Obama versus Rajoy
Hace solo unos días Movistar+ emitió el encuentro entre Barak Obama, presidente de los Estados Unidos, y el científico y naturalista Sir David Attenborough. El primero recibe al segundo en la Casa Blanca, donde tiene lugar una entrevista convertida en charla informal. Obama admiraba desde niño el trabajo de Attenborough, 60 años explorando el planeta y grabando documentales de gran calidad, y quería saber su opinión sobre los principales problemas medioambientales. No olvidemos que la lucha contra el cambio climático se ha convertido en una prioridad para el presidente norteamericano.
Obama y Attenborough hablaron sobre la pasión que comparten desde pequeños por la naturaleza, “ese niño que se asombra cuando levanta una piedra y se encuentra una babosa”, y analizaron las amenazas medioambientales, los problemas que acosan al planeta, las estrategias para defenderlo y las perspectivas de futuro: “Lo que estamos viendo son tendencias globales que dependen del mundo entero trabajando conjuntamente, y desgraciadamente no hemos hecho los progresos que necesitamos respecto al cambio climático”, aseguró un Obama que parecía feliz sentado frente a un Attenborough, que ese día cumplía 89 años.
Ví el programa, menos de una hora de conversación inteligente, con la boca abierta. Pero confieso que no lo disfruté en toda su grandeza: no podía quitarme de la cabeza la imagen de ese Mariano Rajoy que, en octubre de 2007, utilizó a un primo suyo catedrático de física en la universidad de Sevilla para restar importancia al cambio climático: “Yo sé poco de este asunto, pero mi primo supongo que sabrá. Y entonces dijo: He traído aquí a diez de los más importantes científicos del mundo y ninguno me ha garantizado el tiempo que hará mañana en Sevilla. ¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años?”. El presidente español sentenció ese día: “No se puede convertir este asunto (el cambio climático) en el problema mundial”.
¿Envidia? Sin duda. Mientras el presidente norteamericano expresa sus ideas en televisión con gran soltura y total naturalidad, mostrándose simpático e incluso brillante en su faceta de comunicador/entrevistador, recuerdo las dificultades de Rajoy para hablar y transmitir ideas no ya brillantes, sino simplemente coherentes, más allá del plasma. Y qué decir de los mensajes, de la ideología… Obama lucha por superar la visión cortoplacista habitual en la política y apuesta por grandes proyectos de inmigración, sanidad y cambio climático. Elige al más grande de los divulgadores científicos vivos para hacerle una entrevista medioambiental el día de su cumpleaños.
Rajoy juega en otra liga. En el mejor de los casos puedo imaginarle charlando frente a frente con Frank de la jungla sobre el estado del césped del Bernabeu. La última aportación de Rajoy a la lucha medioambiental ha sido impulsar una nueva Ley de Montes que, aprobada el pasado mes de enero, cambió la normativa de 2003 que prohibía cambiar el uso de los terrenos quemados durante los 30 años posteriores a un incendio. Ahora ya se pueden recalificar los suelos arrasados por las llamas. Una reforma que, junto a la ola de calor, está dando sus frutos: En lo que va de año el fuego ha arrasado más de 52.000 hectáreas, una extensión cercana a la destruida en el mismo periodo de 2013 y 2014 sumados.
Tremendo post. Efectivamente, las comparaciones son en este caso más odiosas y crueles que nunca, porque nos hacen darnos cuenta de la tristísima mezquindad en la que gente como Rajoy nos hunde cada día un poco más. Ya no es ni siquiera cuestión de altura de miras, es que incluso podríamos conformarnos con que al menos intentaran mirar algo más allá de su imbecilidad.
Estupendo vídeo también. Gracias, Jefe.
Qué conveniente para el señor Obama empezar a preocuparse por el cambio climático justo al final de su legislatura. Cachis…