El ex presidente socialista Felipe González eligió un escenario lujoso para ser entrevistado por Pepa Bueno en 'Viajando con Chester' (Cuatro). Normal. González está más cerca del Durán Lleida que desayuna en su suite del Palace que del José Mujica que prepara un asado en su chacra de la periferia de Montevideo. Quizá la culpa sea de los 120.000 euros que cobra como asesor de Gas Natural. Un merecido suplemento a los 80.000 euros que recibe como asignación vitalicia en calidad de ex presidente con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Grandes cortinas, gruesas alfombras, enormes jarrones arroparon en pantalla a un ex presidente que responde a las preguntas de la periodista con la certidumbre del que se sabe infalible: no hay espacio para el error en las reflexiones de González, un político con un inmejorable concepto de sí mismo.
“Mi cabeza recicla la información en forma de respuesta”, asegura con humildad un Felipe González que ofrece su sabiduría, en forma de opinión o asesoramiento, al resto de la humanidad: “Estoy dispuesto a dar consejos, pero solo si me lo piden”. Consejos que no aceptó, sin ir más lejos, un Zapatero que, como estadista, no le llega a González ni a la altura de los mocasines: “Propuse al gobierno que presidía José Luis Rodríguez Zapatero en mayo de 2010 un sistema completamente distinto para preservar a los ciudadanos de ese drama del desahucio. Fui a explicarle que yo creía que no era posible que al tercer impago de la hipoteca las entidades, las que fueran, estuvieran obligadas a declarar fallido todo el crédito y actuar contra las personas”.
González, “orgulloso protagonista del régimen del 78”, es un hombre de estado total, un analista universal, capaz de sacrificarse hasta el punto de formar parte del consejo de administración de una multinacional de la energía solo “para saber cómo funcionan por dentro”. Un tipo duro que solo duda en dos momentos de la entrevista: cuando le preguntan qué es una puerta giratoria (“Pues… las que hay en las entradas de los hoteles”) y cuando lo hacen por su parecido con Pablo Iglesias (“No… yo… a mí… en su lenguaje corporal, incluso en su tipología humana, se me parece más a Aznar”).
¿Su tipología humana? Una reflexión brillante, a la altura de los mejores estadistas, que podría recordar a uno de los pensamientos más profundos del actual presidente Mariano Rajoy: “Detrás de los demagogos y populistas de todo signo hay millones de personas que no lo son, que quieren las cosas de los seres humanos normales”.
González no es un ser humano normal. “Yo digo cosas y vosotros las pensais”, dijo en el mitin de arranque de la campaña de las autonómicas. Es un dios de la política. Un ser omnisciente, quién sabe si eterno, que está ahí para guiar no sólo a las multinacionales del sector energético y a las grandes fortunas iberoamericanas, sino a los terrenales, y por tanto efímeros, aspirantes a dirigir la socialdemocracia en España. Esos políticos mortales condenados a la mediocridad eterna por haber coincidido en el tiempo con una deidad de infinita grandeza. “En las primarias no voté por Pedro Sánchez”, dijo antes de pedir que el PSOE se una en torno al apuesto joven de la camisa blanca. Joven que se ha negado a contestar a las preguntas de la prensa sobre tan celestial apoyo.
Genial post, Jefe. González no tiene canas: es la caspa la que le da ese tono blanco a su pelo.
González. Un zombi político. Como el sistema del que viene, y al que representa.
Solamente le falto citar a Cela y decir que Pablo Igleisas tienen las «siete señales del hijo de puta» o las características del criminalnato de lombroso . Menos mal que ya sabemos que este MISTER X de los GAL, llegó a liderar el PSOE gracias a Carrero Blanco por expreso deseo de la CIA, para dar así cumplido al mandato franquista del «atado y bien atado». Los GAL como el resto de la politica española desde 1975, no deja de ser la continución de los grupos de terrorismo de estado creados por Carrero y el Mossad, por tanto «no herencia franquista» si no mera continuidad ideológica. Felipe Mister X es tan franquista como el propio Carrero o Aznar, franquistas sin franco.
Quizá no se pueda esperar mucho de los sociatas. Mas, siempre serán preferibles al Rajoy, sus Bárcenas, sus Gürtel, sus ESpes, sus Matas, sus Costas, sus Cospes, etc.
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No obstante es de temer que si las cosas vinieran mal dadas para PSOE y PP, tal vez los veamos juntos bailando el más apasionado chotis.
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Por otro lado, aunque todos los sociatas utilicen idéntico abrevadero, no todos son iguales.
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Desde luego, el Felipe casi siempre estuvo fuera de juego, el Sánchez, de momento, continúa pareciéndoseme al cuco: en un lado pega el grito y otro pone el huevo.
……..Pero mucho más esperpéntica me parece la conducta de la Susana Díaz. El colmo del antisocialismo: haciendo propaganda con la barriga, presumiendo de católica, apostólica y romana, siempre insistiendo en SU (adjetivo posesivo) Andalucía, y más orgullosa que la hostia de haber sido la socialista con peores resultados en Andalucía.
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Y en Madrid ¿qué?
…Uno no tendría demasiados problemas con Gabilondo..
…Pero con Antonio Miguel Carmona, ¿Cómo poder asar castañas con un tipo al servicio de la superstición? ¿Cómo confiar en sujeto con semejante moral?
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¿Qué moral puede adornar a un socialista que se encuentra al servicio de la Asociación de Propagandistas Católicos, es decir, una superstición anacrónica, disparatada y delirante?
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Pues claro que no.
Lo que es anormal es el resentimiento y el odio que rezumas por todos los poros contra la humanidad entera, Albéniz. Si tan por encima de todos te consideras, ¿por qué coño desde hace años no tienes trabajo, ni oficio, ni beneficio?