El periodismo es un elemento imprescindible para la supervivencia de las sociedades democráticas. Los ciudadanos tienen que estar informados, bien informados, para ser libres. Hasta hoy éramos conscientes de que la prensa cumplía un papel imprescindible como vigilante del poder. Ahora sabemos que su fuerza, la del llamado Cuarto Poder, va mucho más allá… El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho unas declaraciones a un círculo de empresarios madrileños y catalanes que eleva la importancia de los medios de comunicación hasta límites estratosféricos: “Me enteré de lo de Rato por la prensa y tuve un gran disgusto”.
Resulta enternecedor, y muy significativo, que todo un presidente del Gobierno de España confiese haber conocido “por la prensa” que uno de sus grandes colegas, el ex vicepresidente responsable del llamado “milagro español”, referente durante años del Partido Popular y hasta ese momento con solo dos causas abiertas en la Audiencia Nacional (las tarjetas black y la quiebra de Bankia), estaba siendo acusado de falsedad documental, apropiación indebida, administración desleal, blanqueo de capitales, alzamiento de bienes y fraude fiscal. Como diría el director de la Agencia Tributaria, la repera patatera.
Resulta difícil saber si esta noticia habla muy bien de la prensa española, fuente informativa de referencia incluso para los grandes líderes y estadistas del país, o muy mal de Mariano Rajoy, lector acérrimo de prensa deportiva y presidente del Gobierno de un país en descomposición. Quizá las dos cosas: es evidente que si el presidente del Gobierno se entera “de lo de Rato” por la prensa algo falla en Moncloa. Incluso el hecho de confesar con semejante ingenuidad la ausencia de fuentes oficiales solventes, sea esto cierto o una simple excusa, dice muy poco del hombre que dirige los destinos de la nación.
Rajoy es un político superado por los acontecimientos. El presidente de un Gobierno que no controla una administración descoordinada con el ejecutivo. Con el viento a favor, su método de trabajo basado en la inacción pudo dar el pego durante cierto tiempo: algunos problemas se solucionaron solos, o se olvidaron, o fueron superados por otros de mayor envergadura. Con el viento en contra, como es el caso, la negligencia política, la inactividad intelectual y la ausencia de proyecto le están pasando una factura atroz.
En el momento de escribir este post sabemos que dos destacados miembros del Partido Popular, Federico Trillo y Vicente Martínez-Pujalte, cobraron mientras eran diputados de una constructora especializada en obra pública 354.560 euros en casi tres años, el primero, y 75.000, el segundo. Y sin informe alguno que justifique estos cobros. Los datos son de la Agencia Tributaria, pero Mariano Rajoy seguramente se habrá enterado gracias a El País, diario que ha publicado la información.
Cada día que pasa Mariano Rajoy está peor informado. Es decir, más alejado de la realidad. Osea, más cerca de su final.
Agudo, Jefe.
¡Hombre! dado lo de Andalucía, Y no sólo lo de los ERES, sino el hecho de que, tras 35 años de gobierno del PSOE (que según el Felpe y el Guerra, gracias a la Autonomía iban a terminar con el paro, la POBEEZA y el caciquismo) anden con un 34% de paro (y eso que han sido muchos los que han emigrados), a pesar de todo ello, es mil veces preferibles el PSOE al funesto PP, tramposos, delincuentes habituales, hipócritas y mentireiros a más no poder. .. Amén de corruptos, claro (hoy han ingresado oficialmente el Trillo y el Pujande)
…
A este respecto, no veáis la mala hostia que me embarga viendo a la ministra del paro insistir e insistir hasta el aburrimiento, en que el paro a disminuido en 13.000 personas.
….Pasando por alto que el número de las personas ocupadas han disminuido en más de 140.000.
…
¿Y aún se permite andar suelto por las calles a tan siniestro individuo?
..
Por tanto, pese a todo, mil veces preferible los del PSOE.
El panorama es desolador: han legislado con fecha de caducidad, porque confunden la mayoría absoluta con el despotismo desilustrado. La negociación y el acuerdo son las bases de la política y de la democracia, la imposición desde la mayoría absoluta de leyes no consensuadas las condena a su rápida derogación. Parece que no aprenden de sus errores del pasado, pues habrá que derogarlos a todos ellos también!