Lo que hasta hace poco se veía como algo muy lejano, parece que empieza a convertirse en una realidad. Hace unos días, el gobierno alemán aprobó un polémico proyecto de ley por el que los motores de búsqueda deberán pagar a los medios alemanes por mostrar sus titulares en los resultados de búsqueda y usar técnicas de agregación de noticias. Con esta decisión, que afectará directamente a Google News, principal servicio de este tipo, Alemania daba un paso al frente para impulsar una forma de "copyright" que permitirá a los editores de este país obtener ingresos por el uso que los buscadores hagan de su material informativo.
El proyecto de ley aprobado no era, sin embargo, tan estricto como se había planteado a lo largo de sus primeros borradores. En éstos se contemplaba el pago de la tasa por enlazar a contenidos informativos o citar artículos, lo que había desatado una enorme controversia en el sector editorial que había trascendido fronteras. Lo cierto es que la versión final incluye el pago por la copia de fragmentos de los artículos originales. Asimismo, y en contra de lo que se había recogido con anterioridad, la norma deja fuera a blogueros, organizaciones sin ánimo de lucro o particulares, que podrán seguir haciendo uso de las noticias publicadas en esos medios.
La aprobación de este polémico proyecto de ley ha sido muy bien recibido por sus impulsores, tanto la Asociación Alemana de Editores de Diarios (BDZV) como la de Editores de Revistas (VDZ), que consideran de justicia que empresas como Google pasen por caja y paguen a los periódicos por la utilización del trabajo que ellos no hacen. De esta manera, Alemania se convierte en el primer país que promueve este tipo de medidas, abriendo el camino a que otros estados, presionados por las organizaciones de editores, reclamen un impuesto o tasa similar para los buscadores.
La lucha emprendida contra Google en varios países del entorno europeo ha adquirido otros tintes debido a la aprobación de este proyecto de ley. Ya hace tiempo fue Bélgica la que intentó que el todopoderoso buscador abonara una cantidad por el uso de las informaciones. En aquel país no fue posible y los diarios tuvieron que dar marcha atrás a sus reivindicaciones al decidir Google borrarles de su base de medios, comprobando de forma inmediata cómo caía el tráfico de sus webs, uno de los principales temores que han de manejar los editores a la hora de presionar en esta dirección. En Alemania, sin embargo, lejos de repetirse esta circunstancia se ha logrado sacar adelante una norma que seguirá dando mucho que hablar, entre otras razones, porque es más que probable que se extienda a otros lugares.
En España, sin ir más lejos, la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) ha recibido con cierto entusiasmo el proyecto de ley alemán y así lo ha puesto de manifiesto esta organización tras conocer la decisión, pues podría sentar las bases para que Europa cambiara su rumbo y adoptara medidas que, a su juicio, "salvaguarden la propiedad intelectual de los contenidos de los diarios". Una "protección" que llevan reclamando desde hace tiempo y que entienden imprescindible para el futuro de la prensa.
En el otro lado está Google, que trata de zafarse de este tipo de regulaciones desde hace años y que argumenta que proyectos de ley como el alemán entorpecen el desarrollo de Internet, así como menoscaban la libertad de información en Alemania. No olvidan desde la compañía americana otro perverso efecto, en este caso, de cariz económico: las pérdidas a las que se pueden enfrentar los diarios dada la caída de las visitas a sus páginas web.