La confianza en los periodistas, en horas bajas

Últimamente periodistas y medios no parecen disfrutar de una imagen demasiado boyante. Así lo ha vuelto a poner de manifiesto un reciente estudio de la consultora YouGov, que revela que alrededor de dos tercios de los británicos (el 64%) confían más en las contribuciones que los autores de la Wikipedia realizan en esta plataforma que en los artículos que publican los periodistas en sus respectivos medios.

Los datos que arroja esta investigación, llevada a cabo hace unos días en Gran Bretaña y centrada en el uso de Wikipedia, son claros y contundentes y demuestran que la confianza depositada por parte de los británicos en la enciclopedia libre de Internet está muy consolidada y por encima de aquella que se otorga a los profesionales que se supone son los encargados de contar la verdad de aquello que ocurre en el mundo.

El análisis de la confianza que tienen los británicos en este caso en los medios y periodistas tuvo lugar en octubre pasado a raíz del escándalo que golpeó al ex ministro conservador Andrew Mitchell por un enfrentamiento en la calle con agentes policiales. Se clasificó entonces a los periodistas en varios grupos: los que trabajan para la BBC, aquellos que desarrollan su labor en la ITV, los profesionales de los periódicos de prestigio y gran tirada, los que pertenecen a aquellos periódicos de "mercado medio" y, finalmente, los que escriben en los calificados como periódicos sensacionalistas. De todos ellos, los periodistas de la BBC son los que han recibido un mayor nivel de confianza (61%), seguidos de los de la ITV (55%) y de los que trabajan en grandes periódicos (45%). Muy por debajo de esos porcentajes se sitúan los otros dos grupos, con un 22% y un 13% respectivamente.

El estudio también revela que el 52% de los británicos utiliza la Wikipedia para la investigación y la mayoría de los encuestados afirma confiar en los autores de los contenidos que se publican en esta plataforma. Todo ello a pesar de que todos estos contribuyentes no son profesionales y no perciben remuneración alguna por generar las entradas en Wikipedia.

Lo cierto es que esta investigación vuelve a poner sobre la mesa la falta de confianza que los ciudadanos, en este caso concreto los británicos, tienen en la labor de los periodistas y en sus informaciones, lo que puede relacionarse de forma directa con la complicada situación por la que atraviesa la profesión y los medios, muy resentidos por la poca credibilidad que generan en la sociedad, además por supuesto de los problemas de índole económica. Recientemente se conocía un ranking sobre las mejores y peores ocupaciones en el que la profesión de periodista se colocaba en el puesto 199 de 200, siendo la segunda peor valorada solo por detrás de la de leñador.