Unas gafas que funden internet con la realidad que vemos con ellas. Unas gafas para mezclar los datos de las redes con las situaciones cotidianas con las que nos encontramos nada más salir a la calle. Unas gafas para que veamos el mundo según Google. Tres ingenieros del buscador están trabajando en un artilugio que mostrará sobre las lentes información relacionada con lo que vemos. Y no son tres cualquiera, son expertos en nanotecnología, biología sintética, geolocalización y el famoso proyecto de los coches que se guían solos. El futuro ya está aquí
Project Glass (en castellano, proyecto gafas, pierde su glamour) es la última idea que ha salido de Google X, unos laboratorios misteriosos, casi secretos, que tiene la compañía para desarrollar sus proyectos más arriesgados. Allí van algunos de sus trabajadores a dedicar el tiempo de su jornada laboral que la compañía les da para dedicarlo a inventar por su cuenta.
Por lo que poco que se sabe de él, se trata de unas gafas de realidad aumentada. La idea en sí no es nueva. Desde hace cuatro años han surgido muchos programas y aplicaciones, en especial para teléfonos móviles, que proyectan información relacionada con lo que vemos. Con un móvil y uno de esos programas, el Layar por ejemplo, apuntando hacia la fachada del Museo del Prado, podemos saber que fue proyectado por Juan de Villanueva en el siglo XVIII o descubrir las pizzerías que hay alrededor. La tecnología combina la geolocalización del GPS y los sensores de orientación que lleva el móvil con la información que hay en internet relacionada con ese sitio.
Los cinéfilos pueden hacerse una idea si recuerdan a Arnold Schwarzenegger en la película Terminator. En su ojo veía proyectada la información con la que decidía a quien mataba y a quien dejaba vivir. O los forofos de la serie Star Trek pueden pensar en el visor que cubría los ojos de del comandante Geordi La Forge.
Pero en Project Glass se unen una serie de factores que pueden hacer que la realidad aumentada deje de ser una ficción cinematográfica o un entretenimietno útil. En primer lugar, porque quienes están participando en el proyecto son gente muy destacada en sus distintos ámbitos. Google hizo un buen fichaje con Babak Parviz. Este ingeniero de la Universidad de Washington saltó a las páginas científicas de los periódicos en 2008 al crear unas lentes de contacto biónicas. Había conseguido insertar un circuito electrónico en la lente. Siguió desarrollando su trabajo hasta conseguir poder proyectar imágenes en ella.
Otro de los integrantes del proyecto es Steve Lee. Este ingeniero de Google fue uno de los que desarrollaron la herramienta Latitude que permite geolocalizarnos sobre los mapas de Google Maps. No es muy conocida entre otras cosas por los temores que levantó sobre el rastreo de los ciudadanos. De hecho, para que un amigo pueda localizarte debes de autorizarle antes. Lee se está encargando de la parte de localización de Project Glass para que, siguiendo lo que se ve en el vídeo de presentación que cierra este post, al entrar en una librería podamos preguntarle a las gafas donde está determinado libro y nos lleve hasta él sin necesitar al librero.
Cierra el grupo el alemán Sebastian Thrun. Cuando era director del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Stanford ganó en 2005 el Darpa Grand Challenge, una carrera de coches autoguiados. Ya en Google, participó en la creación del Street View de Google Maps y siguió con sus coches manejados sin conductor. Uno de ellos llevó a un ciego hace unos días a un restaurante de comida mexicana y después a un lavadero de coches.
Con la ayuda de otros técnicos, estos tres quieren que nos pongamos unas gafas especiales que proyectan sobre la lente todo tipo de información. En el mencionado vídeo se puede observar como, lo primero que haremos al levantarnos será ponernoslas. Allí veremos la agenda que tenemos para hoy o el tiempo que hace afuera. Ya en la calle, las lentes avisan que el metro está cerrado y podremos pedirle que muestren una ruta a pie hacia una librería. En las imágenes se puede ver como, mientras el portador de las gafas llega a la tienda, ve un cartel de un concierto pegado en la pared, una simple orden y ya están compradas las entradas. Al entrar en la librería, está indicando también a un amigo con el que había quedado donde está. El vídeo acaba con la proyección de un chat con su chica...en las gafas.
La otra razón que hace que esto sea serio es que es Google quien está detrás de Project Glass. La moderna Biblioteca de Alejandría tiene toda la información necesaria y en todos los formatos para que esta realidad sea de verdad aumentada. Dicen quienes ya han probado el prototipo que no se trata de una inundación de datos ante los ojos, el humano sigue teniendo el control de la máquina. De hacerlas realidad, Google habría conseguido por fin su gran sueño que es salir de la red y llevar toda su información (y su negocio) también a las calles.
Juan Jesus / Me parece muy buena idea! seurgo que es me1s barato que una operacif3n laser. Ademe1s hay personas que no son aptas para la cirugeda laser. Muy buena opcif3n.