FEMINISMO / Woody Allen es el cineasta más libre, independiente y privilegiado que ha tenido jamás el cine norteamericano
Caso Allen: a favor y en contra
La última en abandonar a Woody Allen ha sido Kate Winslet, protagonista de Wonder Wheel. Lo hizo en los London Critics’ Circle. Sin dar un solo nombre, manifestó que tiene “remordimientos amargos por las malas decisiones” de trabajar con ciertos cineastas. Y dijo más: “Hay directores, productores y hombres de poder que han sido galardonados y aplaudidos durante décadas por su trabajo tan respetado tanto por la industria como por los cinéfilos. Me ha quedado claro que al no decir nada podría estar aumentando la angustia de muchas mujeres y hombres valientes”.
La hija de Woody Allen, Dylan, ha vuelto a acusarlo de haber abusado de ella cuando solo tenía 7 años, una acusación gravísima
Wood Allen es el cineasta más libre, independiente y privilegiado que ha tenido jamás el cine norteamericano. Siempre ha conseguido financiación para hacer una película anual, nada menos que desde 1969. Jamás ha rodado un encargo, ha escrito lo que le ha dado la gana. Pero Allen, un tipo metódico, de vida rutinaria y corriente y que disfruta más escribiendo en su austera habitación que en un rodaje, forma parte de las páginas más amarillistas de Hollywood. Y lo hace desde 1992, cuando se destapó su romance con Soon-Yi Previn. Ahora su hija Dylan vuelve a acusarlo de haber abusado de ella cuando solo tenía 7 años, una acusación gravísima.
Muchos periodistas ya se están adelantando a los acontecimientos y hacen de pitonisas escribiendo que este es el fin de la carrera de Allen. El cineasta tiene ya 82 años, mucha carrera no le queda y resulta un poco melodramática tal aseveración, pero quizás estén en lo cierto y de ésta no se libre. Y más tal y como están los ánimos en Hollywood tras el caso Weinstein. De hecho, Amazon Studios, productores de su nueva película, evalúan la posibilidad de no estrenar el film. Hay quien ya habla de un sentimiento “anti Allen” en la compañía. ¿Pueden hacerlo? Por dinero no hay problema, la multinacional puede permitirse ese lujo. Por contrato (Allen ha firmado que su película debe estrenarse) se resolvería con una llamada al agente de Allen y una nueva negociación. Posiblemente con más dinero.
La diferencia de edad no le pillaba de nuevas a Mia Farrow, que se casó con Frank Sinatra cuando él tenía 50 años y ella 21
En los últimos días, y recordando aquel 1992, estamos leyendo que Allen se fugó con su hija adoptiva. No es correcto, la adoptó Mia Farrow. Tampoco vivieron bajo el mismo techo y no era una menor, sino mayor de edad. Soon-Yi era la hija adoptiva de Farrow y el pianista André Previn, al que siempre ha considerado su padre. Lejos de ser una aventura, se casaron cinco años después y tienen dos hijas. Por cierto: la diferencia de edad no le pillaba de nuevas a Mia Farrow, que se casó con Frank Sinatra en 1966, cuando él tenía 50 años y ella 21.
El caso de los supuestos abusos de Allen nunca fue a juicio. La policía de Connecticut abrió una investigación de seis meses y en ella participaron expertos del Hospital de Yale-New Haven. El juez decidió que las pruebas aportadas por el examen médico no eran concluyentes y el caso se cerró. Nunca llegó a un tribunal.
¿Quién está a favor de condenar públicamente a Woody Allen y quién está en contra? Hagamos un repaso:
A favor:
Dylan Farrow: la hija de Allen y Mia lo acusa de haberla sometido a abusos sexuales cuando era niña. “Soy creíble y estoy diciendo la verdad, y pienso que es importante que la gente se dé cuenta de que una víctima, una acusadora, importa. Y que es suficiente para que cambien las cosas”.
"El silencio de los periodistas no está simplemente mal. Es peligroso. Manda un mensaje sobre qué temas cerramos los ojos"
Ronan Farrow: se supone que es el hijo de Allen y Mia, pero Farrow y Sinatra tuvieron relaciones cinco años antes de separarse del director. Ella tenía 42 y Sinatra 71. Cualquiera que vea una foto de Ronan puede atar cabos. Sobre su presunto padre, Ronan ha dicho: “El silencio de los periodistas no está simplemente mal. Es peligroso. Manda un mensaje sobre nuestra sociedad, sobre qué temas cerramos los ojos, a quién ignoramos, quién cuenta y quién no”.
Mira Sorvino: También implicada en el escándalo Weisntein, ganó un Oscar gracias a Poderosa Afrodita, de Allen. Sobre el caso ha dicho (en un carta de apoyo a Dylan): “Confieso que en el tiempo que trabajé para Allen era una ingenua joven actriz. Me tragué el retrato mediático de tus alegaciones de abuso contra tu padre como el fruto de una retorcida batalla de custodia entre Mia Farrow y él, y no profundicé más en la situación, por lo cual estoy terriblemente arrepentida”.
Timothée Chalamet: joven actor de moda por Call Me By Your Name y que tiene un papel en A Rainy Day in New York, la nueva peli de Allen. Esto es lo que publicó en su Instagram: “No quiero dinero de mi trabajo en el film, y con ese fin, voy a donar mi salario completo a tres organizaciones: Time’s up, el centro LGBT de Nueva York y RAINN. Quiero ser digno de estar codo con codo con los valientes artistas que están luchando para que toda la gente sea tratada con el respeto y la dignidad que se merecen”. Como Chalamet, Natalie Portman, Reese Witherspoon, Jessica Chastain, Rebeca Hall, Ellen Page y Greta Gerwig defienden la versión de Dylan. En España Javier Bardem, Penélope Cruz (Oscar por Vicky Cristina Barcelona) y Antonio Banderas no se han pronunciado. Los tres han trabajado con Allen.
Plataforma Feminista de Asturias: pide que sea retirada la estatua de bronce de Woody Allen emplazada en la calle de las Milicias Nacionales en Oviedo. La estatua fue inaugurada en 2003 como homenaje por las bellas palabras que el director dedicó a la ciudad. Para las feministas asturianas “no es digno de ser homenajeado”.
En contra:
Woody Allen: En su comunicado, ha escrito: “Aunque la familia Farrow está cínicamente usando la oportunidad brindada por el movimiento Time's Up para repetir esta denuncia desacreditada, eso no la torna más verdadera hoy que en el pasado. Nunca abusé de mi hija, como concluyeron todas las investigaciones hace un cuarto de siglo”.
Moses Farrow: el hijastro de Allen y Farrow eligió quedarse con su madre cuando tenía 15 años, pero harto de Mia volvió a su padre. En declaraciones a la revista People dijo: “Por supuesto que Woody nunca abusó de mi hermana. Ella le quería y esperaba con ganas que él nos visitara. Dylan nunca se escondió de mi padre hasta que nuestra madre logró crear un ambiente de miedo y odio hacia él”.
“Woody Allen fue investigado por dos estados y no se presentaron cargos. Renunciar a él y a su trabajo, sin duda, tiene un propósito"
Alec Baldwin: es de los pocos en Hollywood que han tenido arrojo de defender públicamente a Allen. Nadie se quiere mojar, hay miedo. Baldwin lo ha hecho en estos términos: “Allen fue investigado por dos estados y no se presentaron cargos. Renunciar a él y a su trabajo, sin duda, tiene un propósito. Pero me parece injusto y triste. He trabajado con él en tres ocasiones y fue uno de los privilegios de mi carrera. ¿Es posible apoyar a los supervivientes de la pedofilia y de abusos y acosos sexuales y, al mismo tiempo, creer que Allen es inocente? Así lo creo”.
Diane Keaton: gran amiga y gran amor del pasado. Hace cuatro años dijo que Dylan sólo buscaba salir en las revistas. También que “cada vez tengo más claro que tienen que meter a alguien más en ese lío. ¿A quién más van a meter? A mí no. No pienso seguir aumentando el rumor. No voy a decir nada más al respecto, yo creo a mi amigo”. Recientemente, Keaton ha escrito en su cuenta de Twitter: “Woody Allen es mi amigo y continúo creyendo en él”. Otras mujeres del mundo de espectáculo en el lado de Allen son Scarlett Johansson, Barbara Walters, Blake Lively y Miley Cyrus.
Sonia Grande: diseñadora de vestuario (10 veces nominada a los Goya), amiga de Allen y que ha trabajado para él en Vicky Cristina Barcelona, Midnight in Paris, A Roma con amor y en Magia a la luz de la luna. En declaraciones a cuartopoder.es, Grande ha declarado: “Estoy indignada porque a una persona tan generosa, divertida y genial no se le conceda ni el beneficio de la duda. Como Alec Baldwin, pienso que trabajar con Woody ha sido una de las cosas que me hace sentir más orgullosa de toda mi carrera. Ahora “las brujas de Salem de Hollywood” quieren más sangre y allí están como inquisidoras, con Oprah Winfrey de directora del aquelarre. ¡Menuda pandilla de puritanas! Cuando se hace una acusación muchos años después, cuando en algunos sistemas legales los actos están prescritos y no se puede decidir nada en los tribunales, denuncias en Twitter o Facebook se toman como verdad sin posibilidad de dudar de esa veracidad. Y sin que se permita ningún margen de defensa por la persona acusada. Si se atreve a decir que la acusación es falsa, se le tilda de canalla, igual que a quien plantea dudas sobre todo esto”.
Y Grande va más allá: “Me parece todo muy preocupante y me hace preguntarme qué está juzgando realmente la sociedad. La desoladora llegada de la caza de brujas, ya anunciada por el señor Allen. Esas tremendas cuáqueras de alfombra roja enfundadas de luto negro riguroso, las hipócritas de Chopard y Moët & Chandon ya han encendido las hogueras para linchar al “monstruo”. De nada sirve que hace 25 años fuera absuelto después de una rigurosa investigación de meses realizada por dos Estados, ¡las hogueras están listas!”.
Estos son los bandos, ahora ustedes deciden.
Una caza de brujas iniciada, probablemente, para lanzar la candidatura a la presidencia de la María Teresa Campos americana, por el narcisista ambicioso Ronan Farrow, que de paso aprovecha para hacer vendettas personales. Y las estrellas millonarias del feminismo de género, señalando culpables como las niñas posesas de Salem.