Alquiler de locales comerciales en Madrid: cómo está afectando el coronavirus
¿Cómo está afectando el estado de alarma a los alquileres en la capital del país? A grandes rasgos, se está produciendo una rebaja de las rentas, de las firmas de contratos y de las mudanzas. Como era de esperar, la crisis sanitaria ha resultado en un parón en las ventas y en las caídas de los precios. Y es que son muchos los expertos que advierten de la paralización de la compraventa de viviendas, ante una demanda que no puede salir de casa en medio de una cuarentena mundial. La paralización del sector es total.
Esta especie de nueva onda expansiva, afirman desde el diario Expansión, alcanzará pronto los precios y provocará inevitables caídas. En cuanto a la inversión, en un primer momento se paralizará, contribuyendo al abaratamiento de los inmuebles. Todavía sin ninguna medida de apoyo por parte del Gobierno para arrendadores y arrendatarios de locales comerciales, se espera que en esta semana se lancen medidas que alivien la presión que está sufriendo el mercado debido a la crisis originada por la pandemia.
El confinamiento tiene paralizada gran parte de la economía. En el caso del alquiler de locales en Madrid, la caída de precios en la venta de locales comerciales puede generar una bajada. Sí es cierto que el Gobierno baraja la idea de ayudar a los dueños de inmuebles, que supondría una compensación económica a cargo del Estado: “Sería progresiva en función de la cantidad de pisos o locales alquilados. En el caso de quienes tengan hasta dos inmuebles se compensaría el 100% del alquiler, mientras que los que posean más de 8 inmuebles recibirán un 5%.”
Esta medida, pues, no implicaría el aplazamiento sino como bien se afirma, la condonación de la deuda: el solicitante, autónomo o asalariado, no tendría que pagar más adelante el alquiler correspondiente al periodo en el que estuvo vigente el Estado de Alarma. Asimismo, el Ayuntamiento de Madrid, afirmó hace algunas semanas que considera que los “inmuebles destinados a los usos de ocio y hostelería comercial son de especial interés o utilidad municipal por circunstancias de empleo”. De esta manera, los autónomos y empresas madrileñas que se hayan visto afectadas por la epidemia tendrán derecho a una bonificación de la cuota íntegra del impuesto sobre los bienes de inmuebles (IBI) del 25%.
En cuanto a aquellos que estén interesados en el alquiler de locales para restaurantes o bares; la mayoría de los locales gastronómicos permanecen cerrados, pero gran parte de ellos siguen con el servicio ‘a puerta cerrada’ y con opción de delivery a domicilio. Los empresarios no dejan de reinventarse para poder adaptarse lo mejor posible a esta nueva realidad que ha cambiado las reglas del juego. Aunque los pedidos a domicilio no representen, siquiera, un 5% de las ventas regulares. Las tecnologías también están jugando un papel fundamental en esta nueva forma de sacar la máxima rentabilidad a este sector en medio de una circunstancia sin precedentes. Es el caso también de los pisos turísticos, que desde comienzos de marzo ve cómo se produce un trasvase de volumen de viviendas al mercado del alquiler residencial; lo que puede llevar sin duda a que se ‘subsane’ el problema de la oferta que hemos vivido en los últimos años.
En el sector empresarial los intereses son diferentes en cuanto al papel que juega cada compañía, propietario o inquilino. Es por ello que la respuesta por parte del Estado se ha hecho esperar, ya que las medidas se ajustarán a esta baraja tan difícil de ordenar. Fernando Encinar, Jefe de Estudios del portal inmobiliario Idealista, afirma que, en cuanto a la inversión, en un primer momento se paralizará, contribuyendo al abaratamiento de los inmuebles: “Es lógico pensar que tendremos una situación de recesión en la inversión.” Sin embargo, la vivienda puede convertirse en el refugio de muchos inversores, otra cosa es la demanda del ciudadano medio.
Con las inmobiliarias cerradas, la actividad ha quedado reducida a cero. Algunas compañías inmobiliarias están tomando decisiones por su cuenta, a modo de emergencia, promoviendo visitas virtuales a los establecimientos y también firmas de contratos telemáticas. Y es que la caída del tráfico de potenciales inquilinos traerá consigo una bajada de precios prolongada. El impacto dependerá, claro, de cuánto dure la crisis y las consecuencias inmediatas con la que nos encontremos una vez se de por finalizado el Estado de Alarma.
En este momento vivimos una fase de incertidumbre total y sin referentes previos, por lo que queda del año será impredecible. El primer semestre será negativo y podría traer consigo datos ya vistos en 2009. El segundo semestre dependerá, claro, de cómo y cuándo salgamos de la crisis o, al menos, del Estado de Alarma y cómo nos reajustemos a nuestra realidad más inmediata. Es difícil pensar que este escenario no vaya a afectar a los precios.