La compra de WhatsApp por parte de Facebook no ha dejado a nadie indiferente. Los 19.000 millones de dólares desembolsados por Mark Zuckerberg, CEO y fundador de la red social, por el servicio de mensajería instantánea y la caída masiva del servicio en la tarde del pasado sábado han provocado que en el sector tecnológico no se hable de otra cosa estos días, con el permiso de los lanzamientos que se están produciendo en el Mobile World Congress de Barcelona. Como hasta ahora son lo que se esperaba, no sorprenden a nadie.
Pero en la cita barcelonesa Zuckerberg aprovechó para acallar rumores durante la conferencia que pronunció y aseguró que nada va a cambiar, que no va a introducir publicidad en WhatsApp, que no cambiará la política de protección de datos y que, además, la aplicación continuará siendo completamente independiente de la red social.
Sin embargo, son muchos los usuarios que no se creen que nada vaya a cambiar tras la adquisición de la aplicación que utilizan más de 1.000 millones de personas en todo el mundo para intercambiar mensajes de forma gratuita con el móvil.
Por eso, aprovechando la gran caída del servicio este fin de semana, muchos usuarios han decidido abrirse a otras opciones en cuanto a mensajería gratuita, y parece que el principal beneficiado ha sido Telegram.
A pesar de no ser la única alternativa real a WhatsApp, parece que todas las miradas se han vuelto hacia esta aplicación –curioso, pues ha sido la última en llegar al sector, al haber sido lanzada hace sólo unas semanas- que se ha visto sobrepasada por la situación. Tanto, que el sábado, al caerse WhatsApp, registró más de 100 altas cada segundo.
En tan sólo 18 horas, Telegram sumó 4 millones de nuevos usuarios y su servicio estuvo caído durante horas. Los servidores de la aplicación no estaban preparados para recibir tanto tráfico y, desde entonces, no funcionan con normalidad. Los creadores de la app han tenido que desactivar funcionalidades (por ejemplo, por un tiempo no se pudieron almacenar fotografías) y ven cómo el éxito quizá les ha llegado demasiado pronto.
Pero no es la única opción que tiene el usuario para cambiar de WhatsApp, ni tampoco la única que se ha beneficiado de la caída de este servicio en los últimos días. Line, conocida sobre todo por su ecosistema de juegos y por los populares stickers (una especie de pegatinas virtuales que los usuarios pueden intercambiarse) también ha salido muy favorecida.
Según han confirmado a Cuarto Poder fuentes del servicio de mensajería, la caída de WhatsApp les ha reportado dos millones de usuarios nuevos en todo el mundo. Con este incremento en tan sólo un par de días, la compañía, de origen japonés, ya supera los 360 millones en todo el mundo, 16 millones de ellos en España.
“Nuestro servidor nunca se ha caído”, establecen desde Line, para diferenciarse bien tanto de WhatsApp como de Telegram. “Esto se debe a nuestra experiencia en el sector. Nuestra compañía madre es una de las empresas más grandes en Asia en el sector de operación de red y tráfico de big datas. La seguridad, además, es un elemento muy importante para nosotros. Contamos con la certificación SOC 2 y SOC 3 (Service Organization Control), que garantiza la seguridad y confidencialidad en los procesos y el encriptado completo de todos los mensajes de los usuarios de LINE”, señalan.
Entre las ventajas de Line, la posibilidad de hacer videollamadas gratuitas, un servicio que lanzaron hace sólo tres meses y que goza de bastante aceptación
WeChat, que tiene 270 millones de usuarios en todo el mundo, es otra de las opciones si no se quiere usar WhatsApp, aunque donde es más popular la aplicación es en su país natal, China. Es muy parecida a las demás, aunque tiene funcionalidades curiosas, como la posibilidad de enviar un “mensaje en una botella” y que lo reciba cualquier usuario en cualquier parte del mundo. Esta app no ha registrado un aumento significativo de usuarios en los últimos días.
Viber es otra opción. De origen israelí, se popularizó hace unos años como app para realizar llamadas gratuitas entre móviles, y poco después lanzó su sistema de mensajería instantánea. Tiene 200 millones de usuarios en todo el mundo y todavía no ha dicho la última palabra en este mercado.
Hace una semana fue comprada por el gigante online japonés Rakuten, y se espera que en los próximos meses sufra una importante transformación para hacerse con buena parte del mercado. Algunos usuarios se han decantado por volver a usar esa app que tenían instalada en el fondo de sus smartphones tras la caída de WhatsApp.
Existen más alternativas, pero tienen menor peso. Por ejemplo, una interesante puede ser Kik Messenger, siempre y cuando se quiera usar con amigos de Estados Unidos y Canadá. Es en estos países donde aglutina su mayor base de usuarios (alrededor de 100 millones).
Joyn es el WhatsApp que lanzaron de manera conjunta las operadoras Movistar, Vodafone y Orange para intentar hacerle frente, pero fracasaron en su objetivo. Hoy día, prácticamente nadie lo usa, por lo que no merece la pena instalárselo. Es posible que incluso cierre en breve.