NUEVA YORK.- A finales de la década de los 80 el crimen juvenil se había convertido en uno de los grandes problemas de los EEUU. Los asesinatos cometidos por adolescentes de entre 10 y 16 años copaban portadas, analistas de todo pelaje advertían a las ciudades que había que incrementar el gasto en policía, hasta que pasó algo inesperado.En apenas 7 años, desde 1994 a 2001, los asesinatos juveniles se redujeron en dos tercios en todo el territorio estadounidense coincidiendo en realidad con un hecho que había tenido lugar dos décadas antes: la legalización del aborto.
Empecemos por el principio. En 1973 el Tribunal Supremo de EEUU legalizó la interrupción del embarazado en el país poniendo fin a una polémica que había sacudido los cimientos de una sociedad tradicionalmente conservadora. Aunque en algunos estados el aborto seguía siendo ilegal, la mayoría de las mujeres que querían interrumpir su embarazo podían hacerlo por primera vez de una manera barata y segura. Millones de niños no deseados nunca llegaron a nacer y, según varios expertos, nunca llegaron tampoco a convertirse en un peligro para la sociedad.
La llamada teoría del aborto, que relaciona el descenso de la criminalidad con la legalización de la interrupción del embarazo fue formulada por primera vez en el año 2001 por los sociólogos John Donohue y Steven D Levitt. Entre otras cosas esta teoría asegura que aquellas poblaciones que tienen un aborto legal y accesible son menos susceptibles de sufrir violencia juvenil, ya que aquellas personas que no quieren o no están preparadas para tener un niño no se ven en la obligación de hacerlo.
Como no puede ser de otra forma esta teoría, que sigue generando polémica y debates en los EEUU, ha intentado ser rebatida en numerosas ocasiones. Una de las principales críticas es que la teoría de Donohue-Levitt no tiene en cuenta otros factores que ayudaron a la reducción de la violencia como, por ejemplo, la mejora de la economía o una mayor eficiencia policial. En los últimos tiempos varios expertos aseguran que lo que precipitó la caída de la violencia no fue la legalización del aborto sino la desaparición de las calles del crack, una droga tan letal por sus fortísimos efectos sobre la salud como por su tendencia a provocar guerras entre bandas.
Aunque la idea de que legalizar el aborto puede reducir la criminalidad sigue siendo polémica muchos analistas recurren a ella ante la evidencia de cómo una época violenta en la historia puede cambiar una sociedad. En estos momentos 45 estados del país tienen leyes que facilitan de alguna manera el trato de adulto a los menores de edad dentro del sistema judicial. La ola de violencia que sacudió a la comunidad afroamericana en los 80 ha dejado también una profunda huella racista en la mente de los norteamericanos, muchos de los cuáles siguen asociando la imagen de un joven negro con capucha con la de un delincuente.
Decir la verdad no es insultar, el aborto es un asesinato en España y donde sea, en España la aprobaron los socialistas y aun quieren seguir con esas leyes asesinas, por esa regla de tres tendrian que haberlos asesinados a ellos antes de nacer, pero como uno no es adivino. pudieron nacer.
gracias por la informacion