Elorza: "Sánchez lo tiene difícil aunque la mayoría del PSOE se identifique con él"

El diputado socialista por Guipúzcoa Odón Elorza (61 años) y alcalde de San Sebastián durante 20 años (1991-211) se siente dolido por las "sanciones políticas" de la gestora del PSOE a los diputados del 'no' a Rajoy. Él propuso en la reunión del Grupo Parlamentario limitar la abstención a los 11 votos necesarios para desbloquear la situación, pero su propuesta fue desestimada porque querían que Pedro Sánchez abandonara su escaño. Considera complicado que Sánchez pueda reconquistar la Secretaría General del partido y opina que el liderazgo del PSOE debería ser incompatible con la presidencia de la Junta de Andalucía que ostenta Susana Díaz. Dice que del pacto entre el PNV y el PSE es aprovechable la cultura del diálogo y el acuerdo para Cataluña.

— ¿La política y la coherencia son compatibles? Se lo pregunto por las sanciones a los diputados socialistas que, como usted, rompieron la disciplina de voto y mantuvieron el 'no' a Rajoy.

— Tras la explosión de la crisis a primeros de octubre, me parecía que para no dinamitar el proyecto del PSOE había que votar 'no' a Rajoy. Pero si para desbloquear la gobernabilidad había que hacer un esfuerzo, bastaba con once abstenciones; no hacía falta que todo el mundo votara abstención porque no era representativo de la diversidad de opiniones, sobre todo, de los militantes y electores.

— ¿Por qué cree que rechazaron su propuesta?

— Creo que la gestora se lo estuvo pensando y al final decidió que nos abstuviésemos en bloque porque era la forma para que Pedro Sánchez dejara el acta de diputado.

— ¿Le ve con posibilidades de recuperar el liderazgo en el PSOE?

— Lo tiene complicado por más que una parte mayoritaria de la militancia del PSOE se identifique con él. Su discurso de 'no es no' consiguió devolver el orgullo herido a muchos militantes socialistas.

— ¿Herido..?

"Sánchez tiene que ilusionar mucho y establecer un discurso que incorpore cambios importantes con respecto al último periodo"

— Herido por la amenaza del sorpasso de Podemos, por la presión de la derecha mediática y por nuestras propias contradicciones... Muchos militantes habían superado esa situación con el discurso de Pedro. Ahora, después de la entrevista en Salvados, varios sectores de la militancia se han visto un poco decepcionados porque hay varias contradicciones. Vamos a ver qué pasa en los próximos meses y si Pedro es capaz de recuperar la confianza de la inmensa mayoría de la militancia y de combatir al aparato, que ya sabes que tiene muchísima fuerza interna y externa en el Parlamento y en los medios de comunicación. Lo tiene difícil. Tiene que ilusionar mucho y establecer un discurso que incorpore cambios importantes respecto al último periodo.

— Si decir que España es una nación de naciones no puede desconcertar a ningún socialista que conozca la Historia y haya leído la Constitución de 1978, que reconoce las nacionalidades, ¿qué fue lo que más chocó a los militantes en aquella entrevista con Jordi Évole?

— Para mí fue el trato condescendiente y complaciente con Podemos; eso chocó a muchos porque Podemos en la Legislatura anterior jugó a las nuevas elecciones, a la segunda convocatoria; ellos con Izquierda Unida creían realmente que iban a dar el sorpasso y jugaron a eso. La actitud de soberbia de Pablo Iglesias iba dirigida a eso. También es verdad que el PSOE se impuso a sí mismo demasiadas líneas rojas para el diálogo, para la negociación... Eso, un Partido Socialista que aspira a gobernar y mejorar la vida de la gente, no lo puede hacer. Con todo, en la medida en que matice esas nuevas revelaciones, puede recuperar el crédito político que tenía hasta hace un mes.

— ¿Existe riesgo de retroceso de la democracia participativa directa para la elección del nuevo secretario general del PSOE, es decir, que se suspendan las primarias y se vuelva al sistema anterior?

"Nadie en la dirección del partido se va a atrever a eliminar las primarias"

— Por lo que yo sé, nadie en la dirección del Partido Socialista se va a atrever a eliminar las primarias. Eso provocaría una rebelión de la militancia y una situación de muchísima presión y, por tanto, no se va a producir. Intentarán retrasarlas al máximo, pero la involución democrática sería impensable, no la pueden hacer ya.

— ¿Y la eventual supresión del derecho de voto en el PSOE a los afiliados del PSC para perjudicar a Sánchez y beneficiar a Susana Díaz, si finalmente se presenta?

— Eso no está planteado ni espero que se plantee. Las partes se han dado un plazo de dos meses para converger de nuevo. Una ruptura o un distanciamiento sería muy negativo y espero que los cambios que introduzcan no sean sustanciales; yo estoy conforme y de acuerdo con el tipo de relaciones que existen hasta el momento y por tanto no seré yo quien plantee cambios al respecto. Es verdad que el voto del PSC en el Comité Federal está muy exigido por la situación de Cataluña para no convertirse en un partido marginal en el caso de que se hubiera abstenido para posibilitar el gobierno de Rajoy, sabiendo además que un sector importante de la sociedad catalana piensa que es responsable principal del callejón sin salida en el que se encuentra Cataluña respecto a España.

— ¿Se ha producido alguna indisciplina en el Grupo Socialista al votar el suplicatorio a Francesc Homs?

— No, todos hemos votado a favor. En mi caso no hay ninguna contradicción porque soy partidario de eliminar los aforamientos; la primera sanción económica que recibí hace tres años me la impuso Eduardo Madina cuando era secretario general del grupo porque voté a favor una proposición que habían presentado IU y UPyD para ir eliminando progresivamente los aforamientos. Comprendo que el juicio contra este hombre tiene mucho de político.

— Ahora le ha caído otra multa por el 'no' a Rajoy.

— Y me han quitado de portavoz adjunto de Administraciones Públicas. A todos nos han quitado de portavoces o portavoces adjuntos. Es una sanción política que justifican en una pérdida de confianza.

— ¿Ha protestado?

— Sí, en la reunión del Grupo de este martes le pregunté al amigo Mario si para ejercer la función política institucional había que estar en el círculo de amigos de la Gestora o de Sánchez. Yo creo que eso no debería valer y que el criterio debería ser la preparación, la profesionalidad, la capacitación y la experiencia, no ser amigo fiel del que manda.

— Y en su caso, el conocimiento del municipalismo.

— Es lo que le reproché a Mario en la reunión del grupo.

— ¿Tiene la impresión de que a la cúpula socialista le falta imaginación?

"Al PSOE la falta pasión al hacer política, pasión en la comunicación, creer en lo que estamos diciendo"

— Es un fenómeno muchísimo más complejo que nos afecta a todos, no sólo a las direcciones orgánicas. Yo dejé la cúpula del partido hace veintidós años. Lo que le falta al Partido Socialista es pasión al hacer política, pasión en la comunicación, creer en lo que estamos diciendo. Le falta una comunicación más moderna. Le falta creatividad a la hora de hacer política. Nos hemos convertido en un partido sin esa imaginación ni creatividad que ahora tienen otros y lo que tenemos que hacer es recuperar la pasión. Cuando has gobernado muchos años pierdes tres elementos que para mí son sustanciales como persona de izquierdas: la ética, la épica y el sentido de las utopías.

— ¿Eso también explica el distanciamiento del mundo de la cultura en un sentido amplio del Partido Socialista y el fin de una época?

— El Partido Socialista ha sufrido un proceso de decadencia. Desde la última etapa de Felipe González no es capaz de defender la separación de poderes, de realizar nombramientos de personas independientes de los organismos reguladores y controladores, sea en el Poder Judicial, en el Tribunal Constitucional y otros. Pero además hemos perdido credibilidad en otros terrenos. Ni siquiera hemos llegado a modificar la realidad fiscal, que era una de las claves que la gente esperaba. Y eso y la falta de pedagogía al estallar la crisis hizo que el mundo de la cultura y mucha gente se distanciara del Partido Socialista y participara del movimiento del 15M. Después de ese declive y de la aparición de Podemos y de Ciudadanos, es muy difícil remontar la situación con un discurso excesivamente cerrado y cargado de vetos y líneas rojas. Fruto de esa situación y de la guerra interna de poder entre Pedro y algunos dirigentes regionales estallan las contradicciones sobre cómo abordar el fenómeno de Podemos, cómo se concibe o se deja de concebir la democracia participativa... Y en éstas estamos. Las encuestas que van a venir nos van a dar más cera. Si no reaccionamos pronto y avanzamos hacia una recomposición de la unidad, dentro de dos meses tendremos otra encuesta del CIS todavía más desfavorable.

— ¿Considera compatible el cargo de presidenta de Andalucía y de secretaria general del PSOE?

"Debería ser incompatible presidir una comunidad y liderar el PSOE. Susana Díaz tendría que decidirse por una u otra responsabilidad"

— En el Partido Socialista no existe esa cultura de las incompatibilidades, como en el caso del PNV, por ejemplo. Pero mi opinión personal es que debería ser incompatible y que Susana Díaz tendrá que decidirse por una u otra responsabilidad. Pero repito que es mi opinión personal y creo que resulta muy difícil, por muchas razones, compatibilizar un cargo orgánico de gran nivel como la Secretaría General del partido con la presidencia de Andalucía.

— Puede citar algunas razones.

— Es muy difícil por dedicación, por tiempo, por funcionalidad, por disfunción... Es muy difícil, pero allá cada cual. Cuando fui alcalde de San Sebastián renuncié a ostentar cualquier cargo orgánico, ni siquiera secretario general de la agrupación de mi barrio. Esto ciertamente puede parecer extremo, pero es lo que pienso, aunque la militancia es la que va a decidir y lo que salga de ahí es lo que vale.

— ¿Le gustaría que el próximo secretario general fuese un vasco, en concreto Patxi López?

— Más que de nombres me gustaría debatir sobre ideas y proyectos. Si alguien se postula directa o indirectamente como candidato a secretario general me gustaría saber exactamente qué modelo de partido tiene, que modelo territorial para el país y cómo entiende la socialdemocracia en el siglo XXI. Y mientras tanto estaré un poco a la expectativa.

— ¿Qué representa para el PSE-EE y para el País Vasco el pacto de gobierno con el PNV?

— Representa la estabilidad del Gobierno y que dentro del Gobierno vasco va a haber también un Partido Socialista que va a ahondar en las políticas de cohesión social y a racionalizar al máximo las políticas de autogobierno del PNV. Creemos que ese espacio de juego nos permite más posibilidades, más proyección y más incidencia real que estar en la oposición compitiendo con Bildu y con Podemos.

— Hay quien afirma que puede servir de ejemplo para Cataluña.

— La situación es distinta. En Euskadi no hay un problema de financiación, la valoración de los ciudadanos sobre el Gobierno vasco es muy alta y existe una cultura de pacto que no se ha dado en otros lugares. Lo que sí puede servir para Cataluña es el diálogo y la cultura de pacto.

— ¿Cree llegada la hora de resolver el problema penitenciario de ETA?

— Tendría que estar ya resuelto el acercamiento de los presos y hay que resolverlo cuanto antes porque no tiene ningún sentido seguir penalizando a las familias. También hay que pedirle a lo poco que queda de ETA que entregue todas las armas y desaparezca.

— ¿Que siente una persona que ha ejercido el magisterio de la política a favor de la paz y los derechos humanos ante el fenómeno de Trump y el rebrote de la ultraderecha?

— La necesidad de reaccionar, de impulsar la nueva socialdemocracia fundada en los valores de la libertad, la dignidad, la igualdad y la solidaridad, no sólo interna sino internacionalista, para evitar los conflictos. El fenómeno de Trump es atribuible a la debilidad y distracción de las élites políticas y es necesario responder con los valores de la socialdemocracia global a los populismos virtuosos de Trump y de otros.