Las principales organizaciones humanitarias exigen una comisión internacional en el Sáhara

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Los activistas Isabel Terraza y Antonio Velázquez, a su llegada al aeropuerto de Gran Canarias, el pasado miércoles, procedentes del Aaiún, / Elvira Urquijo (Efe)

Amnistía Internacional y Human Rights Watch, las dos principales organizaciones internacionales en defensa de los derechos humanos, se han sumado a la exigencia de que se cree una comisión internacional para investigar lo que está pasando en el Sáhara Occidental. En solo una semana, Amnistía Internacional (AI) ha conseguido reunir más de  72.000 firmas respaldando su solicitud para que se realice una investigación independiente. Según afirma esta organización, “ante la magnitud de los hechos y la incertidumbre sobre lo que realmente ocurrió en Gadaym Izik (Campamento de la Dignidad), es necesario que las autoridades marroquíes abran de forma inmediata una investigación independiente para conocer a ciencia cierta lo que sucedió”.

Para ello, AI considera necesaria la participación en esta comisión de las Naciones Unidas, además de solicitar que la MINURSO, el organismo de la ONU encargado de vigilar el alto el fuego con el Polisario, sea dotada con una sección o equipo específicamente dedicado a la “vigilancia de los derechos humanos”, ya que, según se ha demostrado con los sucesos de El Aaiun y el Campamento de la Dignidad, su actual composición no permite investigar de forma adecuada las violaciones que en esta materia se han cometido. En unos términos muy parecidos se ha expresado Peter Bouckaert, el enviado de Human Rights Watch a la antigua colonia española, quien, en declaraciones a la cadena Ser, ha exigido el “despliegue inmediato de un contingente de la ONU que se ocupe de los derechos humanos”.

Ambas organizaciones insisten en la necesidad de abrir esta investigación para romper el muro de silencio que se ha levantado en el Sáhara Occidental tras unos hechos que las organizaciones de solidaridad con el pueblo saharaui no dudan en calificar de “etnocidio”. Precisamente Peter Bouckaert ha sido una de las pocas autoridades independientes que ha comprobado personalmente el alcance de la represión contra la población autóctona y en especial contra los militantes saharauis. De acuerdo con su testimonio, muchos de los saharauis detenidos han sido golpeados hasta perder el conocimiento.

“Estamos hablando de casos graves de tortura -explicó el representante de Human Rights Watch-. La mayoría de los detenidos que hemos podido entrevistar no podían moverse ni caminar debido a la gravedad de las lesiones”. También explicó este activista que los saharauis heridos no se atreven a ir a los hospitales porque en las puertas de ingreso la policía  también les golpea y que en algunos centros sanitarios los médicos se han negado a atender a los heridos.

Por otra parte, representantes de  México, Venezuela, Ecuador, Perú, Uruguay, Brasil y El Salvador en el Parlamento Latinoamericano han firmado una resolución en la que, igualmente, exigen a las Naciones Unidas que intervengan de forma inmediata para garantizar los derechos humanos y el derecho internacional en el Sáhara Occidental. El escrito, que está encabezado por la senadora mejicana María de los Ángeles Moreno, secretaria general del Parlamento Latinoamericano, condena la brutal represión sobre la única nación árabe de lengua española, recuerda que la sentencia del 16 de octubre de 1975 del Tribunal Internacional de La Haya determina que  "el Sáhara Occidental no tiene lazos de soberanía ni con Marruecos ni con Mauritania, por lo que se debe aplicar el derecho a la libre determinación" y que el 20 de diciembre de 1965 las Naciones Unidas reconocieron el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.

Sobre lo que está sucediendo en El Aaiun, las organizaciones de apoyo al pueblo saharaui siguen informando de allanamientos de viviendas, citando algunos ejemplos concretos como los de la familias Mohamed Sidi Ibrahim en Rachidia; Ahl Busufa en Skekima; Taglabut Mohamed en el barrio de Fath; Ahl Taglabut en Fachtali, la familia del ex preso político Falia Hassana Aleya, y la del conocido notable saharaui Bahia Nauf, que, según estas fuentes, fue insultado y maltratado en su propia casa.

Sobre los lugares a donde la policía marroquí está llevando a los detenidos, estas organizaciones citan las prisiones de Sale, que se encuentra en Marruecos,  en la que habrían ingresado últimamente Nama Asfari, Abdelahi Lekhfauni, Banga Cheik, Mohamed Burial, Larosi Abdelyalil, Bani Mohamed, Mohamed Ayubi y Taki Machdufi, y la tristemente famosa Cárcel Negra de El Aaiun, a donde habrían sido conducidos Imad Narjah, Hicham Elkhair y Abdelwahab Mayuf.

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