Alrededor de las redes sociales se han creado numerosos puestos de trabajo indirectos y empresas que viven de la elaboración de estrategias de comunicación para marcas que quieren utilizar los canales 2.0, anunciantes que elaboran planes de medios y campañas, community managers, analistas web… y un largo etcétera.
El pujante sector de los contenidos digitales y el Social Media es uno de los que actualmente genera más oportunidades de empleo y tiene un impacto considerable –y creciente- en la economía mundial. Más allá de que desde algunos sectores se asegure que existe “mucho humo”, lo cierto es que se ha convertido en uno de los motores de la endeble, por culpa de la crisis, economía digital, que ha logrado sortear mejor que otros sectores el temporal.
Esta es una de las principales conclusiones que se extrae del informe que ha elaborado la consultora Deloitte y que analiza el valor que redes sociales como Facebook aportan a las distintas comunidades, las pequeñas y medianas empresas, así como a las economías de todo el mundo.
Según la firma, Facebook, sólo durante el año pasado, movió en torno a su plataforma una actividad económica que superó los 227.000 millones de dólares y generó más de 4,5 millones de puestos de trabajo, de forma directa o indirecta, en todo el mundo.
Si nos fijamos en los datos a nivel Europa, África y Oriente Medio (EMEA), Facebook generó un impacto económico total de 67.000 millones de dólares y 1,4 millones de puestos de trabajo.
Las cifras en España todavía son modestas en comparación con las que registran otros mercados, pero no dejan de ser significativas en un contexto nacional.
Facebook en España generó un impacto económico total de 4.000 millones de dólares y consolidó 52.000 puestos de trabajos de manera principalmente indirecta. La plantilla interna de la red social en nuestro país está formada por varias decenas de empleados, pero alrededor de su negocio conviven centenares de agencias de comunicación, responsables y profesionales freelance del Social Media, anunciantes, diseñadores, programadores de aplicaciones… que conforman un ecosistema laboral cada vez más integrado en el proceso económico.
Además, la tendencia va en aumento. En 2012, gracias a Facebook se sustentaron en España 20.000 empleos, cifra que se ha doblado con creces en sólo tres años. De esos 20.000 empleos, Facebook señalaba que 1.000 correspondían a desarrolladores de aplicaciones sociales, cifra que también se ha multiplicado por más de cinco desde entonces.
En países como Francia y Alemania el impacto económico de Facebook supera los 7.000 millones de dólares, mientras que en Reino Unido, donde además la compañía cuenta con una de sus centrales europeas, sube hasta los 11.000 millones de dólares. En términos de número de empleos, genera 78.000, 84.000 y 154.000 respectivamente en cada uno de los tres países mencionados.
Los datos de Google, pese a no estar disponibles, son similares para una economía como la española. Según Deloitte, el impulso de estas compañías, que ofrecen a los profesionales del marketing herramientas para hacer crecer su negocio, sustenta el desarrollo del sector tecnológico y de Internet.
La popularización de las plataformas sociales también supone una demanda mayor de conectividad por parte de los usuarios, que dependen más en su día a día del uso de la información y los dispositivos móviles y demandan también más formación. Esto estimula el crecimiento de empresas satélite que respondan a esa necesidad de estar cada día más conectados.