Que IU-CM sea como IU-CM

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Hugo Martínez Abarca *

Hugo-Martínez-AbarcaNo hay casi ninguna cita con urnas en las que sólo se vote lo que se vota. En España se proclamó por última vez una república por el resultado de unas municipales en las grandes ciudades y este mismo año la estabilidad electoral del bipartidismo quedó hecha añicos en las elecciones europeas de mayo. Las primarias de IU-CM de ayer tampoco elegían sólo unos candidatos electorales: de hecho el mejor de los escenarios posibles, el de la aplicación de la política aprobada reiteradamente en IU, es el de la confluencia electoral en plataformas de unidad popular (los Ganemos, para entendernos) que supondrían el proceso que se acuerde de elaboración de candidaturas. No sabemos si ayer se votó la cabeza de futuras candidaturas electorales, ojalá no (serían muy buenas, pero serían mucho mejores como fruto de un proceso de confluencia más amplio), pero sabemos que se votó mucho más. Algo que altera el ecosistema del saqueo que llevamos padeciendo en Madrid desde hace demasiados años, algo que trasciende con mucho a IU-CM y a IU.

Desde hace muchísimo tiempo Izquierda Unida-Comunidad de Madrid ha sido un peculiar microcosmos político difícil de ser comprendido. Algo que queda muy simplificado tras las primarias en las que se han enfrentado dos culturas políticas claramente diferenciadas. Ello se concreta en al menos tres aspectos que son centrales para Izquierda Unida, para Madrid y para el país: tras la rotundidad del resultado de las primarias, tanto entre simpatizantes como entre afiliados, IU-CM se sitúa claramente en los tres, aunque haya una estruendosa disonancia entre lo que dice IU-CM a través de sus afiliados y lo que representa su dirección.

Uno muy claro es el del motor de la militancia política. Uno de los debates más insípidos recientes es el de la identidad, debate que en realidad esconde diferentes formas de entender la confluencia política de la que todo el mundo tiene que decirse partidario. Claramente ha habido dos discursos diferenciados: uno que basa la militancia en la identidad de organización (poner la salvaguarda de las siglas como conditio sine qua non de cualquier proceso por ambicioso que sea) y otro que antepone el cambio político y social aunque tiene claro que para él una organización como IU es un activo imprescindible, especialmente, por cierto, tras estas primarias. Esa supuesta dialéctica queda desterrada al hablar la militancia pues IU-CM ha apostado claramente por esta segunda opción. Desde ayer, defender la identidad de IU-CM no es otra cosa que volcarse en una confluencia que cambie Madrid. La apuesta por Ganemos es nítida y toca redoblarla y extenderla por toda la Comunidad. Tras las primarias quedan pocos argumentos dentro y fuera de IU-CM para recelar de una confluencia popular imprescindible para desalojar a los saqueadores. Ha ganado la confluencia para el cambio.

Un segundo aspecto clave es la respuesta al saqueo en Cajamadrid-Bankia que se hizo con la colaboración de infiltrados (estos muy reales) del poder financiero en IU-CM. Justo antes de las primarias estalló el escándalo de las tarjetas black, una minucia al lado de los 22.000 millones de euros que nos ha costado el saqueo de Cajamadrid, pero que expone con máxima obscenidad la complicidad con una oligarquía neoliberal, ladrillera y ladrona. IU-CM saldó el caso con una petición de responsabilidades por un aspecto tangencial (responsabilidades que encima nunca se han llevado realmente a la práctica). IU-Federal subió al listón pidiendo los ceses en sus cargos institucionales y orgánicos de todos los coordinadores en tiempos de decisiones relevantes sobre Bankia. La dirección respondió con virulencia hasta llegar a un acuerdo que posponía la asunción de responsabilidades hasta que hubieran pasado las primarias, es decir, hasta hoy. Durante estas semanas hemos visto a los candidatos que han ganado las primarias reiterar con rotundidad que hay que cumplir lo que pidió IU-Federal mientras leíamos artículos de Ángel Pérez contra Alberto Garzón y contra todo aquel de IU que ose pedir responsabilidades por la mayor catástrofe que se ha cometido contra IU, además de contra nuestro pueblo. La contundencia del mensaje de las urnas también envía un recado a IU-Federal: que esas responsabilidades son las que exige también IU-CM, que no hay más injerencia que la de una dirección saliente que ha perdido la representatividad de la organización.

Una tercera y muy feliz consecuencia es la derrota de la política turbia y de las cabezas de caballo como forma de comunicación política. Algo que trasciende con mucho a IU-CM y que hemos visto en diversos medios de comunicación que han emprendido un acoso y derribo personal y familiar contra Tania Sánchez. Un acoso basado en mentiras torpes, manipulaciones groseras (como la confusión entre VPO pública y privada) y críticas irrisorias (ABC llegó a criticar en un titular luego rectificado “Tania Sánchez, tras votarse a sí misma…” como si eso fuera sorprendente). Mientras, se cambiaban las normas sobre la marcha (separando urnas de afiliados y simpatizantes en una decisión que pasará a la Historia de la Torpeza Política: por ese disparate hoy sabemos que la dirección saliente no representa en absoluto a la afiliación de IU-CM) se enfangaba la participación de los simpatizantes, acusados como sospechosos de infiltrados o de lo que fuera… Todo ello ha sido respondido con contundencia con una altísima participación de afiliados y simpatizantes. Una respuesta de dignidad ante una cultura política y mediática indecente. La militancia de IU-CM y su entorno de simpatizantes hizo valer la soberanía que va más allá de la retórica vacía para mantener una taifa: la soberanía de quien no se deja amedrentar ni enmerdar por quienes sólo defienden intereses propios.

Mientras escribo estas líneas, Eddy Sánchez ha presentado su dimisión como coordinador de IU-CM. Pese al ruido que ello genera, no es una decisión que suponga una gran sorpresa. Lo que está en discusión en IU-CM desde hace tiempo no es la figura del coordinador, que también, sino una dirección que gire el rumbo político para situarse a la altura de la Historia y renuncie a lastres políticos que la militancia ha demostrado tener más que superados. La salida de Eddy Sánchez sólo puede tener como sentido la constitución de una dirección que sí sea representativa de la militancia tal y como se ha expresado con su voto libre, igual y secreto. No puede haber más requiebros ni seguir esperando; la urgencia del momento histórico y la contundencia del resultado de las primarias imponen una suerte de refundación express de IU-CM que empezó ayer y no se puede dilatar muchas semanas.

(*) Hugo Martínez Abarca es miembro del Consejo Político Federal de Izquierda Unida y autor del blog Quien mucho abarca.

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