El largo camino hacia la sociedad de la información

Sentarse a revisar los programas electorales y buscar en ellos medidas relacionadas con la sociedad de la información supone siempre un riesgo grave para la salud mental del lector. Riesgo a encontrarse todo tipo de frases hechas, lugares comunes y latiguillos diversos para referirse a la cosa tecnológica y digital, así como la sensación de que muchos partidos no acaban de creer realmente en la importancia de esta cuestión. Pero lo sucedido en los últimos cuatro años en este terreno – Ley Sinde, canon digital, neutralidad de la red, etcétera- hace difícil, incluso para los políticos, evitar las propuestas.

De entrada, todas las formaciones piden la derogación inmediata de la disposición final segunda de la Ley de Economía Sostenible, más conocida como Ley Sinde en honor a la ministra del ramo que propuso un texto en 2009 para agilizar el cierre de sitios web que pudieran vulnerar los derechos de autor.  Todas las formaciones piden su derogación menos, claro está, el PSOE, impulsor de la medida. La mayor parte de los programas aboga por ampliar el debate sobre los derechos de autor y sentar a las partes implicadas para buscar un modelo de protección que no choque con la imparable e inevitable evolución tecnológica. Una medida que no es la primera vez que se pone sobre la mesa y que parece mucho más fácil de proponer que de llevar a la práctica.

En lo que sí coinciden todas los partidos es en la eliminación del canon digital, o tasa que grava los soportes de almacenamiento de datos para compensar la copia privada de material protegido y cuya recaudación ha ido a parar a las entidades gestoras de derechos de propiedad intelectual, como la denostadísima SGAE. Lástima que este consenso se produzca una vez que el canon haya sido herido de muerte por la Audiencia Nacional y el Tribunal Europeo de Justicia, y por el propio Congreso de España, donde se aprobó su sustitución en julio.

Datos y Gobierno abiertos

Por primera vez en unas elecciones generales, las propuestas de uso de las tecnologías de la información para facilitar la transparencia y la participación de la ciudadanía en los procesos de gobierno se asoman a los programas de algunos partidos. ERC, EQUO, GeroaBai, Izquierda Unida y Partido Popular incluyen estos dos asuntos entre sus promesas, aunque ninguno de ellos propone medidas concretas para llevarlas a cabo.

Otro asunto que se estrena en los programas electorales es el debate sobre la neutralidad de la red, o necesidad de mantener Internet como un espacio abierto en el que ningún tráfico de datos pueda ser priorizado por motivos económicos o de cualquier otra índole. La defensa de esta neutralidad aparece en los textos de Coalición Canaria, EQUO, Izquierda Unida, PP y UPyD.

Casi todos los partidos políticos parecen preocupados por la calidad del acceso a Internet y el servicio universal. Las propuestas en este sentido cubren casi todo el espectro de ancho de banda, desde 1Mbps hasta 100Mbps.  Algunos, como Izquierda Unida, Compromís, EQUO y ERC, van un poco más allá y abogan por la creación de servicios públicos de acceso inalámbrico.

En el plano anecdótico, y en un momento en el que resuenan los tambores del recorte en los presupuestos de sanidad, GeroaBai propone el uso de la telemedicina como medio para reducir hasta un 30% las visitas al centro de salud. Por su parte, Izquierda Anticapitalista incide en la necesidad de llevar a cabo una alfabetización crítica en la sociedad como medio para salir de un progreso tecnológico exclusivamente marcado por el consumismo. Y BNG y Coalición Canaria reclaman dominios de Internet de primer nivel para sus comunidades: .gal y .ic, respectivamente.

En definitiva, CiU, UPyD, EQUO e Izquierda Unida parecen ser los partidos que más en serio se han tomado las medidas relacionadas con la sociedad de la información y los que dedican más espacio en sus programas a explicar sus propuestas. El suspenso, sin matices, es para el Partido Nacionalista Vasco, en cuyo programa es imposible encontrar la palabra Internet.