Parra y Angela Müller recogieron su premio, el internacional IIDA, algo así como el Óscar del diseño en el ámbito sanitario, en Chicago, por su proyecto del paritorio en el Hospital Universitario HM Nuevo Belén de Madrid. “Llevamos años escuchando a las mujeres y sus historias de parto, diferentes pero con ejes comunes. Las necesidades de las mujeres no están en la hoja de ruta de la vanguardia arquitectónica”, comenta Parra.
La idea surgió de su propia experiencia como madres
La idea de los paritorios surgió de su propia experiencia como madres: empezaron a viajar por Europa para ver qué se estaba haciendo fuera: “El entorno debía facilitar el parto y el nacimiento y claramente el modelo “tradicional” con paritorio con potro en el centro y mujer abierta de piernas, no lo hacía”, aclara. Y añade: “Los paritorios de antes (desgraciadamente aún hay muchos así), son como quirófanos, ambiente quirófano, es decir, la sensación era de estar casi en peligro, pues se necesitaba todo ese aparataje y personas para salvarte la vida y la de tu bebé en cualquier momento. Es un ambiente que genera mucho estrés, no tranquiliza, hace frío, no tienes tus cosas, estás en una posición de sumisión, no te puedes mover...”.
El Ministerio de Sanidad fue uno de los primeros en confiar en ellas: “Nos encargó un estudio acerca de los espacios de las maternidades, que se plasmó en un documento: Arquitectura Integral de Maternidades. Era el primer acercamiento al tema en castellano”, comenta.
Una vez elaborado el documento, lo presentaron en varios hospitales. “HM Hospitales entendió la potencia de la propuesta y apostó por ella. Desde entonces, son ya varios los hospitales que han modificado su zona de partos, no sólo en la decoración, sino en la distribución de estancias, etc”, explica.
Este paritorio no es más caro que el convencional
Pero, ¿resulta más costoso este entorno que uno tradicional? “Francamente, no. Nuestras propuestas no necesitan de un exceso de equipamiento médico de alta tecnología, más bien al revés, creemos que es posible conseguir buenos resultados con pocos y pensados elementos”, detalla Parra.
No queremos hablar en este artículo solo del diseño, sino de la experiencia de mujeres que han utilizado estos nuevos paritorios: “Las mujeres nos contactan, nos mandan fotos de su parto, nos escriben sobre cómo se sintieron, quieren que contemos con ellas si en algún momento pueden sernos útiles. Y todas coinciden en las mismas sensaciones de calma, de confort, de “oasis”. Pero las arquitectas no tienen solo un feedback basado en sensaciones, sino que apuntan datos: en la Unidad de Parto Normal de Nuevo Belén, la tasa de cesáreas es tres veces menor que en el resto del hospital: “Pero es que, por ejemplo la episiotomía baja del 90% que hay en el resto, a aproximadamente un 10% en esta unidad, lo que nos confirma nuestra hipótesis de que el espacio importa”, finaliza.
Actualmente, las arquitectas están trabajando en un pabellón para el Hospital Oncológico de Día en Aranda de Duero, donde han introducido criterios de sostenibilidad y salubridad en materiales y sistemas constructivos, para conseguir el primer edificio sanitario altamente sostenible, saludable y confortable.