Jugando a ser el nuevo Obama

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NUEVA YORK.– Es la pregunta que se hace hasta él mismo: "¿Debería presentarme a un puesto político de más alto perfil?", le pregunta el alcalde de San Antonio Julián Castro a Siri, asistente artificial inteligente del iPhone 4S, en un video de broma producido para una cena benéfica organizada por los medios de comunicación de Texas y recién colgado en YouTube.

Soso, menudo y con cara de niño, Castro, de 37 años, y alcalde desde 2009, protagoniza esta corta parodia plagada de manidos estereotipos latinos, con madre dominante, tequila y chancla incluidos. Se ríe de sí mismo, pero la cosa va en serio.

Hace justo una semana se presentó ante la audiencia nacional con el discurso principal de apertura -denominado keynote - de la Convención Nacional Demócrata de Charlotte, la primera vez que lo pronunciaba un hispano. Y dos días más tarde, obtenía asiento junto a la primera dama, Michelle Obama, durante el discurso de aceptación de la candidatura demócrata a la reelección presidencial de Barack Obama. En las pequeñas, medianas y gigantes pantallas del estadio Time Warner Cable, la imagen constante de un Partido Demócrata que exhibió su patente diversidad; junto a la afroamericana mujer del presidente, dos rostros latinos: el de Julián y el de su hermano gemelo Joaquín, legislador estatal texano y candidato a la Cámara de Representantes de Washington en las elecciones de noviembre.

La comparación se hizo inevitable: ¿Es Julián Castro el Obama hispano? ¿Se convertirá en el primer presidente latino? Y la atención mediática lo confirmaba: sus asistentes de prensa, en los pasillos del estadio, sólo concedían entrevistas con el alcalde a programas de alcance nacional (delante de él, la petición de este reportero fue denegada; minutos más tarde, en el mismo lugar del concurrido pasillo, una periodista de Inside Edition tenía más suerte). Su consagración llegaba el domingo, con su primera aparición en el programa de entrevistas y debate político más importante del país, Meet the Press.

Julián Castro, alcalde de San Antonio (Texas, EEUU) saluda a los asistentes a la Convención Demócrata tras pronunciar su discurso 'keynote', el pasado día 4. / Brian Blanco (Efe)

Desde el año 2004 el discurso keynote ha sido utilizado para catapultar carreras políticas o para ganarse el apoyo de importantes electorados. Fue en aquel año, en Boston, cuando un desconocido senador estatal de Illinois de nombre raro, Barack Obama (tan desconocido que este reportero no tuvo que competir con nadie para hacerle una breve entrevista, horas antes de que se subiera al escenario) cautivó al pueblo estadounidense con una retórica magistral y un mensaje de reconciliación. En 2008, en Denver (donde Obama cerró la convención con otro discurso histórico, meses antes de convertirse en presidente) el honor fue para el ex-gobernador de Virginia Mark Warner, que ese mismo año logró convertirse en senador, empujando su estado de la columna republicana a la demócrata en las presidenciales.

Pero de Warner no se acuerda nadie. Y de las palabras del discurso de Castro, pronunciado con un tono algo anodino, puede que tampoco. El Partido Demócrata conoce la importancia de ganar un alto porcentaje del voto hispano que contrarreste la pérdida de muchos votos blancos este noviembre. Además, quiere mantener en sus manos el escaño en la Cámara de Representantes dejado por Charlie González, puesto que pretende ocupar ahora Joaquín. La historia de Julián y Joaquín encaja perfectamente en la narrativa de un partido diverso que cree en "el sueño americano", donde los nietos de una inmigrante huérfana mexicana pueden llegar a los más altos estratos de la política nacional.

Habrá que esperar unos años para ver si la comparación con Obama no se convierte en odiosa. Por lo pronto, el alcalde de San Antonio ya enfrenta críticas por no hablar bien el español. No es lo suficientemente latino, empiezan a decir algunos, de la misma manera que Obama, durante un tiempo, no era suficientemente negro. Su nombre, a pesar de la correspondiente tilde en la "a", lo pronuncia acentuando la "u".

También encontrará competencia en el partido contrario. El republicano Marco Rubio goza de una mayor popularidad a nivel nacional. Su historia, otra de orígenes inmigrantes y humildes. Tras meses de quinielas que lo situaban como favorito a ser el número dos de Mitt Romney, la Convención Nacional Republicana le reservó el discurso clave de presentación del candidato en Tampa. Su oratoria y su presencia, mucho más pulida que la de Castro. Si Romney no logra vencer en noviembre, el comienzo de una candidatura presidencial de Rubio sí que está casi asegurado. Y es que a pesar de todo, el Obama hispano podría terminar siendo republicano.

2 Comments
  1. Ramón says

    Interesante crónica y sugerente idea la de una hispano en la Casa Blanca. Todo llegara.

  2. celine says

    Se admiten apuestas sobre quién llegará antes, si un hispano o una mujer.

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