La situación de Siria cada vez está más fuera de control y no falta quien aventura que, si fracasa la conferencia de paz de Ginebra, este país se encamine a un escenario similar al de Somalia, en el que ni siquiera una intervención militar internacional podría garantizar la normalización de la vida cotidiana.
Así, por ejemplo, se ha expresado el enviado especial de la ONU, Lajdar Brahimi, que intenta convencer tanto a los países implicados en la guerra como al Gobierno de Damasco y a la oposición para que participen en la conferencia de paz. Ante el temor a que Ginebra-2 sufra un nuevo aplazamiento, Brahimi ha declarado que, si no se encuentra pronto un arreglo, la situación de Siría podría ser peor que la de Somalia.
A grandes rasgos, esta es la opinión que también comparte Zuhat Kobani, representante en Europa del Partido de la Unidad Democrática (PYD), una de las fuerzas que mayor relevancia está adquiriendo en la crisis siria debido al avance de sus Unidades de Defensa Popular (YPG) frente a las organizaciones yihadistas en el norte del país. En esta zona, fronteriza con Turquía e Irak y habitada mayoritariamente por población kurda, han expulsado al Frente al Nusra y al Estado Islámico de Irak y Siria de una veintena de localidades y les han arrebatado dos importantes pasos fronterizos: el de Ras al Ain con Turquía y el de Al-Yarubia con Irak.
Zuhat Kobani, tras participar en las jornadas Alcaldes por la Paz de San Sebastián, viajó a Madrid, donde se reunió con representantes políticos y con la comunidad kurda que reside aquí. Para Kobani, Siria se está convirtiendo en un auténtico caos en el que los grupos asociados a Al Qaeda se mueven como pez en el agua. “Cada día crecen más; al principio solo eran el 5 por ciento de las fuerzas rebeldes y ahora son el 28 por ciento”, explica Kobani a cuartopoder.es “Se están imponiendo al Ejército Libre de Siria (ELS) y ahora también están amenazando al régimen”.
Ante esta grave situación y la debilidad en que se encuentra la Coalición Nacional, está cobrando más fuerza que nunca la denominada “tercera vía”, defendida por la Coordinación Nacional por el Cambio, la otra alianza opositora, integrada fundamentalmente por organizaciones y personalidades progresistas, entre las que destaca por su importancia el citado Partido de la Unidad Democrática.
Si la Coalición Nacional es partidaria de una victoria sobre el régimen, incluso aceptando una intervención militar exterior y se negaba hasta hace unos días a cualquier diálogo con Damasco mientras Bachar al Asad continúe en el poder, la Coordinación Nacional ha defendido desde el principio una salida negociada con el régimen y se ha negado tajantemente a cualquier intervención de tropas extranjeras, aceptando únicamente la presencia de una misión de la ONU.
Precisamente la participación en las conversaciones de Ginebra de la Coordinación Nacional por el Cambio ante las reticencias de la Coalición Nacional y el rechazo explícito de buena parte de los grupos armados es uno de los escollos para la convocatoria de la conferencia internacional. Estados Unidos defiende que la oposición debe tener una sola voz (la Coalición Nacional) mientras que Rusia apoya la presencia de otras fuerzas, en concreto las que integran la Coordinación Nacional por el Diálogo y, por lo tanto, el PYD.
Como explica Zuhat Kobani, ellos todavía no han recibido la invitación pero están dispuestos a participar. En su opinión, de Ginebra-2 debe salir la decisión de que los países implicados en el conflicto dejen de apoyar con armas y dinero a las fuerzas combatientes. “En Ginebra deben estar todas las partes implicadas, todos los países que intervienen directa o indirectamente en el conflicto, como Irán, Arabia Saudí, Qatar o Turquía. La ONU y las grandes potencias debieran influir en estos países para que estos, a su vez, dejen de apoyar a esos grupos”, dice Kobani.
“No pedimos una intervención militar; pedimos que Arabia Saudí, Turquía y Qatar presionen sobre Al Qaeda y las otras facciones armadas, y que Europa, Rusia e Irán presionen al régimen para que acepte una salida democrática. Que cada potencia influya sobre sus respectivos aliados para que esto se pare. Mientras Arabia Saudí, Turquía y Qatar sigan apoyando a estos grupos, la guerra no se detendrá. Si al pez le quitas el agua, el pez se muere, pero si, además de tener agua, lo alimentas…”, explica gráficamente el portavoz del PYD.
La propuesta concreta de la “tercera vía” para la conferencia de Ginebra consiste en que cesen los combates, las fuerzas armadas abandonen las ciudades y todos los presos políticos, estén en el bando que estén, queden en libertad. Después, con la participación de todas las partes, se debe consensuar un sistema democrático basado en el respeto a la diversidad cultural y religiosa de Siria. “Si en Ginebra no se acepta nuestra propuesta, no será posible la paz, la guerra durará mucho tiempo y sus efectos serán desastrosos no solo para Siria sino también para los demás países de la región”.
Habría que analizar con más detenimiento quien financia y apoya a las organizaciones yihadistas. A lo mejor descubriríamos que son los mismos que también son esponsors del líder de la liga de futbol.