Centenares de miles de personas han abarrotado la Plaza de la Revolución de La Habana en un multitudinario homenaje póstumo que la capital cubana ha ofrecido a Fidel Castro antes de que a primeras horas de mañana sus cenizas sean llevadas por carretera hacia la ciudad oriental de Santiago siguiendo el recorrido inverso que Fidel realizó en 1959, cuando triunfó la Revolución, para llegar al poder.
Además de los ciudadanos, al homenaje póstumo al que fue el máximo líder de Cuba durante más de 45 años han asistido decenas de jefes de Estado y Gobierno y representantes de alto rango de países de todo el mundo.
Entre los dignatarios que han participado en el homenaje estaban, entre otros, los presidentes Nicolás Maduro (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), Daniel Ortega (Nicaragua), Juan Carlos Varela (Panamá), Salvador Sánchez Cerén (El Salvador), Enrique Peña Nieto (México), Jacob Zuma (Sudáfrica) o el primer ministro griego, Alexis Tsipras
El rey emérito, Juan Carlos I, ha encabezado la delegación española.
Las cenizas de Castro han estado depositadas en el cercano Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en una sala a la que solo han accedido los más allegados al exmandatario y también los miembros de la cúpula política de la isla.