Rusia e Irán, los dos principales apoyos que todavía tiene Bachar al Asad, se están preparando ya para un hipotético colapso del régimen y estudian propuestas para respaldar un periodo de transición. Así se desprende de diferentes informaciones publicadas sobre todo por la prensa de Turquía, cuyo Gobierno habría planteado un plan concreto al presidente Putin durante la visita que el mandatario ruso realizó a este país a comienzos de mes.
De acuerdo con estas informaciones, Putin mantuvo una actitud receptiva ante las “nuevas ideas” presentadas por sus anfitriones. El Gobierno turco llegó, incluso, a poner fecha a la caída del régimen: en los tres primeros meses del año que está a punto de comenzar. Uno de los principales puntos de la propuesta turca consiste en que Rusia acepte que el proceso de transición sea liderado por la Coalición Nacional, principal agrupación que aglutina a la oposición siria.
Esta Coalición Nacional se ha visto reforzada en los últimos días por dos hechos significativos. El primero ha sido el respaldo internacional que acaba de recibir en la cumbre de Marraqués, ya recogido por los medios de comunicación. El segundo consiste en la adhesión “condicional” del Consejo Supremo Kurdo, que hasta ahora se negaba a reconocer a la Coalición Nacional como órgano representativo de toda la oposición.
El Consejo Supremo Kurdo está integrado por una decena de partidos que mantienen un amplio control sobre las ciudades que, como Kobani, Amuda, Ras al Ain, Dirbasiya, Qamisli y Derik, están junto a la frontera con Turquía, y son un elemento clave para diseñar el futuro sistema político del país. Entre estas fuerzas hay varias que forman parte de la Coordinación Nacional por un Cambio Democrático, la otra gran alianza de fuerzas opositoras, lo cual supone un acercamiento de posiciones con la recientemente creada Coalición Nacional.
Los integrantes de la Coordinación Nacional por un Cambio Democrático han sido siempre partidarios de mantener la diversidad cultural y religiosa del país, propugnan un sistema nítidamente democrático, se oponen a la creación de un Estado islámico y no descartan una negociación con el régimen. Una posición semejante muestran las organizaciones alawíes, cristianas y drusas que también exigen el fin de la dictadura del Baath.
Por otro lado, también estaría dispuesta a aceptar un proceso de transición la República Islámica de Irán que, según una noticia difundida por la web del diario Daily News, ha diseñado un plan para salvar los restos del sistema planteando un alto el fuego bajo supervisión de la ONU, la intervención de organizaciones humanitarias y la creación de un Comité de Coordinación entre las dos partes enfrentadas que daría paso a un gobierno transitorio y a la convocatoria de elecciones.
El hecho de que Rusia e Irán, prácticamente los únicos apoyos internacionales de Bachar al Asad, estén estudiando estos planes de transición es el mayor indicio de que el régimen de Damasco tiene los días contados. Pero la sensación de que nos acercamos al final de la crisis también se acentúa ante las dificultades que tienen las fuerzas gubernamentales para frenar el avance de los rebeldes en todos los frentes, como ha ocurrido en Alepo durante la batalla por la base de Al Mosthat o en el campo de refugiados palestinos de Yamuk, situado en el extrarradio de la capital.
Las informaciones que llegan de estos últimos combates revelan igualmente la complejidad del conflicto ya que las organizaciones palestinas vinculadas a Hamas se habrían puesto del lado de los rebeldes, mientras que los izquierdistas del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General, mayoritarios en el campo, estarían combatiendo en las filas gubernamentales.
De la misma forma, la debilidad del sistema baasista habría sido reconocida implícitamente por las declaraciones realizadas por Faruk al Chara, vicepresidente de Siria y ministro de Exteriores durante dos décadas, al explicar que, al más alto nivel del Estado, se habría producido una fractura entre los que desean una salida negociada y quienes, en el entorno de Bachar al Asad, aun creen posible una victoria militar sobre los rebeldes.
Pero que manera de manipular y falsear la realidad. El gobierno sirio y su pueblo no paran de machacar a los mercenarios enviados por la otan, israel y los monarcas petrogolfos.
Os haceis eco de una información turca, que es como decirle a la otan que como va la cosa.
Por favor dejar de manipular a la opinión publica de una vez y hacer verdadero periodismo ( aunque esa palabra os venga muy, pero que muy grande)
Lo que es necesario es que Bachar se vaya y los mejores para hacerlo no han de ser los que lo han apoyado y defendido hasta ahora… http://entretierras.net/2012/04/15/contra-la-teoria-de-la-conspiracion-en-siria/