Hasta siempre, Hugo

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Cayo Lara*

En mi nombre y en el de toda IU queremos transmitir a la familia de Hugo Chávez y al pueblo venezolano nuestro dolor, pero también nuestro aliento solidario para que Venezuela y América Latina sigan progresando por la senda de la autoorganización de los oprimidos, la eliminación de la pobreza y de la injusticia que la figura de Chávez simboliza

La muerte de Hugo Chávez ha sido un duro golpe para la izquierda en todo el mundo. Con él se va un referente, un símbolo sin el cual no se entendería la América Latina actual. Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana han marcado el rumbo de un país y de más de medio continente. El Presidente Hugo Chávez se nos ha ido, es una gran pérdida humana y de una dimensión política extraordinaria; para Venezuela, para América Latina y para todos los pueblos del mundo que luchan contra la pobreza y hacen frente al imperialismo.

Su figura ha sido clave en el proceso de integración regional en América Latina, tal y como demostró con la creación y el impulso del ALBA y la CELAC. Pero su marcha nos deja un legado de un valor incalculable. La Venezuela de Chávez, igual que en el siglo XX la Cuba revolucionaria, ha servido de espejo en el que mirarse para otros países de su entorno. En Venezuela, gracias a sus políticas basadas en la justicia social y la socialización de la riqueza, el presidente Chávez consiguió transformar el país con una denodada lucha contra la pobreza y a favor del bienestar social. Uno de los sus mayores éxitos lo logró consiguiendo erradicar la lacra del analfabetismo.

En ‘Cien años de soledad’ quedó anotada la expresión, “la casa se estremeció como un terremoto de buena salud”. Si traducimos las palabras de García Márquez al efecto Chávez en América Latina podemos concluir que éste ha sido el motor del progreso social que se ha ido contagiando a otros países del continente como Ecuador, Bolivia, Brasil o Argentina, en donde la economía también ha sido puesta al servicio de los intereses de la mayoría de la población y no de unas pocas multinacionales. Los insultos y descalificaciones proferidos desde la derecha y desde la extrema derecha no han hecho sino encumbrar aún más su figura.

A pesar de haberse sometido a numerosos procesos electorales, las derechas y sus lacayos jamás le perdonaron que sus políticas dirigidas a satisfacer las necesidades de la mayoría social en Venezuela tuvieran un apoyo masivo por parte de su pueblo. Jamás pudieron asumir que esas mismas políticas irradiaran hacia otros países poniendo en cuestión el orden establecido. Un orden en el que algunos se enriquecían expoliando y explotando las riquezas de esos países.

Su lucha y su irreverencia le ocasionaron innumerables ataques originados en una mezcla de rencor ideológico junto a intereses económicos de diversa índole que sólo han provocado un apoyo y una adhesión mayor a su figura.

En el panorama internacional, Hugo Chávez ha demostrado al mundo que se puede, y se debe, seguir luchando contra el imperialismo. Aún recuerdo con una sonrisa sus palabras en la sede de la ONU en Nueva York en 2006 cuando aludía al ‘olor a azufre’ que había dejado el presidente norteamericano, George W. Bush, comparándolo con el diablo o cuando se refería a éste como ‘Mr. Danger’ en su programa Aló Presidente.

En un discurso pronunciado en 1821, al calor de las luchas de emancipación americanas, Simón Bolívar afirmó lo siguiente: “Yo quiero ser ciudadano, para ser libre y para que todos lo sean”. Hugo Chávez supo ser también ese ciudadano que consiguió, nada menos, que sus compatriotas adquirieran esa plena condición de ciudadanos que las viejas oligarquías siempre les habían negado.

Con vistas al futuro, desde Izquierda Unida queremos expresar nuestros deseos de que en el proceso electoral próximo el pueblo venezolano respalde plenamente su legado vigente, para lo que nos ponemos a la entera disposición del Partido Socialista Unificado de Venezuela a fin de acompañarlo y que su sucesor tenga un magnífico resultado que le permita seguir y profundizar en la senda del socialismo del siglo XXI.

Con Hugo Chávez se va un hombre de una talla extraordinaria. Un luchador nato que supo hacer frente a sus enemigos y que plantó cara a las dificultades hasta los últimos instantes de su vida. La batalla ha sido larga pero, al final, ni la esforzada entrega de los médicos cubanos ni el valor y la entereza consciente de Hugo Chávez han podido con una grave enfermedad que, poco a poco, le fue minando. No obstante, esta es una última lección de Chávez: las batallas se ganan o se pierden, pero siempre se dan. Al pueblo venezolano le corresponde la tarea de mantener encendida la llama de la esperanza para los pueblos.

(*) Cayo Lara es coordinador federal de Izquierda Unida.
1 Comment
  1. Lucio de Ciano says

    Con el número atómico 81 en la Tabla Periódica figura el TALIO, que es un metal soluble en agua, incoloro, inodoro e insípido, capaz de ser colocado en los alimentos de la víctima sin ser detectado. Siempre produce un carcinoma en la región ventral que invariablemente hace metástasis en los pulmones, por lo cual la víctima luego muere de un embolismo pulmonar. Exactamente la misma sintomatología que presentó Hugo Chávez, y que también han presentado algunos de los militantes islámicos que han sido liberados de Guantánamo. Es tan mortalmente eficaz el Talio que no hay quimioterapia, radioterapia o cirugía que pueda curar ese carcinoma. El más famoso caso de cáncer pulmonar provocado con Talio es el de Jack Ruby, quien murió en prisión pocos años después de matar a Lee Harvey Oswald, que fue uno de los que disparon contra el presidente John Kennedy.

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