Ganando bajo la lluvia

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Rafael Nadal, ayer, celebrando emocionado en París su séptima victoria en Roland Garros. / Ian Langsdon (Efe)

Como si se tratará de Gene Kelly bailando en Singin’in the rain, Rafa Nadal ha conquistado su séptima Copa de Mosqueteros en París. Cuatro mangas con un último set de infarto (que se prolongó hasta 49 minutos), en el que acabó imponiéndose a Novak Djokovic por 6-4, 6-3, 2-6 y 7-5.

El manacorí ya atesora 7 coronas en el prestigioso torneo galo y se ha convertido en el tenista más laureado en la historia de Roland Garros, superando ya al legendario Björn Borg.

Ni las lesiones, ni las derrotas, ni las inclemencias del tiempo paran a este chico. Su deseo por competir y ser mejor que su oponente en cada pelota, en cada gesto o en cada detalle hacen que Rafa esté considerado como uno de los mejores deportistas del mundo.

Debido a la lluvia, que ha estado presente en París durante el fin de semana, la final de Roland Garros ha sido disputada en varios capítulos. A pesar de que el partido en sí duró tres horas y cincuenta minutos, la final que comenzaba el domingo, a las 15:00 horas,  finalizó ayer lunes -prácticamente 24 horas después-, debido a las condiciones climatológicas que obligaron a aplazar el partido.

Moralmente podía parecer, antes de empezar, que Djokovic partía con cierta ventaja. Además de ser actualmente el número uno en el ranking ATP, Novak había ganado a Rafa en tres de sus últimas cuatro finales de Grand Slam. Bien es cierto que solo hizo falta ver los primeros puntos del partido para darse cuenta de que Rafa no iba a regalar ni un solo punto. Básicamente lo devolvía todo.

El partido comenzó de manera brillante para Nadal que asestaba golpes precisos y definitivos, ante un Djokovic un tanto descentrado o, mejor dicho, sobrepasado por el nivel de exigencia al que le sometía Rafa en el inicio de partido. Los dos primeros sets fueron demoledores.

En el segundo set, y presa de la impotencia que sentía ante la superioridad del español, el serbio empezó a practicar todo tipo de artimañas y gestos que no son propios de un jugador de su nivel. Lanzó la raqueta al suelo y más tarde golpeó con dureza el banquillo donde reposaba entre los juegos, por lo que recibió una advertencia (warning). No estaba cómodo.

Fue en la tercera manga cuando Novak comenzó a tener su mejor rendimiento. Le endosó a Rafa 8 juegos seguidos y consiguió poner el 2-1 en el luminoso, algo que no se había conseguido en todo el torneo. Nadie había ganado a Nadal un set.

Con una más que polémica actuación arbitral, daba la sensación de que el partido solo se paraba cuando le favorecía al tenista serbio, Rafa pedía explicaciones al juez de mesa pero no se le escuchaba: “¿Por qué paramos ahora si la pista ya resbalaba hace una hora?”. Los parones por la lluvia hacían que el ritmo variara y esto favorecía a Djokovic, que iba por debajo. La pista estaba demasiado húmeda y las pelotas muy pesadas.

Finalmente, el partido se reiniciaba a las 13:00 horas de ayer, con un marcador de 1-2 favorable a Novak. Rafa volvió a iniciar el juego con una intensidad y concentración abrumadoras. No tardó en darle la vuelta al marcador y finalizar el set tras 49 minutos de juego y un ajustadísimo 7-5. Los fallos en el saque y los errores no forzados con su revés condenaron al número uno del ranking.

Tras ganar, respectivamente, a Ferrer y a Federer en semifinales, Rafa y Novak se jugaban mucho mas que los puntos del ranking ATP y el premio en metálico en la final del Roland Garros. Ambos se disputaban entrar en la historia y salir reforzados psicológicamente de la Philippe Chatrier. Incontestablemente, como admitió Djokovic en sus declaraciones posteriores al partido, Rafa es el rey del polvo de ladrillo. Su 93% de victorias y sus títulos en esta superficie dejan lugar a pocas dudas. Novak tendrá que esperar otro año para conseguir ganar el único Grand Slam que le falta en su palmarés.

La de ayer lunes fue la quinta final de Grand Slam consecutiva del mallorquín. Ha disputado y ganado siete de las últimas ocho ediciones del torneo -solo Robin Soderling en 2009 fue capaz de ganar al tenista español un partido en los Internacionales de Francia-. 11 Grand Slam y un sinfín de títulos a lo largo de estos años. De todos sus méritos me quedo con su entrega y tesón.

Hemos vuelto a ver cómo Nadal sigue agrandando su leyenda. La historia de un luchador incansable. En Francia tendrán que seguir esperando. Hoy por hoy, no hay nadie en el mundo que supere al rey de la arcilla.

2 Comments
  1. Y más says

    Bravo, chaval; y a los gabachos, que les den.

  2. Mamen says

    Me encanta este chico! Me hace sentir orgullosa de España

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