Sabemos lo que es la farfolla: lo que se quita para descubrir la mazorca del maíz, o lo inservible, lo fatuo, lo sobrante. Pues en eso parece estar embarcado el Ministerio de Fomento, según lo recién hablado y planteado esta misma semana en la reunión ministerial comunitaria del ramo de transportes celebrada en Zaragoza.
Allí, la postura oficial ha considerado del mismo nivel de importancia las futuras –futurísimas, diría yo– conexiones ferroviarias para mercancías a lo largo de la costa Mediterránea para conectar Francia y Marruecos a través del Pirineo central. Son los llamados ferrocarriles del Arco Mediterráneo y de la Travesía Central Pirenaica (TCP).
Sorpresa: ambas opciones son las preferidas en las conclusiones de la reunión ministerial, según lea uno los diarios de Barcelona, Valencia y Murcia, o se informe en los de Aragón. Ambas son inversiones a largo plazo, con horizonte 2025 o 2050, con unos presupuestos todavía ni pergeñados pero que alcanzarán fácilmente la decena de miles de millones de euros. Ambas buscan también facilitar y potenciar el tráfico ferroviario de mercancías desde Algeciras hasta Hamburgo, Copenhague y Estocolmo.
Y ambas son también, a día de hoy y de mañana, en la sima económica en que está Europa, brindis al sol sin ningún viso de pasar del mero estado enunciativo. No es malo que se planifique, entiéndaseme, la manera de racionalizar sosteniblemente el paso de mercancías por toda Europa en detrimento del caro y contaminante transporte por carretera.
No, no es eso. El problema es que esas apuestas de macroinversiones de futuro largo hacen olvidar o, al menos, tapan convenientemente otra que costaría apenas un pellizco de cada una de ellas, que estaría operativa en menos de un lustro, que articularía perfectamente buena parte de aquel gran tráfico y serviría de dinamizador socioeconómico para dos porciones de territorio y población española y francesa: el centro norte peninsular y el centro sur galo: el Canfranero, la línea de ferrocarril que une Aragón con el Bearn y que está en desuso desde 1970 a causa de un accidente.
Es un tema recurrente aquí, pero sorprende que el ministerio de José Blanco se plantee ricamente esa Travesía Central Pirenaica, cuyo simple enunciado despierta tantísimas resistencias y protestas en el lado francés, y aparente ignorar que el Canfranero cumpliría un papel importante en la revitalización de ambos lados del Pirineo dinamizando el tráfico de mercancías con una inversión ridícula si se la compara con la que exigiría la TCP.
Se puede entender que los estados de la Unión Europea piensen en invertir diez mil millones de euros en la construcción desde cero del ferrocarril de mercancías del Arco Mediterráneo, con las salvedades y condicionantes que en su momento se plantearían, como opción de futuro a largo plazo. Pero no se entiende que el Ministerio de Fomento español ni siquiera considere con su contraparte francesa la reapertura del Canfranero, como reclaman plataformas ciudadanas e industriales a ambos lados del Pirineo.
En vez de eso, Fomento parece avanzar otro megaproyecto, la TCP, para 2050 con un túnel de 40 kilómetros que atraviese la cordillera y cuyo coste sería veinte veces mayor que el de reabrir el túnel ferroviario de Somport y poner en marcha el Canfranero. Decididamente, lo que gusta es la farfolla.
Hola, escribo desde Zaragoza y me gustaría hacer un par de puntualizaciones a la información.
La primera es que,no sé como será en la prensa levantina, pero en Aragón todos sabemos que el proyecto preferido de Fomento es el mediterraneo. Nuestro pecado es el de siempre: ser sólo millón y medio de personas.
La segunda es que por las informaciones que he leído la TCP costaría unos 8 o 9 mil millones de euros mientras que la mediterraneo 45.000 millones. Notable diferencia.
Y la tercera es que en Aragón nunca nos hemos olvidado del Canfranero. Y aunque se prefiera la TCP, visto el largo plazo, se habla de reabrirlo. Y para ambos proyectos se cuenta con apoyos, aunque pequeños, del otro lado de los Pirineos.
Ya sé que es muy prepotente hablar en nombre de Aragón, solamente quiero mostrar cual creo que es la oponión mayoritaría aquí.
David, mira este enlace, que corrobora el artículo (http://www.heraldo.es/noticias/aragon/bruselas_inicia_hoy_los_tramites_para_actualizar_sus_redes_transeuropeas.html) y ni habla del Canfranero, que costaría apenas 300 millones para ser reabierto, Además, si te pasas por la zona de Gavarnie verás que no quieren ni hoy hablar del famoso túnel bajo el Vignemale
En este otro artículo puede verse que el canfranero está siendo estudiado: http://www.heraldo.es/noticias/los_estudios_para_reapertura_del_canfranc_costaran_850_000_euros.html
Y aunque desconozco los apoyos de cada lugar concreto para la TCP es innegable que ha habido apoyo institucional numerosas veces.
http://www.heraldo.es/noticias/respaldo_internacional_para_travesia_central_pirenaica.html
http://www.heraldo.es/noticias/aragon/apoyo_sin_precendentes_tcp.html
A parte de la farfolla y la parte que corresponde al entretenimiento del personal, habría que tener en cuenta quienes son aquellos que viven de las obras públicas, que con lo que se va a ahorrar en sueldos y gasto social tienen que tener proyectos «cementeros» para seguir ganando dinero. Por cierto hablando de cemento y transporte: el nuevo aeropuerto de Murcia y el aval de 200 millones, si ocurre como en Ciudad Real, ¿la deuda será pública o privada?