Wert o la música celestial de un tertuliano con impunidad

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Juan Carlos Monedero *

Se ha explicado en las asignaturas de Partidos Políticos que las listas cerradas y bloqueadas tienen la ventaja de ofertar unas siglas con responsabilidad histórica, con patrimonio moral, con fiabilidad institucional, algo que no tendrían las listas abiertas, donde cualquier advenedizo, que sólo pone en juego su nombre y apellidos –no el de un partido, ni siquiera de una asociación de electores-, puede incumplir promesas, defender intereses particulares o abandonar la política cuando le pete. (cosa que no hacen unas siglas, que responden a más gente, a un patrimonio común, a una responsabilidad compartida). Aunque eso era mucho antes de que los partidos se cartelizaran y entraran todos a participar de un conjunto de normas inevitables para poder formar parte del juego electoral. Total ¿qué problema hay con que los políticos hagan lo que está dictado por la “cotidianeidad”? Eso de que los políticos estaban hechos de la madera de los intereses colectivos es para una película de Frank Cappa, esas de final feliz y valores comunitarios. ¡Despierta, coño!

Mientras que los españoles y las españolas hemos visto reducir nuestro estatus económico, el de nuestros dirigentes no ha hecho sino subir. ¿O conocen a mucha gente de los aparatos de los partidos con responsabilidad de gobierno con problemas como los de los ciudadanos? Ni siquiera llevan a sus hijos a colegios públicos o hacen uso de la sanidad de todos. Así, para qué demonios se van a esforzar en mejorarlas… No es mi intención meter en el mismo saco a todos los políticos. Sólo a la mayoría. O más en concreto, a los que han hecho de la política su profesión. No quisiera ser injusto.

Valga este excurso para recordar las palabras de Wert diciendo que le vale una higa la política, que mañana se va y les dan a todos muy mucho por saco y que si él está ahí, de Ministro de esa fruslería que es la educación de un país, es sólo porque ya le aburrían las tertulias. "He dedicado el 60% de mi tiempo a deshacer prejuicios y falta de conocimiento". Gilipollas, que es que sois todos una cuerda de gilipollas. No como Margallo, que le cuentan, así como quien no quiere la cosa, que está Snowden en el avión de un Presidente y dice: me lo revisan, pero ya, que nos lo ha dicho el Gran Jefe Blanco que de indios sabe una barbaridad.

Lo mejor de cada casa. Valga para recordar que tenemos lo peor de las listas cerradas y nada de lo bueno de las abiertas. Aquí lo dejo, para que nadie se olvide de que esa sensación que tiene de estar en manos de trileros, de mediocres, de impunes y de sobrados no la tiene aisladamente en la soledad de su rabia.

(*) Juan Carlos Monedero es profesor titular de Ciencia Política y de la Administración en la UCM y director del Dpto. de Gobierno, Políticas Públicas y Ciudadanía en el Instituto Complutense de Estudios Internacionales. Su última obra publicada es Conversación entre Julio Anguita y Juan Carlos Monedero. A la izquierda de lo posible (Icaria, 2013).
1 Comment
  1. adiospongoportestigo says

    Estoy de acuerdo con lo que dice en buena parte, pero no se arregla con listas abiertas. Recuerdo que Bárcenas por ejemplo, fue senador, y el Senado son listas abiertas.

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