¿Puede haber mayor intolerancia que negar la palabra a “los otros” o expulsar en un debate a uno de los invitados sin siquiera escucharle? Pues esto es lo que ocurrió el 9 de enero en Córdoba al comenzar la reunión de la denominada oposición siria "moderada”, en realidad y salvo excepciones, representantes de grupos con escasa capacidad de maniobra en la fase actual del conflicto, que se ha convertido, según el médico sirio afincado en España Mustafá Abdi, en “una guerra de todos contra todos”.
Como se sabe, las zonas fuera de control del régimen viven un despiadado enfrentamiento entre el Frente Islámico, de reciente creación y compuesto por sirios, y el Estado Islámico de Irak y Siria, vinculado a Al Qaeda e integrado fundamentalmente por voluntarios extranjeros.
De acuerdo con las informaciones que llegan de Siria, en la región de Alepo el Frente Islámico, apoyado por brigadas del Ejército Libre aún operativas y gracias a la neutralidad del también poderoso Frente Al Nusra, llevaría ventaja, mientras ocurriría lo contrario en la cuenca del Eúfrates, especialmente en la ciudad de Raqa y en Tel Abyad, fronteriza con Turquía.
Además de la guerra civil entre los grupos islamistas y el cada vez más amplio territorio en manos del Gobierno de Bachar al Asad, sobre el terreno aún existe un tercer factor en discordia, con una entidad geográfica y militar nada desdeñable. Se trata de los tres cantones (Afrín, Kobani y Yazira) donde ya está funcionando un gobierno autónomo impulsado por el PYD (Partido de la Unidad Democrática), principal organización kurda, con el apoyo de sectores árabes, cristianos asirios, armenios, circasianos y turcómanos.
Esta caótica situación es la que aparecerá sobre la mesa cuando se abra el próximo 22 de enero la conferencia internacional de Paz “Ginebra II”, para la que el encuentro organizado en Córdoba por el Ministerio español de Exteriores y la Casa Árabe solamente era una de las reuniones preparatorias.
Precisamente, debido a la creciente importancia que está adquiriendo ese tercer factor en la situación de Siria, el PYD fue también invitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores al encuentro de Córdoba. En su representación, viajó a Madrid Sinam Mohamad, copresidenta del Consejo Popular de Rojava (nombre que recibe la región kurda de Siria), cubriendo el Gobierno español los gastos de su viaje y estancia.
Teniendo en cuenta las quejas del PYD en el sentido de que la autonomía kurda estaba desproporcionadamente representada en comparación con otros grupos sirios sin apenas presencia real dentro del país, el Ministerio propuso que Sinam interviniera en la sesión de apertura. Sin embargo, cuando se disponía a hacerlo, la mesa moderadora de la conferencia se opuso bajo el argumento de que el PYD era una organización que colaboraba con el régimen baasista.
Esta inesperada respuesta, según explica la propia Sinam a cuartopoder.es, puso al Ministerio de Exteriores en una embarazosa situación. Aún los anfitriones del encuentro intentaron que la mesa, al menos, escuchara el punto de vista de esta dirigente kurda, pero se encontró con la amenaza de que, si intervenía, ellos se marchaban.
Ante la posibilidad de que la reunión, tan costosamente preparada por el Gobierno español, se fuera al traste, Sinam Mohamad decidió abandonar Córdoba, agradeciendo al Ministerio de Exteriores su invitación y denunciando la actitud “chovinista”, intolerante y antidemocrática de una oposición que, según sus palabras, solo se representa a sí misma. Igualmente, Sinam Mohamad entregó una carta dirigida al ministro García-Margallo aclarando la posición del PYD.
Este partido ha mostrado desde el principio su oposición a la guerra, ha defendido una salida negociada con el Gobierno de Damasco, propugna el establecimiento de un sistema democrático basado en la pluralidad étnica y religiosa del país y ha intentado evitar, creando unas fuerzas de autodefensa con miles de hombres y mujeres, que la guerra se extendiera a las tres regiones bajo su control y a los populosos barrios kurdos de Alepo.
Debido a esta posición, el PYD no está integrado ni en la Coalición Nacional ni en las fuerzas que respaldan al régimen, dándose la circunstancia de que, debido al actual caos, unidades tanto procedentes del Ejército Libre como del Ejército regular se han integrado en sus Unidades de Defensa Popular (YPG).
“Nosotros representamos la verdadera oposición democrática en Siria”, insiste Sinam en sus declaraciones a cuartopoder.es tras su “expulsión” de Córdoba. “Estamos protegiendo nuestras regiones junto a árabes, asirios (cristianos), armenios…; queremos construir un sistema en paz y democracia, buscamos una salida política al conflicto y detener a los grupos salafistas que están destruyendo nuestro país”. “Desgraciadamente –añade-, vemos que todas las propuestas para resolver la crisis rechazan cualquier solución al problema kurdo, cuando en esa solución está la esencia del proceso de democratización”.
Pues al fin, gracias a este articulo, me entero de verdad de los componentes de la ensalada siria, Otra vez, la injusticia se ceba en los más razonables. Esta representante de los demócratas parece lo único con sentido en el conflicto sirio. Qué pena de país.