Google amenaza a internet con su nuevo algoritmo

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La industria cultural requirió a Google la retirada de 4.411.141 direcciones de su buscador sólo en el último mes, según el Informe de Transparencia de Google. / google.com

Durante más de una década Google se ha empeñado en organizar la información mundial y hacerla accesible y útil de manera universal. La humanidad le debe mucho, en especial a su algoritmo de búsquedas, una serie de reglas que determinan que páginas aparecerán en los primeros puestos de sus resultados. Pero un oscuro cambio en este algoritmo amenaza aquel primer empeño, haciendo invisibles en la práctica a muchas páginas acusadas, que no juzgadas, de alojar material con copyright. Es tal la dependencia que se tiene de Google que alguien debería de obligarles a revelar como confeccionan ese algoritmo por mucho secreto de empresa que sea.

El ingeniero del motor de búsqueda de Google y vicepresidente senior de la compañía, Amit Singhal, anunció el viernes pasado que, desde esta semana, cambiarán el diseño de su algoritmo de búsquedas. Desde ahora tendrá en cuenta las solicitudes de retirada de contenido realizadas por los propietarios de derechos de autor contra páginas que enlazan a material que supuestamente infringen estos derechos. El número de peticiones entrará en la cesta de criterios que usa Google para determinar en que posición aparece una página en el buscador.

Google argumenta que este cambio debe ayudar a los usuarios a encontrar material legítimo con mayor facilidad. En realidad lo que hace es adulterar la base de su propio algoritmo por unas razones que no explica. El algoritmo (en realidad varios) incluye una serie de 200 elementos que marcan la popularidad de una página. El más importante de ellos es el número de enlaces que, desde otros sitios, señalan a una web determinada. Para la máquina, si muchos hablan de uno es que este debe ser bueno y le premia colocándolo en los primeros puestos de su página de resultados. Si se tiene en cuenta que entre el 75% y el 90% de los usuarios (según el estudio) no va más allá de los 10 resultados que muestra la primera página del buscador, si un sitio no le gusta al algoritmo puede darse por invisible.

Hollywood ha sido la primera en felicitar a Google. Tanto la industria discográfica como la cinematográfica de Estados Unidos han alabado el cambio y sólo han criticado que no se diera antes. Por esas cosas del verano, los grandes medios han comprado su mensaje y el titular más repetido estos días ha sido el de que Google modifica su algoritmo de búsqueda para luchar contra la piratería. En España, al menos hasta la entrada en vigor de la ley Sinde-Wert, sólo un juez podía dictaminar si el contenido de un sitio es pirateado o no. Incluso ahora, debe ser una comisión administrativa y no los propietarios de derechos de autor la que decida si una web vulnera la propiedad intelectual. Pero en Estados Unidos tienen la Digital Millennium Copyright Act (DMCA), una de esas extrañas leyes de alcance universal que recoge un sistema para que los propietarios de derechos de autor puedan requerir a páginas web, proveedores de servicios o buscadores la retirada de contenido.

Desde hace unas semanas, Google recibe cada día tantos requerimientos de retirada como en todo 2009. Sólo en el último mes recibieron peticiones que afectaban a 4,4 millones de localizaciones de 28.000 páginas diferentes. La gran mayoría son páginas de enlaces a archivos P2P, sitios de alojamiento al estilo de Megaupload o foros donde los usuarios intercambian de nuevo enlaces. Aunque todas estas tenga al intercambio de películas, música, libros, juegos o software como su eje central, la consideración legal y en su caso responsabilidad es muy diferente para un sitio que sólo tiene enlaces a material de los usuarios de la que afecta a un megaupload.

Es muy probable que el material que circula por esas páginas esté sujeto a derechos de autor y sus propietarios no hayan autorizado su uso. Pero debe ser un juez o al menos una autoridad administrativa la que lo determine, no el propietario del derecho y menos aún Google. ¿Quién es Google para arrinconar a un sitio como Filestube (el primero en reclamaciones según su propio informe) a los últimos lugares de los resultados de su buscador cuando han sido los propios usuarios los que lo han colocado en los primeros puestos?

De hecho, el buscador primero tira la piedra y después esconde la mano. "Sólo los propietarios de derechos de autor saben si algo ha sido autorizado y sólo los tribunales pueden decidir si se ha vulnerado algún derecho de autor. Google no puede determinar si una página concreta vulnera o no las leyes de copyright", escribe en el blog oficial de la compañía un Singhal que sabe que remontar votos negativos en el algoritmo es muy complicado.

Twitter y YouTube, a salvo

Pero es que entre esos 28.000 sitios denunciados también hay páginas que están haciendo mucho por la libertad. Sitios como Pastebin, que permite la publicación de mensajes de forma anónima (de hecho es muy usado por Anonymous), aparecen entre los denunciados por la industria cultural. Otro de los que sale es iPredator, un servicio de red privada virtual (VPN) que ayuda a mantener una navegación segura y a salvo de vigilancia. Este tipo de tecnologías, reservadas hasta hace poco a redes gubernamentales o corporativas, están permitiendo la comunicación de activistas de todo el mundo, en particular de los países menos democráticos. ¿Perjudicará el algoritmo de Google también a estas páginas?

En la lista también están sitios tan respetados como Twitter y algunos servicios del propio Google, como YouTube o Blogger. ¿Irá el algoritmo a por ellos? Ah no, que los ingenieros de Google dicen que tendrá en cuenta otros factores además del número de requerimientos de retirada. ¿El pedigrí quizás? Es tal el oscurantismo sobre el cambio del algoritmo que ni siquiera se saben los criterios de este favoritismo.

Para la Fundación Fronteras Electrónicas (EFF), de los pocos vigilantes de los ciberderechos que no se han ido de vacaciones, la decisión de Google es, cuando menos, preocupante. Critican la opacidad del nuevo mecanismo pero sobre todo atacan el fondo de este cambio: "Las solicitudes de retirada son nada más que acusaciones de vulneración del copyright. Ningún tribunal o juez ha confirmado que esas acusaciones sean válidas... Degradar los resultados de búsqueda, diciendo de hecho al que está buscando que esas no son las páginas que en realidad busca, basándose sólo en acusaciones, da a los propietarios de derechos un poco más de control sobre lo que vemos, oímos y leemos", dicen en un duro comunicado.

¿Por qué cambia Google ahora su algoritmo? Algunos señalan que el buscador estaría intentando un acercamiento a la industria cultural. Hollywood le viene acusando de inacción ante el problema de las descargas en internet desde hace tiempo. Por su parte Google ha usado todo su poder de influencia en Washington y en la red para frenar algunas iniciativas legislativas para endosar a los intermadiarios de internet como ellos una especie de responsabilidad subsidaria. Pero otros, como en este artículo de The Wall Street Journal, recuerdan que Google se está convirtiendo en una empresa de contenidos digitales. Con sus tiendas de música, cine y libros en Google Play, con los vídeos a la venta en YouTube o su reciente entrada en el mercado de la televisión con su proyecto de fibra, el buscador empieza a compartir intereses con Hollywood. Si su algoritmo hace invisibles a los sitios indeseables, los suyos destacarán aún más.

Pero como le recuerdan desde la EFF: "Las opacas políticas de Google no sólo amenazan a páginas legítimas, también socavan nuestra confianza en sus resultados de búsqueda". Y sin la confianza de los usuarios en la justedad de su algoritmo, Google no sería nada.

10 Comments
  1. sony2@ says

    Me parece bien su idea . Pero cada dia sale a luz un nuevo civernauta que define sus ideas y las trasmite a sus competidores … No se trata de mejorar sus. Sistemas se trata de innovar y seran unicos. Alternativas de fibra para no colapsar

  2. Meiga says

    No comprendo un tramo de la noticia.Google es software libre, es abierto, se puede coger el código y reescribirlo para crear algo nuevo.Entonces ¿como es que dice la noticia que tienen un secreto de empresa con respecto a los algoritmos que determinan la búsqueda?

  3. Meiga says

    Por otra parte estaría bien que Google penalizase de este modo a todo aquello que esté infectado con virus o spam…

  4. Tonterias says

    A Google le obligan a hacer esto … pero no servirá de nada, si yo busco «descarga gratuita» por mucho que penalicen los resultados de busqueda mi intención es seguir buscando la descarga gratuita, no pagar en alguna tienda 90 céntimos por una canción, los cuales ni siquiera llegan al artista.

  5. Tonterias says

    Por cierto existen muchos mas buscadores, de menos calidad… pero existen, acaso a yahoo, bing, etc… ¿le van a obligar a cambiar sus ya malos algoritmos?

  6. Matheus says

    Que9 bueno que haya artedculos como el de Wired que presenten a los emdoeapls de tiendas de comics como gente normal y con sentimientos, ja ja. Yo creo que el estereotipo del que tanto se quejan, ellos mismos lo crearon. A med me tocf3 ver a varios emdoeapls de Comicastle (desde que estaba en Pericoapa) cf3mo trataban mal o bien al cliente si creedan que sus conocimientos sobre comics eran dignos. El comic book guy de los Simpson nacif3 a partir de ellos y no al reve9s. Pero bueno, estoy seguro de que ahora sentiremos algo parecido a la simpateda por la gente que trabaja en dicha tienda, donde por cierto, no especulan.

  7. Ana says

    Si esto es así, espero que sea equitativo, y ejerza este nuevo algoritmo sobre todas las webs. Hay muchas páginas que copiapegan, y unas son «penalizadas» y otras no. Saludos a todos.

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