La izquierda europea se organiza frente a las políticas de austeridad que dictan las instituciones europeas. O, por lo menos, intenta organizarse. Hasta tres iniciativas pretenden buscar una convergencia de actores políticos de izquierdas de distintos países europeos frente a las políticas de austeridad de la Troika y apostando por la democratización de las instituciones comunitarias. En las tres hay una persona común que parece clave en todos estos procesos: el ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis.
La semana pasada cuartopoder.es relataba cuáles eran dos de estas tres iniciativas. Por un lado, el proyecto "Por un Plan B en Europa," lanzado por el propio exministro griego, por uno de los fundadores del francés Parti de Gauche, Jean Luc Mélenchon, por el exviceministro de Economía y Hacienda italiano, Stefano Fassina, por la presidenta del Parlamento de Grecia, Zoe Konstantopoulou, y por el cofundador de Die Linke en Alemania, Oskar Lafontaine. Mélenchon ha promovido unas jornadas que se celebrarán el próximo fin de semana en París. Por otro lado, el movimiento impulsado por Varoufakis con el objetivo de democratizar radicalmente las instituciones europeas, el conocido como Democracia en el Movimiento Europeo 2025 (Diem2025), se presentará el 9 de febrero en Berlín.
A estas propuestas hay que sumar la aparecida ayer en forma de manifiesto (Un plan B para Europa), de nombre muy similar a la primera de las citadas, que convoca unas conferencias en Madrid para los días 19, 20 y 21 de febrero. Un manifiesto que reúne ya más de 4.000 firmas, entre las cuales destacan las de los alcaldes de Barcelona y Cádiz, Ada Colau y José María González "Kichi", la del dirigente de IU Alberto Garzón, las de los eurodiputados de Podemos Miguel Urbán y Lola Sánchez, los de IU Javier Couso y Marina Albiol, la del secretario de Economía de Podemos Nacho Álvarez, la de la exsocialista y ahora integrante de Somos Izquierda Beatriz Talegón o la del profesor y colaborador de este medio, Manolo Monereo. A nivel internacional destacan las firmas del cineasta británico Ken Loach, el intelectual estadounidense Noam Chomsky o el portavoz del Comité Internacional para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, Éric Toussain. Esta iniciativa también cuenta con el visto bueno de Varoufakis y está siendo impulsada, principalmente, por el eurodiputado Urbán, quien explica a este medio que "la idea es conectar los tres proyectos". "Se trata de generar un debate en el que podamos tratar temas como las alternativas al austericidio, una Europa para los pueblos y la gente. Una UE que respete los Derechos Humanos y en la que no decidan los intereses de unos pocos", añade el representante europeo de Podemos.
Para Beatriz Talegón, esta iniciativa es "una oportunidad muy importante para coordinar a la izquierda a nivel internacional, ya que parece imposible que esa tarea la llevemos a cabo en España". Talegón cuenta a este medio que en verano mantuvo contactos con Varoufakis para hablar sobre el Diem2025. "Me invitó a la presentación de Berlín del próximo 9 de febrero, yo le comenté el estado de la atomización de la izquierda en España y le dije que puede ser interesante que desde un aspecto internacional intentemos organizar este espacio político, ya que los oligopolios y la derecha neoliberal están perfectamente organizados", comenta Talegón. Por su parte, el eurodiputado Javier Couso ha manifestado a cuartopoder: "Lo de Varoufakis, el Diem2025, lo conozco menos, pero lo de París y lo de Madrid son conferencias para que tengamos una Europa para los pueblos y no para los intereses de las grandes compañías y sobre todo para acabar con la arquitectura que nos ha llevado a ello: el régimen de austeridad, pero sobre todo el pacto fiscal, lo que se llama Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza". En la misma línea se manifiesta Manolo Monereo: "Queremos tres cosas; denunciar la naturaleza de esta UE que nos parece antidemocrática y contraria a los intereses nacionales; crear en los pueblos de Europa un polo social y político crítico en esta UE y promover un conjunto de posiciones políticas ante el chantaje permanente que reciben los gobiernos".
Sin embargo, aunque parece que en los objetivos y en las reclamaciones los firmantes están bastante de acuerdo, no hay consenso en relación con cómo se lleva esto a cabo. Couso no cree que, aunque se llame a la convergencia de la izquierda europea, tenga algo que ver con los procesos de convergencia electorales que se han dado en España. "Es una convergencia a nivel de pensamiento, para poder debatir, donde hay gente de diferentes organizaciones políticas, sindicales, etc.", considera Couso, que añade: "De lo que se trata es de implementar cosas, ya se verá más adelante cómo se hace. Tenemos que proponer maneras de luchar y de incidir para que este modelo se pueda cambiar". En la misma línea se muestra Manolo Monereo: "La idea es que haya un polo político y social contra las políticas austericidas y en defensa de los derechos de los trabajadores y la soberanía popular. Tenemos que cumplir una sagrada obligación, unir a las fuerzas que tienen un proyecto antineoliberal, crear conciencia en el pueblo y protegernos de las políticas austericidas y del chantaje permanente".
Talegón, sin embargo, considera que una unión internacional de las izquierdas debería ocupar el hueco que dejó la Internacional Socialista, la cual, considera, "está del lado de la Troika". Por ello, la exsocialista explica "que sería bueno que haya un paraguas de causas comunes y que ahí nos podamos amparar todos los de izquierdas de los países de Europa para luego ir desgranando todo eso en políticas nacionales, regionales y locales". De este modo, Talegón cree que "se debería intentar organizar un partido o alguna estructura que referenciara a las izquierdas europeas". Miguel Urbán, por su parte, argumenta: "Lo que es necesario es una mayor coordinación y cooperación para la movilización a nivel europeo y para generar alternativas a la actual UE".
Debate sobre la salida del Euro
Para Manolo Monereo, existen, entre los firmantes de estos manifiestos, representantes de dos tendencias políticas: aquellos que abogan por terminar con el Euro y con las estructuras políticas y económicas que sustentan a la moneda común y aquellos que sin querer terminar con el Euro apuestan también por democratizar Europa y defender la soberanía popular y los derechos de las personas. "No tienen la misma posición Lafontaine que Mélenchon", asegura el exdirigente de IU. Urbán, al respecto, opina que el Euro "no es el único problema". "Si termináramos con el Euro la mayoría de los problemas que tenemos ahora seguirían estando. Creo que hay que enfrentarse a las políticas de austeridad y a la falta de democracia en Europa, con o sin Euro", añade el eurodiputado de Podemos.
Javier Couso, en este sentido, declara: "En la construcción del Euro están muchas de las malas políticas que se están dando, pues es una moneda inédita en la historia que no tiene una fiscalidad común detrás; que no tiene un estado-nación; que no se sabe muy bien qué es, cuyo Banco Central Europeo se dedica más a proteger a una supuesta ideología como la del no déficit que a ayudar a los países". "La discusión del euro habrá que ponerla encima de la mesa", valora al respecto. La izquierda mueve ficha, y el debate, de momento, tendrá tres escenarios previstos: el próximo fin de semana en París, el 9 de febrero en Berlín y el 19, 20 y 21 del mismo mes en Madrid. La convergencia a nivel europeo está en marcha.
¿DÓNDE FÍSICAMENTE TENDRÁ LUGAR LA CONFERENCIA LOS DÍAS 19, 20 Y 21?. ¿SE PODRÁ ASISTIR LIBREMENTE? GRACIAS.