La Caja del Arte acoge por primera vez la muestra de una pintora kurda de Irak

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Chiman, en primer plano y con traje tradicional kurdo, muestra al embajador de Irak en Madrid el cuadro "El baile de mis memorias". Detrás, con chaqueta amarilla, la concejala de Cultura Carolina Barriopedro. / KRG

Tiene 46 años y lleva pintando desde los 13 pero, sobre todo, personifica el protagonismo social por el que, en condiciones nada fáciles, están luchando las mujeres en Irak; ella, concretamente en la región autónoma del Kurdistán, de la que procede. “Cuando empecé, prácticamente no había mujeres pintoras. Aparte de mí, solamente recuerdo otras dos. Ahora hay muchas más y, por lo tanto, también podemos hablar de igualdad de género en el mundo del arte”.

Así se expresa Chiman Ismail, una valiente mujer cuya actividad contradice la extendida idea de que en Oriente Medio la situación de la mujer va de mal en peor. Es cierto que esto ocurre en buena parte de Irak pero, como siempre, la generalización solo consigue deformar la realidad. El desarrollo del arte en el norte del país es un buen ejemplo de ello.

Desde el pasado 19 de abril y hasta el 14 de mayo, la Caja de Arte –el centro cultural de Torrejón de Ardoz (Madrid)- acoge una interesante muestra de esta pintora. No es la primera vez que expone fuera de Irak pero sí la primera que se puede ver en España su obra, con todo el significado que tal hecho lleva consigo.

Uno de los cuadros expuestos que muestra un hombre y una mujer tocando música. / KRG

En total, son 28 cuadros, fundamentalmente óleos, en los que el visitante puede apreciar la forma en que una mujer iraquí concibe, brocha en mano, temas relacionados con la violencia de género, la vida cotidiana, la música o la danza, además de temas más “neutros”, como la variedad paisajística de su lejana y enigmática tierra natal. Una temática que tampoco podía faltar es la campaña de exterminio que toda esta parte de Irak sufrió bajo el régimen de Sadam Husein en los años 80.

La exposición fue inaugurada oficialmente por el embajador de Irak en España, Ziyad Khalid, por el representante del Gobierno autónomo del Kurdistán en Madrid, Daban Shadala, por la concejala de Cultura de Torrejón de Ardoz, Carolina Barriopedro, y por Ahmad Taheri, director del Centro Persépolis, entidad organizadora de esta muestra pictórica.

Chiman Ismail Rashan, que nació en Irak el año 1966, realizó estudios de Arte en Bagdad, graduándose en 1988. Después estuvo dando clases de pintura durante diez años y colaborando con organizaciones no gubernamentales para promover actividades culturales con niños y jóvenes. Actualmente es profesora de la Escuela de Arte de Suleimaniya. Su primera exposición se pudo ver precisamente en esa ciudad el año 1992. A partir de ese momento, su pintura, bien en muestras individuales o colectivas, ha viajado a otras regiones de Irak, Alemania, Holanda, Francia, Canadá, Corea y Japón.

“Todos los cuadros tienen su historia, muchas veces reflejando los trágicos acontecimientos de mi región”. Concretamente, se refiere a los dos lienzos dedicados a la denominada “Campaña Anfal”, que supuso la destrucción de unos 4.000 pueblos y la muerte de unas 180.000 personas. Con ese nombre, sacado de un versículo del Corán, el Gobierno de Sadam Husein intentó maquillar una operación militar que, en realidad, tenía como objetivo final exterminar a la población kurda de Irak. El término “Anfal”, ahora sinónimo de genocidio, aparece en el Corán cuando Mahoma justifica la aniquilación y el despojo de los enemigos del islam.

Por esa razón, explica Chiman, estas dos pinturas –tituladas “Anfal” y “Mujeres esperando”- “están pintadas con colores muy oscuros, grises y azules”. “Es muy curioso –señala la pintora- que cuando los funcionarios del centro cultural montaron la exposición, colocaron los dos uno al lado del otro, pese a que no llevaban título ni yo estaba allí para explicar su relación. Los colgaron uno al lado del otro por la sensación de tristeza y dolor que transmiten”.

Hablando de su estilo, Chiman dice que ella no solo pinta “cosas bonitas” sino también emociones. “Creo que es muy importante transmitir los sentimientos, hablar de los acontecimientos, tanto buenos como malos, reflejar así la vida, tal y como es, con sus alegrías y sus penas”. “La influencia de los acontecimientos ocurridos en los últimos años es enorme en mi pintura”, añade Chiman, quien vuelve a colocar otro ejemplo de este apego a la realidad, en este caso relacionado con la violación de los derechos de la mujer.

Chiman explica al embajador iraquí el significativo valor del cuadro "El dolor de Dua". / KRG

Se trata del cuadro “El dolor de Dua”, que se refiere a “la historia real de una joven kurda cruelmente asesinada por escaparse con su novio debido a que era de una religión distinta a la de su familia”. Dua, de religión yezidi, fue apedreada hasta la muerte en su aldea porque su amante era musulmán.

La relevancia que tuvo este “crimen de honor” consistió en que uno de los presentes pudo difundir la lapidación por internet utilizando un teléfono móvil y el conocimiento de lo ocurrido provocó graves disturbios en varias ciudades, donde cientos de jóvenes kurdos protestaron contra la persistencia de estas atávicas venganzas. Por su parte, decenas de asociaciones de mujeres convocaron manifestaciones y marchas por pueblos y ciudades exigiendo un código penal que castigue duramente los “crímenes de honor”.

“He nacido en el Kurdistán, soy kurda y eso significa que llevo dentro de mí todo el dolor y el sufrimiento de mi pueblo. Como artista aún lo siento con mayor intensidad y por eso lo expreso a través de mis cuadros”. Chiman Ismail no ha dejado escapar la ocasión de visitar Barcelona, recorrer las salas del Museo Picasso y, ya en Madrid, conocer el Museo del Prado. “He visto los trabajos de Goya; me han impresionado; no olvidaré nunca el color en Goya, los cuadros de Picasso…”

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