"Opportunity Valley" es el último trabajo de Hugo Pardo, investigador y autor de "Geekonomía" y "Planeta Web 2.0", que en esta ocasión analiza, por un lado, la transformación digital que han experimentado empresas, instituciones y personas en su día a día y, por otro, las oportunidades que han perdido después de treinta años de "digitalismo", término que este autor utiliza para denominar los procesos de cambios que ha traído el nuevo paradigma tecnológico.
El trabajo, que no es un libro sin más sino un proyecto multimedia integrado también por un conjunto de vídeos y buenas prácticas, aborda las múltiples posibilidades que viene ofreciendo el entorno digital y que, sin embargo, muchos agentes que participan en él, especialmente las empresas, no están aprovechando al máximo. Es por ello que también habla de las lecciones que aún no se han aprendido durante estas tres décadas de constante transformación y empuje para cambiar el mundo.
Según explica Pardo a cuartopoder.es, "Opportunity Valley" recoge casi 100 lecciones después de treinta años de cultura digital y que afectan al mundo del trabajo y de las empresas, las redes profesionales, el aprendizaje, la comunicación con el público y los stakeholders, la divulgación del conocimiento científico y la economía colaborativa, entre otros. En este sentido, destaca la "mayor simplicidad y ahorro de tiempo en la producción, distribución y gestión, lo que ha posibilitado la creación de nuevos mercados basados en el ahorro de tiempo en las transacciones". Asimismo, es fundamental el cambio que se ha producido en el ámbito de las relaciones personales. "El deseo de comunicación digital entre personas es directamente proporcional a las posibilidades de hacerlo fácilmente, gratis y redes atractivas", asegura Pardo para añadir que la experiencia comunicativa que proporciona hoy la combinación de la llamada Web social y los dispositivos móviles será superada en un futuro no muy lejano por la incorporación de Internet de las cosas o la geolocalización.
Hay un cambio que, para este investigador y profesor universitarios, es fundamental y es la economía de la reputación. Según indica, "en el siglo XX, antes del digitalismo, la legitimidad era concedida por las grandes autoridades sociales, esto es, el Estado, la Universidad y las corporaciones. En las sociedades más pequeñas, también era concedida por el grupo. Pues bien, la contracultura digital ha roto con estos monopolios y ha creado varios mecanismos informales de otorgamiento de legitimidad entre pares tanto a nivel de personas como de las organizaciones".
No olvida tampoco analizar el fenómeno del consumo colaborativo, ahora en pleno auge. En este sentido, apunta que "en treinta años de evolución de la contracultura digital, se ha pasado de compartir ideas, textos, archivos y código software a compartir masivamente cosas físicas". Y asegura que "estos intercambios son similares a los que se han realizado siempre en las pequeñas comunidades, pero a escala global". "La tecnología -añade- está reinventando viejas formas de confianza, pero a una escala hiperconectada fomentada por plataformas desintermediadoras". Hugo Pardo explica que "el consumo colaborativo conecta creadores con consumidores en un mercado diseñado a medida y dando un nuevo valor económico a la capacidad ociosa de los objetos".