El feminismo le planta cara a ‘La Manada’ y a la «justicia patriarcal»: «Yo sí te creo»

La indignación por el tratamiento hacia la víctima en el juicio a los cinco miembros de ‘la Manada’, que se desarrolla estos días, ha inundado las calles de Madrid. Literalmente. Cientos de mujeres se han concentrado este viernes frente al Ministerio de Justicia al grito de "jueces machistas, fuera del juzgado"o “yo sí te creo”, en referencia al cuestionamiento al que se le está sometiendo a la joven durante el proceso. La asistencia ha superado con creces las expectativas y se ha convertido en una manifestación que ha cruzado Gran Vía, ha parado en Sol y después ha continuado bajando por la calle Alcalá. La oleada de solidaridad se ha extendido hasta llegar a otras ciudades como Barcelona, Sevilla o Santiago.

Manada de dones talla Via Laietana #JusticiaPatriarcal pic.twitter.com/JCSSQsPR1E

— Sato Díaz (@JDSato) 17 de noviembre de 2017

“Esto no es un caso aislado, es parte de un sistema patriarcal y de la violencia machista a la que asistimos en todos los ámbitos de nuestra vida”, explica Sara Naila, del Movimiento Feminista de Madrid. Durante los últimos días estas mujeres han seguido con gran expectación (y estupor) cómo se cuestionaba, en su opinión, sistemáticamente a la víctima. La protesta se ha convocado con varios objetivos. El primero, acompañar a la joven y brindarle el apoyo del que a veces carecen los procesos judiciales. Pero también quieren dejar claro que el telón de fondo de este tipo de agresiones es el machismo. Por eso, entre la multitud sonaban lemas como "no quiero ser valiente, quiero ser libre" o "las calles las noches también son nuestras".

"Tranquila, hermana aquí está tu manada", coreaban las participantes adueñándose de nuevo de esa palabra que alude al grupo y a su fortaleza. Si hay un término que pueda definir esta concentración es, sin duda, sororidad, la solidaridad entre mujeres. Minutos antes de la hora de convocatoria que se había extendido por las redes, la concentración comenzaba a desbordarse en la acera. Mujeres, y algunos hombres jóvenes, han teñido de morado la calle San Bernardo gracias a pulseras, pendientes, bufandas u otras prendas de este color con el que han querido visibilizar su resistencia ante las embestidas del machismo. La vacuna contra los abusos patriarcales es feminismo y justicia.

El hecho de que la defensa contratase un detective privado para seguir a la víctima o que se haya incorporado a la causa una fotografía extraída de las redes sociales de la denunciante mandan un mensaje peligroso que esta concentración quiere combatir:  “No es a ella a quien se juzga”, recordaban las asistentes. Lourdes Hernández, presidenta del Foro contra la Violencia a las Mujeres, tiene claro por dónde hay que empezar para desmantelar la "justicia patriarcal" y que el machismo abandone las instituciones: “Los jueces, fiscales y trabajadores deben de formarse con perspectiva feminista”.

A pesar de que pasadas las 19 horas las organizadoras han avisado de que concluía la concentración, las asistentes han decidido continuar. Han avanzado hacia la Gran Vía, donde se ha parado el tráfico hasta llegar a Sol. Un grupo más pequeño ha bajado después por Alcalá. “Si ella dice no es violación” o “si no dice nada también es violación” han sido otras de las frases escuchadas con la intención de remarcar los límites del consentimiento.

El feminismo tampoco se olvida de las mujeres asesinadas por sus parejas, como lo fue Jessica Bravo, tiroteada por su excompañero delante de su hijo. Le había denunciado. Este tipo de casos vuelven insostenible la situación. Por eso, gritaban “no estamos todas, faltan las asesinadas" o “hasta que no me maten, no me van a creer”. Las asociaciones emplazan a las mujeres y a los hombres a manifestarse de nuevo en la próxima cita contra la violencia de género: el 25 de noviembre.