Obama comienza su segundo mandato
WASHINGTON.– Con la mano sobre una Biblia perteneciente a la familia de su mujer, Barack Obama juramentó su cargo oficialmente este domingo en una ceremonia sobria y breve en la Casa Blanca. Acompañado de su mujer y sus dos hijas, tomó posesión de la Presidencia de Estados Unidos minutos antes de que constitucionalmente expirara su primer mandato. Una vez más, el juez jefe del Tribunal Supremo, John Roberts, administró el juramento.
Horas antes, el vicepresidente Joe Biden había tenido su propia ceremonia en su residencia oficial, el Observatorio Naval, con la juez Sonia Sotomayor como oficiante.
Y es que la enmienda número 20 de la Constitución estipula que el presidente debe tomar posesión del cargo antes del mediodía del 20 de enero.
La celebración pública, eso sí, nuca se realiza en fin de semana. En esta ocasión, este lunes, coincide con el festivo dedicado a Martin Luther King Jr. Ambos, Obama y Biden, repetirán el rito en las escalinatas del lado oeste del Capitolio ante la multitud congregada en la explanada del National Mall. Se espera que sean de seiscientos mil a ochocientos mil espectadores, la mitad que hace cuatro años.
Porque si bien se respira un ambiente festivo en las calles de la capital del país, se ha desvanecido algo de la pasión de 2009, cuando Obama entraba en los libros de historia convirtiéndose en el primer presidente afroamericano de Estados Unidos.
"Es claramente más pequeña", dice de la celebración Mónica Guzmán, que ha venido desde Nueva York, "pero sigue siendo emocionante".
De padres colombianos, Guzmán tiene la esperanza de que Obama acometa la tan prometida reforma migratoria en este primer año de su segundo mandato. "Los republicanos no podrán decir no si quieren seguir siendo relevantes", dice confiada, después de que el Partido Republicano resultara duramente castigado por el electorado latino en noviembre. Desde entonces, numerosos políticos y comentaristas conservadores se han resignado a suavizar su retórica contra los indocumentados, reconociendo la influencia del grupo étnico de mayor crecimiento.
De la misma opinión es Miriam Plasencia, llegada para la ocasión desde Miami. "Que se le dé la oportunidad para cumplir su promesa de inmigración", dice esta hondureña. "Y ahora también, con el problema de las armas, que tenga la sabiduría de poder dirigir la situación", añade. Plasencia lamenta no haber podido venir hace cuatro años por problemas económicos. Esta vez dice haber tenido más suerte. "Desde que ganó, empecé a ahorrar para venir".
Lo mismo dice Martha Stewart, afroamericana, llegada desde Jackson, Mississippi. "No me lo quería perder esta vez".
Tras el acto de juramentación, los Obama encabezarán el tradicional desfile de comienzo de mandato. Un paseo que comienza en un extremo de la Avenida Pennsylvania y termina en el otro, del Capitolio a la Casa Blanca, de la sede del poder legislativo a la del poder ejecutivo. En esta ocasión será terreno conocido. De ahí que las promesas, como la celebración, hayan pasado de la esperanza sin límite al firme pragmatismo.
Obama es hoy un presidente con historial a sus espaldas y con un legado que finalizar durante los próximos cuatro años.
