Amnesia
“Como todos los 11-M desde aquel 2004 seguimos sin saber quién estuvo detrás de un atentado que acabó con la vida de 192 personas con un único objetivo: cambiar la historia de España”. Carlos Cuesta, 11 de marzo de 2013 en El Mundo.
El editorial de El Mundo de ayer, 11 de marzo, se titulaba “La amnesia con el 11-M continúa 9 años después”. Y arrancaba así: “Al cumplirse el noveno aniversario del 11-M siguen abiertos muchos interrogantes sobre la masacre. Es posible que algunos nunca obtengan respuesta, pero es incomprensible que haya quien renuncie a investigar los hechos”. Mientras leía en un bar esta versión pedrojotesca de Expediente X (“la verdad está ahí fuera”), Pilar Manjón hablaba en Atocha: “Somos la imagen de la dignidad frente a las mentiras”.
¿Renunciar a investigar los hechos? Sería un asunto de enorme gravedad, pero resulta que sí se investigaron. Y se juzgaron. Se trata de un caso cerrado. Y la sentencia del juicio descarta en sus Hechos Probados la participación de ETA en los ataques. Han pasado nueve años del mayor atentado terrorista vivido en Europa, y algunos medios de comunicación siguen jugando con los ciudadanos y con las víctimas alimentando la vieja y sobada teoría de la conspiración. Una cruel forma de alargar el dolor, de prolongar la agonía, a cambio de vender unos pocos ejemplares más o conservar un puñado de oyentes.
“El 11-M no lo montaron cuatro moritos que vendían hachís en Lavapies”, me dijo hace 8 años un directivo de Telemadrid. “Yo sigo sin creerme que unos simples moritos hayan ideado y llevado a cabo los atentados del 11-M. A mi sigue sin cuadrarme...”, se podía leer ayer en Twitter. “Siguen abiertos muchos interrogantes sobre la masacre”, rezaba el editorial de El Mundo.
¿Y si esto fuese parte importante de la tan manoseada crisis de la prensa? Una crisis moral y profesional, que deberíamos añadir a la crisis de la publicidad, del papel, de las tecnologías... El Mundo habla de amnesia. Y sin quererlo, da en el clavo: los periodistas no deberíamos olvidar jamás el desprestigio que vivió la profesión esos días negros de 2004, consintiendo la creación y la supervivencia de la aberrante teoría conspirativa que aún mantienen algunos medios. Demasiados periodistas, asociaciones de prensa y medios de comunicación, miraron para otro lado entonces. Y demasiados periodistas, asociaciones de prensa y medios de comunicación siguen haciéndolo ahora, cuando El Mundo cierra su editorial con esta frase: “Solo una sociedad que no se respeta a sí misma puede caer en la amnesia colectiva y renunciar a esclarecer el brutal ataque de que fue objeto”.
Solo un periodismo que no se respeta a sí mismo puede caer en la amnesia colectiva y renunciar a esclarecer el brutal ataque de que fue objeto.
Lo de El Mundo con el 11M sí que es una insidia de verdad. Rajoy, a quien le gusta tanto esa palabra, debería tomar nota de cómo se usa de verdad.
El hacer sufrir a los familiares de las víctimas y a las víctimas supervivientes no significa nada si se obtiene beneficio económico con ello. El Mundo y sus voceros lo tienen claro.
Federico Jiménez Losantos en El Mundo de hoy: «Todo lo que se sabe del 11-M es falso y ha sido inventado por las cloacas del Estado»
He echado un vistazo por encima hoy a El Mundo y…no podía. Es nauseabundo. Lo que son capaces de hacer para vender!!!
Es de justicia reconocer que pese al ninguneo, desprecio y negación de apoyo a las víctimas y familiares del 11-M de la asociación 11-M Afectados del Terrorismo que preside Pilar Manjón por las instituciones oficiales, sin embargo María del Mar Blanco, Presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo ha acompañado a estas víctimas mientras los demás no lo han hecho. Se ven las cosas de otra manera ,cuando a tu hermano lo han asesinado los terroristas y no como lo ven los «conspiranoicos».
Algunas victimas del 11M con el apoyo del PP les ha ido muy bien y no han tenido esrupulos de aprovecharse hasta de la muerte del hermano