NUEVA YORK.– La conciencia de todo un país durmió el miércoles más tranquila tras el arresto y la acusación de George Zimmerman en Jacksonville, Florida. Mes y medio de sorpresa, indignación e ira, en la calle y en las redes sociales, que ahora desemboca en un cargo de asesinato en segundo grado presentado por la fiscal especial del caso.
No les devolverá a su hijo. Pero con el arresto de Zimmerman al menos los padres de Trayvon Martin podrán comenzar el proceso de recuperación emocional. Así reaccionaban Tracy Martin y Sybrina Fulton a la noticia de que semanas después de la muerte de su hijo adolescente, la fiscal Angela Corey había finalmente decidido procesar al hombre que reconoció haberle matado.
El caso lleva desde finales de febrero agitando la conciencia de un país que mediante los sistemas educativo, laboral y judicial -y con los medios de comunicación como caja de resonancia- ha convertido al hombre joven de raza negra en perpetuo sospechoso.
"Si yo tuviera un hijo, se parecería a Trayvon", declaró el presidente Barack Obama el 23 de marzo, una vez le fue imposible al primer presidente afroamericano de Estados Unidos continuar con su silencio.
Las grabaciones del servicio de emergencia que contactó Zimmerman la noche del 26 de febrero, junto a los relatos intermitentes de diferentes testigos, dibujan una escena de sospecha, miedo, confusión y trágico final. El excesivo celo con el que un vigilante voluntario de barrio realizaba su misión pudo provocar un innecesario altercado que terminó con la vida de un joven desarmado. Zimmerman, de padre blanco anglosajón y madre peruana, alegó haber sido atacado por Martin, al que llevaba minutos persiguiendo en una urbanización de Sanford, al norte de Orlando. Tras una confrontación y un forcejeo, dijo el acusado en declaraciones a la policía, le disparó en defensa propia, acción permitida en Florida por la ley conocida como "Stand your ground", algo así como "haz respetar tu territorio". Una vez interrogado tras el incidente, Zimmerman fue puesto en libertad.
"No llegamos a esta decisión a la ligera", recalcó en rueda de prensa el miércoles la fiscal Corey, tras meses de inacción por parte de las autoridades. "Déjenme que enfatice que no procesamos por presión pública o por petición".
De ser hallado culpable, Zimmerman podría enfrentar una pena máxima de cadena perpetua. Mientras tanto, ya son muchos los políticos, incluído el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, que piden reformar las leyes de tipo "Stand your ground", presentes en más de una decena de estados.
Después de semanas de debate en la escena pública será difícil llegar a una conclusión objetiva de los hechos. Más complicado aún será cambiar las percepciones y prejucios de un país todavía lejos de esa América post-racial que muchos auguraban tras la llegada de Obama a la Casa Blanca.