#MonederoPodemosM4 llegó a ser trending topic mundial ayer. En los últimos días también lograron ser tendencia a nivel global #Razones31e e incluso #NoPodemos, lanzado el pasado domingo en respuesta al anterior hashtag, que dominó la llamada Marcha del Cambio hace hoy siete días.
España, país que tradicionalmente ha sido tildado de pasota y complaciente con las cuestiones políticas, parece haber reaccionado y en los últimos meses se ha echado a las redes sociales para alzar la voz, tanto hacia la izquierda como hacia la derecha, y hacerse oír. De la misma manera, los partidos políticos parecen haber entendido al fin el poder de las plataformas 2.0.
Todas las formaciones políticas, de alguna u otra manera, están presentes en canales como Twitter y Facebook desde hace años, aunque en muchos casos lo han hecho dando palos de ciego o utilizando las redes en una única dirección sin darse cuenta de que fundamentalmente son conversación.
Sin embargo, desde hace un par de años y, sobre todo, desde que Podemos usara los canales 2.0 para fundamentar su nacimiento y popularización durante las pasadas elecciones europeas celebradas en mayo de 2014, los partidos parecen haberse concienciado de que no pueden existir dándole la espalda a las redes sociales y arengan a sus seguidores con mensajes fáciles de consumir y aprovechan para lanzar dardos 2.0 a las formaciones rivales.
En este nuevo campo de experimentación, el principal terreno de batalla es Twitter, red de información por excelencia, donde se lanzan mensajes políticos que han adquirido mayor relevancia últimamente como consecuencia del clima social tenso que se respira en la calle. Las redes sociales no son más que un fiel reflejo de la vida cotidiana pero trasladada a Internet.
Los mensajes de los líderes de opinión son retuiteados hasta la saciedad y, como hemos visto estos días, los hashtags que se escogen para dar unidad a sus movimientos sociales se convierten en tendencia internacional. También triunfan aquellos que surgen al conocerse noticias relevantes, posibles casos de corrupción o, simplemente, nacen de las manifestaciones espontáneas de opinión de muchos ciudadanos.
Hay quienes quieren ver en estos trending topics políticos el resultado de una maquinaria política organizada, con centenares de usuarios bots provocando que los mensajes se reproduzcan masivamente pero de forma artificial. Twitter tiene los mecanismos para frenar este tipo de acciones, pero lo que no controla la red de microblogging son los efectos “bola de nieve” que se producen de manera natural. Principalmente, porque no tiene por qué frenarlos, ya que forman parte de la esencia misma de la red social.
A los ciudadanos les preocupan una serie de temas, y esos son los que se convierten en tendencia local, nacional o global. En temas políticos, tan dados a la crítica o la opinión visceral, se produce ese fenómeno viral con mayor rapidez. Los partidos políticos mueven a tantos seguidores que el boca-oreja se expande como la pólvora a través de miles de mensajes que producen otros miles de respuestas, retuiteos y mensajes que provocan el llamado “efecto aluvión” en Twitter.
Pero, ¿cuáles son las razones por las que estos mensajes viralizan con tanta velocidad y, en ocasiones, incluso virulencia?. Podemos analizarlos:
- Conocimiento de la plataforma. Las formaciones, los líderes políticos, han entendido que las redes sociales no son únicamente un altavoz para sus mensajes en forma de titulares y han comenzado a utilizar Twitter de otra manera, dando también voz a sus seguidores. Ya no sólo sirven para lanzar sus propuestas, sino para generar conversación. La suma de todas estas voces permite una mayor difusión de sus ideas de manera indirecta gracias a las respuestas y retuiteos.
- Brevedad. La posibilidad de enviar mensajes directos, claros, con ideas breves y definidas que se quedan más fácilmente en la cabeza de los seguidores, hace que sea más fácil el generar un discurso común. Los usuarios asimilan de manera más natural las pequeñas píldoras de información que, en buena parte de los casos, les hacen reaccionar.
- Humanización de los mensajes: Los contenidos políticos que más viralizan en las redes sociales están relacionados con los problemas sociales que preocupan a los ciudadanos. Temas como el cambio, los desahucios o la corrupción son utilizados tanto por líderes de opinión como por formaciones políticas de todas las ideologías para motivar a sus seguidores. También, de manera espontánea, los tuiteros comentan sobre aquellos temas que les indignan o les preocupan, generando la reacción de sus propios seguidores.
- Humanización de los perfiles: Aunque en muchos casos lo haya escrito y compartido una marca (una formación política), el mensaje ha sido elaborado por personas que suelen mostrar su lado personal. Ese contenido es interesante porque llega al resto de los usuarios y les motiva, les hace sentirse identificados o les arranca un comentario. En muchos casos los propios políticos se lanzan a manejar ellos sus propios perfiles en las redes sociales, lo que humaniza y favorece la conversación de tú a tú con los usuarios, que responden y provocan que en sus timelines otros retuiteen o manifiesten una opinión contraria, generando el efecto “bola de nieve”.
- Sinergias entre medios. Los partidos políticos han aprendido que se puede multiplicar el alcance de los mensajes que uno de sus líderes puede estar difundiendo en televisión si en ese momento, mientras miles de usuarios comentan en Twitter, ellos también se unen a la conversación en la red de microblogging. En la era 2.0 las interacciones multiplataforma permiten hacer crecer el mensaje considerablemente.