Varios miles de refugiados esperan en las fronteras de Croacia con Eslovenia y Serbia, bajo unas condiciones meteorológicas cada vez más duras, que las autoridades de estos países les permitan continuar su ruta hacia Alemania.
La lluvia y el frío hacen aún más penosa la situación de estas personas que, según informan los diarios locales, piden que Europa les ayude. El propio gobierno croata, que habla de una situación “dramática” y “de caos”, ha abierto su frontera con Serbia temporalmente para paliarla.
Según informa Efe, los inmigrantes se protegen de la lluvia y de las bajas temperaturas en tiendas de campaña, los más afortunados, y con chubasqueros de plásticos, mantas o lonas, los menos, como se aprecia en las imágenes.