Los retos ambientales que debemos abordar en 2021

El año que acaba de terminar lo recordaremos como el año de la pandemia. Cientos de miles de personas murieron en todo el mundo y la economía se paralizó por culpa del SARS-Cov-2. Al mismo tiempo, la crisis del coronavirus nos ha dejado varios aprendizajes sobre nuestros retos ambientales. Lo primero es que la degradación ambiental de ecosistemas dispara las pandemias. Lo segundo es que los países se han puesto en marcha para luchar por nuestra supervivencia, así que la comunidad internacional es capaz de batallar conjuntamente contra un peligro letal común. Y esto es precisamente de lo que trata el cambio climático.

Aquí mostramos una lista de aquellos retos relacionados con el cambio climático y el medioambiente para 2021:

La comunidad internacional tiene que aumentar sus compromisos

A nivel internacional, 2020 ha sido el año de las cumbres y los eventos cancelados. En lo que se refiere a los encuentros por el clima, la Cumbre de Glasgow, también conocida como COP26, ha tenido que retrasarse y se ha pospuesto para noviembre de este año. “El problema es que era la última gran cumbre antes del Acuerdo de París, que entra en funcionamiento este 2021”, señala Javier Andaluz, responsable de energía y clima en Ecologistas en Acción. Los países deberían haber presentado sus objetivos para no superar el 1,5º o 2º de temperatura global -y evitar así las peores consecuencias del cambio climático- antes del pasado 31 de diciembre. Vamos con retraso y además “los compromisos de los países más ricos se deberían triplicar o cuatriplicar” para evitar el desastre, añade Andaluz.

Los fondos europeos deben ser verdes

Los próximos meses serán clave para fondos que la UE destinará a sus países miembro para ayudar a paliar la crisis económica y social que ha provocado el covid-19. Sin embargo, las organizaciones ecologistas vigilarán que los 140.000 millones de euros para España se destinen a una “recuperación verde y justa”, señala Greenpeace. María José Caballero, directora de Campañas de la organización, incide en que el Gobierno debe “rechazar todos los proyectos basados en combustibles fósiles” y que se destinen los fondos a conseguir “ciudades más limpias, más cómodas y resilientes, a la movilidad sostenible y a evitar la despoblación rural”.

Un pacto mundial por la biodiversidad

“La humanidad está librando una guerra contra la naturaleza, y necesitamos reconstruir nuestra relación con ella”, señalaba en septiembre el secretario general de la ONU, António Guterres. Como alerta WWF, la destrucción directa de hábitats, la pérdida de biodiversidad, el tráfico de especies, la intensificación agrícola y ganadera “aumentan notablemente el riesgo de enfermedades infecciosas transmisibles al ser humano”. Este año se busca alcanzar un pacto mundial para proteger la biodiversidad, similar al Acuerdo de París con el cambio climático. El evento clave será la quinta sesión de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente que está prevista para febrero.

Una ley contra el cambio climáticos

España todavía no ha aprobado la Ley contra el Cambio Climático y Transición Energética para alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050. Es una promesa de los sucesivos gobiernos desde 2017, que todavía no se ha realizado, aunque España es uno de los países más vulnerables al cambio climático por su situación geográfica. Se espera que se apruebe de forma inminente ya que el Gobierno ha solicitado al Congreso habilitar el mes de enero para, entre otras cosas, aprobar dicha ley.

El Gobierno debería revisar sus objetivos al alza

El Gobierno de coalición ha reiterado su compromiso para batallar contra la emergencia climática, pero sus objetivos todavía son insuficientes, según los estándares marcados por los expertos. El Ejecutivo planea reducir sus emisiones de CO2 de aquí a 2030 un 23%, lejos del 55% mínimo que señala la comunidad científica como necesario para no superar el 1,5º de temperatura. El Gobierno ya ha aprobado la Estrategia a largo plazo para descarbonizar la economía de aquí a 2050, pero todavía falta aprobar el documento en el que deben figurar estos objetivos, el Plan Integrado de Energía y Clima (PNIEC). En esto precisamente se apoya la demanda interpuesta contra el Gobierno por Greenpeace, Ecologistas en Acción y Oxfam Intermón.

Reformar el mercado eléctrico

Otro de los grandes retos para lograr una transición energética justa sería “una reforma del mercado eléctrico, el impulso de las renovables y la autoproducción de energía renovable, así como su correcta planificación”, según Andaluz. Una reforma del mercado mayorista de la electricidad es necesaria para cumplir con los objetivos de descarbonización. Además, será clave prestar la suficiente atención a las comunidades energéticas -asociaciones, cooperativas o empresas que gestionan su propia energía de manera sostenible- en aras de democratizar el sistema. “Creemos que el Gobierno está yendo en la buena línea, pero aún le queda mucho impulso. Los grandes proyectos en renovables son fáciles de implementar, pero los pequeños consumidores y las comunidades energéticas están perdiendo la capacidad de unirse a ese marco de producción”, resume.

La lucha contra los plásticos

Mascarillas, guantes, bolsas... Este mal endémico con el que todos sabemos que hay que acabar, se ha disparado con la pandemia. Según las organizaciones ecologistas, la gestión de los residuos ha empeorado en el 2020. La legislación española de los plásticos se esperaba para finales del año pasado, pero los plazos se han retrasado. “Queremos una ley que ataje el problema de la generación de plásticos. No nos están contando la verdad de la recogida de plásticos. Necesitamos una norma que apueste por su reducción, reutilización y reparación”, indica Caballero.

Una movilidad más sostenible

Aquí otro de los grandes temas de 2021. Ya sabemos, por ejemplo, que la aviación es altamente contaminante. Algunos países de nuestro entorno estudian prohibir los vuelos cortos y sustituirlos por el tren. La pandemia además ha supuesto una reducción de las emisiones del dióxido de carbono de hasta el 8% en 2020, según investigadores del Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT), y no sería deseable regresar a los mismos niveles cuando acabe la crisis. Las ciudades españolas todavía tienen mucho que hacer para allanar el camino a una gran aliada para enfrentar el reto: la bicicleta.