Euronews en español (YouTube)
Las principales capitales europeas han reforzado sus medidas de seguridad de cara a las celebraciones de Año Nuevo, por lo que han precauciones en las áreas más concurridas y han desplegado miles de agentes de Policía, con el fin de evitar que se produzca un atentado similar al que tuvo lugar en Berlín la semana pasada, en el que murieron 12 personas. De acuerdo con las autoridades berlinesas, se desplegarán más de 1.700 agentes de seguridad extra durante la noche de fin de año.
En Milán, donde la Policía italiana encontró y abatió al responsable del atentado, se han instalado controles de seguridad alrededor de la plaza principal. Además, las autoridades han prohibido la circulación de camiones por el centro de Roma y Nápoles durante estos días.
En Madrid, el acceso a la Puerta del Sol estará restringido a 25.000 personas y la Policía establecerá controles de seguridad en las principales entradas.
En la ciudad alemana de Colonia, donde cientos de mujeres fueron agredidas sexualmente y atracadas durante la Nochevieja de 2015, la Policía ha instalado centenares de nuevas cámaras de vigilancia en el centro de la localidad.
En Bruselas, escenario de un doble atentado en marzo en el que perdieron la vida 32 personas, el alcalde ha estado sopesando la posibilidad de cancelar los típicos fuegos artificiales que siempre tienen lugar en el centro de la ciudad por Año Nuevo. Finalmente, el Ayuntamiento bruselense ha decidido mantener el espectáculo pirotécnico.
Las autoridades de París, donde varios terroristas de Estado Islámico mataron a 130 personas en noviembre de 2015, se están preparando para poner en marcha un protocolo de máxima seguridad, en especial durante el espectáculo de fuegos artificiales que tendrá lugar en los Campos Elíseos, al que se espera que acudan unas 600.000 personas.