Irán, prácticamente el único apoyo que le queda al régimen sirio en Oriente Medio, está soltando amarras con el Gobierno de Bachar al Asad, sumido en una sangrienta campaña represiva que ya solo puede desembocar en una guerra civil, como en Libia, o en el desmoronamiento definitivo del sistema baasista.
De acuerdo con el órgano oficioso del Movimiento Verde iraní –Irangreenvoice-, que cita fuentes diplomáticas cercanas, el embajador la República Islámica en Damasco habría informado a las autoridades sirias de su intención de abandonar el país. Incluso, el órgano de expresión de “los Verdes” especifica que el Gobierno de Bachar al Asad habría mostrado al embajador, Ahmad Mousavi, su disgusto por esa decisión, pidiéndo al representante iraní que reconsiderara su decisión. Finalmente, el embajador habría aceptado continuar en Damasco hasta el final del Ramadán, que este año coincide con el mes de agosto.
Aunque Ahmad habría colocado como excusa el deseo de presentarse como candidato en las próximas elecciones parlamentarias iraníes por el distrito de Ahwaz (sur de Irán), las citadas fuentes diplomáticas aseguran que, en realidad, este abandono es una clara señal de que la República Islámica comienza a marcar distancias respecto al régimen sirio ante su hipotético colapso.
De hecho, las mismas fuentes informan que parte de la numerosa legación diplomática iraní en Siria ya habría hecho las maletas, enviando a sus familias a ciudades o zonas fronterizas con el Líbano para que, de esta forma, no queden atrapadas en la capital si se produce un repentino desmoronamiento del régimen y puedan ponerse a salvo más rápidamente en el país vecino. Otros ciudadanos iraníes habrían restringido sus movimientos dentro del país o se estarían preparando para abandonarlo ante el temor de que, en tal situación se conviertan en blanco de las iras de la población.
En las manifestaciones que están ensangrentando Siria desde hace meses se suelen producir gritos tanto contra la República Islámica de Irán como contra el grupo libanés Hezbolá, que no han dudado en apoyar a Bachar al Asad incluso en los momentos más duros de la represión. Existe el convencimiento general, y así lo ha denunciado el propio Movimiento Verde, de que agentes especializados en las nuevas tecnologías de la comunicación llevan tiempo trabajando, codo con codo, con los servicios secretos sirios para perseguir y bloquear las redes sociales de internet por las que se transmiten las consignas y las informaciones sobre el movimiento opositor.
Irán y Siria dieron publicidad el pasado mes de diciembre, a través de la agencia oficiosa Isna, a un convenio en esta materia. Según este acuerdo, Irán suministraría información, tecnología e instructores al Gobierno de Bachar al Asad, además de crear una compañía conjunta en Tecnologías de la Información y la Comunicación. El convenio fue firmado en Teherán por Abdul Ghani Sabouni, ministro sirio de Comunicación y Tecnología, y por Mohammad Suleimani, su homólogo iraní en esta materia. Se considera que la Policía iraní es una de las mayores expertas en la persecución de las redes por internet, debido a que esta vía de comunicación es profusamente utilizada por los movimientos opositores de la República Islámica.
Ambos países mantienen desde hace años una misma posición estratégica ante las políticas occidentales en Oriente Medio y en concreto ante el problema palestino. Por esta razón, Teherán no ha dejado de apoyar a Damasco en estos últimos meses, enviando tanto asesores como armamento. Recientemente, en una aduana turca se detectó, durante una inspección rutinaria, un camión cargado de armas iraníes que intentaba entrar en Siria.
Producto de esta política estratégica común, Teherán ofreció ayuda financiera y militar a Damasco para construir una nueva base de utilización conjunta en la ciudad portuaria de Latakia, precisamente la que ha sido salvajemente bombardeada por tierra y por mar estos últimos días. En el caso de que desaparezca el Gobierno de Bachar al Asad, todos estos proyectos estratégicos quedarían anulados. En este sentido, el agravamiento de la situación dentro de Siria estaría haciendo replantear al Gobierno de Ahmadineyad su posición hacia Damasco.
El tema Siria es tan complejo. y hay tanta desinformación en los medios institucionales, que hay que ir con sumo cuidado.
No olvidemos la situación estratégica de este país. Es un peón esencial en el juego estadounidense por un nuevo orden en Oriente Medio, que prosigue su política de dividir para reinar. Basta con mirar un mapa para ver la implicación extrema que tiene.
No olvidemos tampoco el millón largo de refugiados de todo pelo proveniente de Irak que tiene que absorber Siria.
Assad ya tenía previsto una serie de modificaciones en el país, pero no le dieron tiempo ni para empezar a aplicarlas. Que él tanto como Irán quieran protegerse de las infiltraciones de todo pelo me parece hasta normal. Otros lo hacen y no se critica.
El régimen baasista es laico. Se protegió hasta ahora de los Hermanos Musulmanes, pero ahora -gracias al caos creado- se están infiltrando por todos lados. ¿Una guerra civil? ¿En provecho de quién?
De nuevo da la sensación de que occidente está metiendo la pata como ha venido haciendo históricamente en el mundo musulmán: dejan que expiren los regímenes laicos y acaban alimentando a los allatolás y demás ralea. Seguro que había otra forma de pedir a El Assad que no reprima tan salvajemente a su gente. No hablemos del affaire Libia y Gaddafi. ¿Hay quien de verdad entienda esa guerra fuera de que Libia poseee el petróleo de más calidad del mundo? Occidente dando ejemplo de moralidad, de nuevo.