Los tuaregs llevan la «revuelta árabe» al corazón del Sáhara

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Miembros del CMA señala las islas Canarias, también representadas en esta organización, sobre un mapa del norte de África. La mancha morada representa el Azawad de los tuaregs. / CMA

El Congreso Mundial Amazigh (CMA), que aglutina a distintos grupos bereberes y tuaregs del norte de África, ha salido al paso de las informaciones que asocian los recientes combates entre fuerzas tuaregs y el Ejército de Mali con el retorno de ex combatientes de Libia, asegurando que la nueva crisis responde al incumplimiento de los acuerdos de paz firmados hace una década por el Gobierno de Bamako.

De acuerdo con las citadas informaciones, una vez derribado el régimen de Gadafi, grupos de milicianos, con gran experiencia bélica debido a la guerra de Libia, habrían reforzado a algunos movimientos armados surgidos en torno a las revueltas árabes, como el Ejército Libre de Siria. Lo mismo habría ocurrido con los grupos tuaregs que, desde hace veinte años, luchan en Níger y Mali por la independencia de Azawad, un territorio dividido entre estos dos países, Argelia, Libia y Burkina Faso en el corazón del Sáhara.

Según esta interpretación, el retorno de los ex combatientes habría supuesto un importante refuerzo para el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA), llevándole a tomar de nuevo las armas. El CMA rechaza esta interpretación y responsabiliza al Gobierno de Mali de continuar su política represiva, dilapidando de esta forma las expectativas cradas tras los acuerdos de paz.

Los citados acuerdos, establecidos inicialmente en 1992 y complementados con los de 2006, incluían reformas constitucionales para instaurar una autonomía en los distritos de Tombuctú, Gao y Kidal, además de integrar a los milicianos en las fuerzas armadas regulares, garantizar la seguridad de la zona frente al terrorismo islámico y llevar a cabo una serie de inversiones para hacer frente a la progresiva extinción de su tradicional forma de vida, basada en la ganadería, el contrabando y la conducción de caravanas por el desierto.

El CMA asegura que, en vez de aplicar los acuerdos de paz, el Gobierno de Bamako ha reanudado sus ataques a la población civil, ha abandonado a su suerte a este pueblo en una zona donde también actúan los grupos yihadistas de Al Qaeda y ha desviado inversiones millonarias destinadas al norte de Malí hacia otras regiones del país. En este sentido, pone el ejemplo  de varios millones de francos africanos (CFA) en ayudas internacionales aprobadas para desarrollar esta región. Tal y como ha denunciado el diputado Ibrahim Ag Mohammed, apenas el diez por ciento de esta cantidad habría llegado a su destino.

Símbolo del Movimiento Nacional de Azawad en francés, bereber y árabe con el mapa de la zona norte de Mali.

Asimismo se refiere  de las detenciones y torturas infligidas a Mussa Ag Acharatouman y Boubacar Ag Fadil, impulsores del llamado Movimiento Nacional de Azawad (MNA), una organización pacífica que surgió el año 2010 en Tombuctú para defender de forma pacífica los derechos de la población autóctona. El MNA ofreció un diálogo al Gobierno para “resolver de forma definitiva las cuestiones relativas a la población de Azawad”. “En lugar de apostar por el diálogo –denuncia el CMA-, el Gobierno de Malí optó por la mano dura, deteniendo a Moussa Ag Charatouman y Boubacar Ag Fadil, que estuvieron quince días en los locales de la policía de Bamako donde fueron interrogados y sometidos a torturas”. Ahora, los jóvenes del MNA y otros antiguos guerrillers tuareg respaldan la ofensiva del MNLA, en el que se han integrado también antiguos militantes del Movimiento Popular de Azawad y de la Alianza Democrática para el Cambio.

De acuerdo con otras interpretaciones, el incumplimiento de los acuerdos de paz y la marcha atrás del Gobierno de Bamako respecto al problema tuareg está motivada, en el fondo, por la oposición de Argelia a su aplicación, ya que la instauración de un autonomía tuareg en el norte de Malí provocaría un efecto contagio en la región meridional de este país, habitada igualmente por este pueblo.

El hecho es que, desde el pasado 17 de enero, fuerzas del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad y del Ejército regular están combatiendo en la zona situada entre las ciudades de Gao, Kidal y la frontera argelina. Los combates, según los datos facilitados por el MNLA, se habrían desarrollado fundamentalmente en torno a las localidades de Tinzawatene, que habría caído en manos de los insurgentes, Menaka y Aguelhok. La reanudación de la guerra de Mali ha provocado ya el éxodo de varios miles de refugiados, que han huido fundamentalmente a Mauritania, donde se están levantando campamentos de acogida. El MNLA igualmente informa que cientos de refugiados habrían pasado las fronteras de Argelia, Níger y Burkina Faso.

El MNLA da especial importancia a la toma de Tinzawatene, no solo porque es un estratégico nudo de comunicaciones próximo a la frontera argelina, sino porque se cree que el MNLA se habría hecho, al tomar los cuarteles del Ejército, con una gran cantidad de armamento moderno facilitado a las fuerzas de Bamako por Estados Unidos y países de la Unión Europea para combatir a Al Qaeda en esta parte de África.

También de acuerdo con las denuncias del MNLA, helicópteros artillados habrían atacado campamentos de refugiados en la zona de Kidal, mientras que en Tombuctú habrían sido detenidas la madre y la esposa del coronel Kommo, un oficial del Ejército que se ha unido a los rebeldes. Si no cesan estas operaciones de castigo, el MNLA amenaza al Gobierno de Bamako con extender la guerra al resto del país, incluso más allá del territorio del Azawad, que comprende solo su región más septentrional.

3 Comments
  1. atila says

    Apoyo la insurgencia tuareg para lograr su liberacion, ojala puedan lograrlo, ya es hora de un Estado tuareg en el sahara y el sahel

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