FJ Martín
El tiburón de Baltimore se ha convertido en el deportista olímpico mas laureado de todos los tiempos por encima de la gimnasta soviética Larisa Latynina (18 metales). Ayer sumó su 19ª medalla olímpica (15 Oros) en la prueba de relevos 4 x 200 metros estilo libre, con el equipo de EEUU.
El día comenzaba con expectación. La posibilidad de que Michael Phelps entrara en el Olimpo de los dioses era muy elevada y Londres no se lo quería perder. La prueba de 200 metros mariposa individual, su especialidad, resultó una sorpresa, -Phelps no perdía una final en esta modalidad desde 2002-. El nadador estadounidense “solo” pudo colgarse la plata en una carrera, en la que Chad Le Clos, contra todo pronóstico, le arrebató la victoria en un suspiro (5 centésimas).
Escasos minutos después de perder, Phelps competía en la prueba de los 4 x 200 estilo libre. A pesar de que estaba muy reciente la derrota del Tiburón, el equipo de Estados Unidos (Ryan Lochte, Conor Dwyer, Ricky Berens y Michael Phelps), decidió colocar a Michael en el último relevo y a Lochte al inicio. La estrategia funciono a la perfección y, en la primera fase de la carrera, Lochte sacó una ventaja importante sobre su rival, el francés Leveaux, algo que fue determinante para la consecución del oro.
Cuando Michael Phelps toco pared en el Centro Acuático de Londres se convertía, por primera vez en estos Juegos, en campeón olímpico. A la alegría de sumar un nuevo metal dorado a su palmarés, se añadía la de convertirse en inmortal. Con esta medalla, el nadador de Baltimore ha destrozado todas las marcas, récords y registros en olimpiadas.
Además de haber visto los 8 oros de Pekín 08 (400 m. estilos, 4 x 100 m. libres, 200 m. libres, 200 m. mariposa, 4 x 200 m. libres, 200 m. estilos, 100 m. mariposa y 4 x 100 m. estilos) y los 6 oros y 2 bronces de Atenas 04 (oro en 100 m. mariposa, 200 m. mariposa, 200 m. estilos, 400 m. estilos, 4 x 200 m. libres, 4 x 100 m. estilos, y bronce en 200 m. libres y 4 x 100 m. libres) Michael Phelps ha conseguido 1 oro en 4 x 200 m. libres y 2 platas en lo que llevamos de Londres 12 (4 x 100 m. libres y 200 m. mariposa).
Con sus victorias de ayer, ya suma entre sus méritos mas destacables: 19 metales en olimpiadas (15 oros), 33 medallas en mundiales (26 oros), 16 medallas en campeonatos Pan-Pacífico (13 oros) y 5 récords del mundo (100 y 200 m. mariposa, 400 estilos, 4 x 100 m. libres y 4 x 100 estilos). Y aún puede ampliar el medallero en estos juegos olímpicos.
Ayer, Phelps, después de la derrota en su prueba fetiche, y mientras que la atención de los focos estaban en Le Clos (primer deportista del continente africano que ganaba esta prueba) me han encantado dos detalles: el primero ha sido la sonrisa y buen hacer del mejor nadador de todos los tiempos después de su derrota, -sobre todo cuando se colgaba su medalla de plata y ayudaba a posar para los fotógrafos al nadador sudafricano-; el segundo ha sido ver como Michael se recomponía, en apenas 6 minutos, y su equipo le colocaba en la última posta para rematar el 4 x 200 m. libres con la total confianza de que lo haría bien. Saber perder también hace grandes a los deportistas.
Este comentario publicado en Twitter por el tiburón de Baltimore lo dice todo: “Can’t express enough about the amazing swim the @LeClos_Swim had tonight in the 200fly!! Well done kid!!!” ("No puedo expresar suficientemente el baño increíble que me ha dado esta noche @LeClos_Swim en 200 mariposa. Bien hecho chico").
Siempre que hay una proeza deportiva de esta magnitud, me pregunto: ¿hasta donde llegará el ser humano en su continua pelea por alcanzar la perfección? Motivación, sacrificio, trabajo, disciplina… son algunos ingredientes que todos los campeones llevan impresos en su ADN. Quizás de todos ellos es la motivación –bajo mi punto de vista- lo mas importante.
En Mayo de 2012, con el anuncio de su retirada de la alta competición, tras los JJOO de Londres, Phelps dejaba claro que el cansancio mental y la fatiga por los muchos años de entrenamiento –dicen que solo ha descansado 5 días en los últimos 7 años–, le estaban pesando demasiado. Realmente, parecía difícil que el nadador estadounidense pudiera estar a su nivel de motivación habitual.
En este sentido, considero que la aparición en escena de Ryan Lochte en los últimos años y, en especial, en 2011, ha sido un factor fundamental en la consecución de esta nueva proeza en los JJOO. Cuando se suponía que Michael Phelps había tocado techo, mas allá de relajarse, ha vuelto a reaparecer. En estas olimpiadas, yo diría que la motivación de Phelps está siendo grande, y aseguraría -por el carácter competitivo del americano- que la pelea con Lochte ha estado alimentando a Michael positivamente durante todo el año.
No quiero decir que Phelps haya perdido su afán competitivo, pero sí, que la aparición de Lochte le ha ayudado y le está ayudando a continuar en máxima tensión. Todo héroe necesita su antagonista para seguir con la máxima exigencia, y Michael lo ha encontrado con Ryan.
Aún le faltan pruebas por disputar y, a buen seguro, que esta leyenda en activo incrementará el número de metales en su medallero particular.
Parece que fue ayer cuando le veíamos en Sydney 2000 consiguiendo aquel meritorio diploma, al ser quinto en 200 m. mariposa. La música de Eminem o 50 Cent sonará unas pocas veces mas en los cascos de este gran deportista antes de lanzarse al agua de una piscina olímpica para competir. Disfruten del más grande de la historia olímpica. Queda poco. Seguro que el tiburón de Baltimore atacará de nuevo.
Estoy sorprendido de encontrar este blog. Quería daros las gracias por escribir esta maravilla. Sin duda he gozado cada pedacito de ella. Os te tengo marcados para ver más cosas nuevas de este sitio .
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