De acuerdo con fuentes saharauis, ayer, en las proximidades de El Aaiun, se encontraron los cuerpos de otras ocho personas muertas durante el asalto al Campamento de la Dignidad y los enfrentamientos que después se extendieron a la capital del Sáhara Occidental. Según estas informaciones, cuatro de las nuevas víctimas habrían sido localizadas entre el barrio de Hay El Awda y el río Saguia al Hamra; otros tres cadáveres aparecieron junto al citado cauce fluvial, y, finalmente, la octava víctima sería un niño de siete años muerto en la zona de Duerat. De los tres cuerpos encontrados en Saguia al Hamra, dos tenían disparos y el otro habría fallecido tras ser arrollado por un vehículo policial.
El Frente Polisario sigue elevando tanto la cifra de muertos durante la “intifada saharaui” como el número de heridos y desaparecidos. Algunas de las fotos difundidas por residentes en El Aaiun muestran un camión, vigilado por fuerzas antidisturbios, en el que, aparentemente, aparecen varios cuerpos amontonados y cubiertos con sábanas, mientras en las aceras colonos marroquíes se dedican a destrozar comercios en una barrio habitado por población autóctona.
Según estas fuentes, la sublevación saharaui se mantiene en los barrios de Matala y Haimatar, donde ayer se seguían registrando violentos enfrentamientos con la policía marroquí, cuyo despliegue algunos testigos califican de “escalofriante”. Ante la imposibilidad de confirmar estos extremos, los vídeos y las fotografías divulgados a través de internet evidencia que la situación está muy lejos de la normalidad que, de acuerdo con el Gobierno marroquí, habría vuelto a las calles.
Las asociaciones de solidaridad con el pueblo saharauis siguen insisten en que se están produciendo detenciones en masa, que hay decenas de jóvenes desaparecidos y que una base militar situada al norte de El Aaiun se estaría acondicionando como campo de concentración.
También se informa que el despliegue policial y de unidades antidisturbios se ven reforzadas por grupos de civiles organizados como fuerza auxiliar y que desde los vehículos policiales se incita a los colonos marroquíes para que se lancen al asalto de los barrios mayoritariamente saharauis, como Las Villas, Hay Matala y Skeikima.
Ante el grado de violencia que ha alcanzado la represión, el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, ha solicitado formalmente a las Naciones Unidas que envíen a El Aaiun una comisión investigadora y fuerzas de interposición para proteger la vida de sus habitantes.
En su comunicado, el presidente saharaui pide, textualmente y “de forma urgente, el envío de un dispositivo de seguridad de la ONU a El Aaiun ocupado, dentro de las responsabilidades de la organización internacional en el Sáhara Occidental, un territorio que todavía no goza del derecho a la autodeterminación, para asegurar la protección y seguridad de las vidas y derechos de los ciudadanos saharauis ante la brutalidad y violencia de las fuerzas de ocupación marroquíes”.
Igualmente, Mohamed Abdelaziz señala que la situación en esta ciudad “puede conducir a graves consecuencias” y que estos crímenes se están cometiendo en presencia de la MINURSO, la misión que las Naciones Unidas tiene desplegada en el Sáhara Occidental para organizar el referéndum de autodeterminación. Finalmente, el presidente saharaui solicita también a la ONU que envíe “una misión investigadora para esclarecer estos crímenes que todavía están en curso”.
Ya no se trata de tener o no tener razón sobre el conflicto del Sáhara. Se trata del derecho a la vida y a las libertades democráticas básicas: expresión, reunión, manifestación. Valorando esto sólo hay un culpable: Marruecos, y un gobierno que se tapa los ojos, aludiendo a los intereses nacionales: el español.