El diario El Mundo abría su página web la tarde del pasado miércoles con la noticia de la muerte de 400 inmigrantes que, partiendo de Libia, se habrían ahogado cuando intentaban alcanzar las costas italianas. La noticia, que se podía leer en las versiones digitales de los diarios ABC, La Razón o La Vanguardia, no estaba en la web de El País. Según pasaban las horas y caía la noche, la noticia se fue desinflando y retrocediendo lentamente hasta colocarse, en el mejor de los casos, al final del pelotón informativo. En la mañana siguiente los inmigrantes se habían esfumado: el diario El País de papel no dedicaba una sola línea a esa tragedia acontecida en el Mediterráneo.
¿Existen esos 400 inmigrantes desaparecidos? ¿Se ha producido realmente la tragedia? La organización Human Right Watch ha lanzado un comunicado en el que habla de la “intolerable inacción de la Unión Europea” a la hora de organizar una operación de búsqueda y rescate. Pero en el siguiente párrafo del comunicado recogen unas declaraciones de Judith Sunderland, directora para Europa y Asia Central de Human Rights Watch, que comienzan de la siguiente manera: “Si se confirman los informes…”.
Repito: ¿Existen esos 400 inmigrantes desaparecidos? ¿Se ha producido realmente la tragedia? Cuatrocientos inmigrantes equivalen, si trasladamos esa cifra a personas de verdad, es decir, europeas, a los pasajeros de tres aviones de Germanwings. ¿Imagina usted la operación de búsqueda y rescate organizada por la UE para localizar a 400 de sus ciudadanos? El problema que tenemos en el Estrecho, entre Marruecos y España, es una minucia si lo comparamos con el corredor mortal creado entre el este del Magreb e Italia, un sumidero brutal de seres humanos de segunda categoría.
Cuando escribo este post aún no se ha confirmado la información. Algunos medios de comunicación se precipitan, y publican noticias sin contrastar. Otros menosprecian las informaciones sobre los africanos que huyen de la miseria. Vivimos en un país donde, un año después, no se acaba de hacer justicia a los 15 inmigrantes que murieron ahogados en aguas próximas a la costa española en el norte de África el 6 de febrero de 2014. Recuerde que la Guardia Civil disparó balas de goma y gases lacrimógenos hacia el agua mientras los inmigrantes intentaban llegar a nado desde Marruecos hasta Ceuta. Somos ciudadanos de una Comunidad, la Europea, que asiste impasible a la odisea vivida por miles de africanos que huyen de la pobreza y los conflictos. Muchos, muchísimos, no lo consiguen: más de 28.000 inmigrantes han muerto desde 2000 intentando entrar en Europa.
La UE debería considerar una prioridad la creación de vías seguras y legales para que los refugiados y los solicitantes de asilo puedan buscar protección en Europa sin tener que jugarse la vida en viajes desesperados para cruzar el Mediterráneo. Un mar repleto de fantasmas.
Migrants killed in ‘religious clash’ on Mediterranean boat
http://www.bbc.com/news/world-europe-32337725
Ya se ha quedao pequeña la cifra de 400.