Tatiana López *
NUEVA YORK.– A las doce de la noche del pasado lunes el gobierno de EEUU cerraba parcialmente su administración federal tras un agrio debate en el Congreso que dejaba sin fondos al país por primera vez en 17 años.
Aunque los republicanos se empeñan en quitarle hierro al asunto lo cierto es que el gobierno de EEUU es el mayor empleador de la nación, con más de 2 millones de funcionarios a su servicio. De todos estos trabajadores al menos 800.000, los que el gobierno considera como no esenciales, no podrán volver a trabajar hasta que el Congreso alcance un acuerdo presupuestario. La mayoría de ellos tendrán que regresar hoy a por sus cosas, volver a casa y disfrutar de unas vacaciones forzadas, eso sí sin paga. También el resto del país sufrirá la consecuencias de un debate que, más allá de la política, tiene consecuencias reales en la calle. Aquí va una pequeña guía para entender qué significa un shutdown en el país de las libertades.
¿Qué permanece cerrado?
La estatua de la libertad y el parque Yosemite. 420 parques nacionales, algunos de ellos tan populares como Yosemite, la estatua de la libertad, o el Gran Cañón se están viendo afectados por el cierre. Aunque se ha dado al menos dos días para que las personas acampadas puedan salir de los parques, está es una de las medidas más impopulares por su fuerte connotación económica.
La última vez que los turistas fueron expulsados de los parques nacionales, en 1995, los comerciantes perdieron más de 30 millones de dólares por día. El cierre de los parques puede tener además efectos colaterales, como las decenas de parejas que tenían previsto casarse en algún monumento de Washington, y que han tenido que suspender la cita. Como única nota positiva el shutdown ha evitado la celebración de un rally que el Ku Kux Klan quería celebrar en el mítico campo de batalla de Pittsburg.
La NASA se queda sin aniversario. De los 18.250 empleados que la NASA tiene en plantilla tan sólo 540 acudieron este lunes a trabajar, la mayoría de ellos en cuestiones relacionadas con el mantenimiento de satélites y de la estación espacial internacional.
Se da la casualidad de que el fracaso de las negociaciones ha coincido con el 55 aniversario de la agencia espacial, una efemérides que no ha podido ser celebrada ya que ayer tanto la página web, como la televisión de la NASA, se encontraban cerradas.
Ni vacunas para la gripe, ni tratamientos experimentales. Aunque la mayoría de los servicios sanitarios permanecen abiertos la falta de dinero afectará algunos programas indispensables para la buena salud de los estadounidenses.
Los centros para contención y prevención de enfermedades infecciosas, por ejemplo, han parado su campaña de vacunación contra la gripe porque no disponen de personal suficiente. También en el National Institutes of Health (NIH), la mayor organización científica del país, 200 pacientes que tenían que comenzar tratamientos experimentales están siendo enviados de nuevo a sus casas. Ayer algunos medios informaron que la lista de pacientes rechazados incluye a niños con cáncer lo que ha provocado una gran indignación en el país.
Un país “sin control”. Comer en EEUU es estos días un poco menos seguro sobre todo después de que la Agencia para la calidad Alimentaria haya asegurado que debe suspender la mayoría de sus operaciones tras quedarse sin fondos.
También la Agencia de Protección Ambiental ha anunciado que no podrá seguir controlando la calidad del aire, mientras que el Departamento de Trabajo ha congelado temporalmente las inspecciones laborales.
¿Qué seguirá estando abierto?
Los aeropuertos y las embajadas. Tanto los controladores aéreos, como el personal de tierra, así como el personal a cargo de la seguridad en los aeropuertos seguirán trabajando a pesar de la decisión del Congreso.
Viajar fuera y dentro de EEUU también será posible ya que las embajadas y los servicios de emisión de visados continuarán abiertos. Durante el último cierre gubernamental 200.000 visados quedaron pendientes de revisión causando miles de millones de pérdidas para la industria del turismo, y de las compañías aéreas. Esta vez, sin embargo, el Departamento de Estado ha asegurado que sus oficinas sí que emitirán visados, si bien algunos funcionarios han advertido que sólo podrán seguir haciéndolo mientras haya dinero para ello.
Las cartas también seguirán llegando ya que el servicio de correos de los EEUU no se paga con los impuestos de los ciudadanos, sino con la venta de sellos y otras comisiones especiales.
Las prisiones y los juzgados. Ninguna de las 116 prisiones federales que existen en los EEUU se verá afectada por el cisma presupuestario, aunque algunos guardias podrían tardar unos días en recibir su salario.
Algo parecido ocurre con los juzgados federales que continuarán operando con normalidad, al menos durante los próximos 10 días, aunque eso sí sin parte de su personal. Algunos casos civiles han sido interrumpidos a causa del cierre, pero se mantienen todas las vistas penales.
El ejército y los servicios secretos. Ni el ejército, ni los servicios secretos se ha visto afectados por el cierre gubernamental ya que el gobierno los considera prioritarios para la seguridad nacional.
El propio Obama firmó el pasado lunes una orden ejecutiva que garantizaba el salario a los militares de EEUU, pero dejaba fuera a los veteranos de guerra, muchos de los cuales dependen de su pensión para poder sobrevivir. Los agentes del FBI, la guardia costera o el servicio secreto también siguen en activo.
El Congreso de los EEUU. A pesar de haber provocado el primera cierre gubernamental de los últimos 17 años todos los congresistas seguirán cobrando sus salarios, una realidad que ha desatado un fuerte debate entre la población estadounidense.
Ante la polémica suscitada ayer 27 congresistas firmaban una carta en la que renunciaban a su sueldo durante el tiempo que dure el cierre del gobierno. Aún así la ley de EEUU prohíbe a los congresistas tocarse la nómina por lo que algunos senadores, como el republicano Ted Cruz, donarán a la caridad esa parte de su salario.