El asesino de la niña Olga Sangrador podría salir a la calle en Marzo

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Juan Manuel Valentín Tejero

Juan Manuel Valentín Tejero se llevó a Olga Sangrador, de 9 años, una noche de verano en la que su pueblo disfrutaba de las fiestas en honor de los patronos San Juan y San Pedro. Era un 25 de Junio, y Valentín Tejero condujo desde Valladolid hasta llegar a Villalón de Campos disfrutando de un permiso penitenciario. Había sido condenado por abusos deshonestos. Olga apareció violada y asesinada en un pinar de Tudela de Duero, después de que el monstruo confesara su crimen tras horas manteniendo el tipo ante los guardias civiles que desde el primer momento sospecharon de él. Condenado a 50 años de prisión, el tribunal no observó en el asesino ningún tipo de patología psicológica que pudiese eximirle de sus actos. Sabía lo que hacía. Era plentamente consciente. Le gustaban los niños... ¿Le seguirán gustando ahora?

La pregunta es pertinente, porque un juzgado de Valladolid se está planteando dejar en la calle a alguien que fue capaz de perpetrar lo relatado en el párrafo anterior. Ya le fue denegado en 2005 el segundo grado penitenciario. Nadie observó entonces ningún tipo de progresión en la actitud de Valentín Tejero durante los años que pasó en prisión hasta esa fecha. La Junta de Tratamiento de la prisión de Herrera de La Mancha estaba en contra de dejar libre al preso de forma unánime. Los informes psicológicos tampoco eran precisamente optimistas. En la actualidad, está claramente en cuestión que se haya producido algún avance. Según la familia de la niña, el asesino pasa el rato en la cárcel simplemente esperando que llegue su hora de salir a la calle. No le interesa nada que tenga que ver con su reinserción. Veinte años después del crimen y treinta menos de los que marcó su sentencia, Valentín Tejero podría abandonar su celda en marzo, si no prospera la propuesta de la Fiscalía, que ha defendido en este caso la aplicación de  doctrina Parot. Esto supondría la posibilidad de salida de la cárcel de Valentín Tejero en 2025, en lugar del próximo mes, fecha que se consideraría en caso de no aplicarse esta doctrina. Tejero fue condenado a veinte años por el rapto y violación, y a otros treinta por el asesinato de la niña.

La cárcel debe cumplir una doble función. Por un lado, proteger a los que saben convivir en armonía con sus conciudadanos de aquellos que se saltan las normas que entre todos hemos aprobado para no vivir en la ley de la jungla. La otra, vital en el sistema, es la reinserción de los que han cometido delitos para que puedan volver a la sociedad e integrarse en ella. La salida de la cárcel de Valentín Tejero hace saltar por los aires estas dos importantes funciones. La última vez que este sujeto pisó la calle violó y asesino a una niña de nueve años. Lo hizo de forma consciente, fría y calculadora. Condujo durante la noche; buscó un pueblo en fiestas, donde la atención se dispersaba entre la algarabía; escondió el cadáver a conciencia y luego sostuvo un pulso de largas horas con los interrogadores de la Guardia Civil, hasta que por fin se derrumbó y confesó su crimen. El tiempo que disfrutó de libertad en medio de su condena lo utilizó para perpetrar un crimen horrible, que sumió en el dolor al pueblo y a un país entero. Una acción propia de un animal, cuyo destino es, como mínimo, pasar el mayor tiempo posible en la cárcel para proteger a los niños de sus atrocidades.

Conocí a Olga, y conozco a sus padres y hermanos. Soy de Villalón de Campos. Jamás olvidaré aquellos días, y jamás olvidaré la cara de Juan Manuel Valentín Tejero. Seguro que a mis amigos, los vecinos de Villalón, y a todos los que nos partieron el alma ese verano del 92, tampoco se les ha olvidado.

4 Comments
  1. Sat says

    ¿se puede hacer algo para que eso no pase? ¿recoger firmas en una petición? O acaso estamos a expensas del humor que tenga el señor juez.

  2. Pedro says

    Se podría poner una petición en la web Actuable por ejemplo

  3. Inocencia Richemond says

    “Mine,” I snarled and thrust.

    umip.pl

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