Una larga disputa entre dos ex-compañeros de trabajo terminó este viernes con la muerte de ambos junto al rascacielos Empire State, una de las atracciones turísticas más emblemáticas de Manhattan.
Poco después de las nueve de la mañana, Jeffrey Johnson, de 58 años, tiroteó mortalmente a Steven Ercolino, de 41, a las puertas de Hazan Imports, compañía de accesorios femeninos en la calle 33 junto a la Quinta Avenida. Johnson había trabajado como diseñador para esa empresa durante seis años. Hace uno y medio que había sido despedido. Ambos se habían denunciado mutuamente por acoso en abril de 2011.
Cuando Johnson huía por la Quinta Avenida en dirección norte -según el relato de las autoridades- la policía apostada junto a las puertas del rascacielos fue alertada por un obrero de construcción que había presenciado el incidente. Inmediatamente dos agentes abrieron fuego y mataron al presunto homicida. Los disparos alcanzaron a otras nueve personas, causándoles heridas leves.
"Sigue habiendo demasiadas armas de fuego en las calles", sentenció en rueda de prensa junto al lugar de los hechos el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, fuerte defensor de un mayor control en la venta de armas ilegales. A la vez recalcaba el reducido índice de asesinatos que registra anualmente la Gran Manzana, el más bajo de cualquier ciudad de gran tamaño del país.
Las autoridades enfatizaron desde el principio que no se trataba de un incidente de perfil terrorista.
La pistola encontrada junto al cadáver del presunto asesino, una Star del calibre 45 fabricada en España, según informó Ray Kelly, jefe de la policía neoyorquina. Había sido adquirida legalmente en Sarasota, Florida, dijo Kelly al canal local de noticias NY1. Johnson no contaba, sin embargo, con el permiso requerido en Nueva York.
Johnson fue descrito por el encargado de su edificio, en el Upper East Side de Manhattan, como un hombre tranquilo que acudía todas las mañanas al McDonald's cercano portando un ejemplar del periódico The New York Times. Este viernes también salió de casa a su hora habitual. Esta vez no regresó.
Es la segunda vez en dos semanas que la policía mata a tiros a un presunto agresor en una zona turística. El 12 de agosto, un hombre que portaba un cuchillo fue abatido por un grupo de agentes junto a Times Square.