Filtraciones
Dice Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España desde el pasado mes de diciembre y político desde 1981, que no ha hecho una filtración a la prensa en su vida. Y lo dice en público, delante de periodistas y cámaras de televisión. Mariano Rajoy miente como un bellaco. Ya sé que esto no es novedad, pero en esta ocasión resulta llamativo el descaro. El ciudadano podría pensar que para un político mentir es algo tan habitual como fumarse un puro por las calles de Nueva York. Y cuando pasa esto, la verdad es que entran unas ganas de rodear el Congreso…
La filtración es el lenguaje habitual entre políticos y periodistas. La moneda que utilizan para pagar servicios prestados, para consolidar relaciones, para animar las sobremesas y los SMS. Le diré más: la inmensa mayoría de las exclusivas que usted ha leído últimamente en las páginas de información nacional de los periódicos no son producto de la investigación periodística, sino de la filtración política. Ese líder de la oposición que quiere debilitar al Gobierno, ese alcalde que pretende ganarse la amistad de un diario local, ese diputado que intenta medrar en la estructura de su propio partido. Cuando un político tiene alguna “información” que filtrar, nunca le falta un periodista dispuesto a escuchar y publicar.
Rajoy y los suyos han filtrado decenas, cientos de informaciones. Políticos y periodistas, uña y carne. Éste quizá sea uno de los grandes males de una sociedad, la nuestra, que admite sin inmutarse que su presidente del Gobierno diga en público una memez como ésta: “Caben dos posibilidades, que esa agencia tenga razón y mejor información que yo, lo cual es muy posible, o que no sea así, lo cual... pues a lo mejor también es posible o no, qué más da”. En directo, los periodistas rieron de manera incomprensible el chascarrillo. ¿Presidente de un país con 4.705.279 parados o monologuista de “El club de la comedia”?
En diferido las reacciones fueron inmediatas. Los tertulianos afines al presidente alabaron su verborrea: “Rajoy en estado puro”, “vuelve el mejor Rajoy”, “una gran carga de ironía”. Los tertulianos supuestamente críticos toleraron sus gracias: “Es gallego…”. Quizá todos estén esperando una filtración, esa exclusiva que relance sus patéticas carreras periodísticas.
Quizás algún día, en un futuro lejano, se caiga en la cuenta de que gran parte de los problemas de este país en este S. XXI se debieron al periodismo putrefacto que nos ha tocado vivir. Lástima que los periodistas de hoy no caigan en la cuenta de ello, aunque, ¡qué más da el mal conjunto si yo obtengo beneficios con él! No tenemos remedio…
Se puede decir menos con tantas palabras señor presidente. Ni sí ni no ni todo lo contrario ni qué sé yo
Parafraseando a Rajoy, hay dos posibilidades: que haya hecho estas declaraciones de chufla porque no se da cuenta de la relevancia del puesto que ocupa, o que las haya hecho justo porque es totalmente consciente del sillón donde se sienta. No sé cuál de las dos opciones me da más miedo; no sé si temer a un estúpido poderoso, o a un poderoso malvado que se cree por encima del bien y del mal. Lo que sé es que es para tener miedo, eso está claro.
Estoy contigo qq, este señor da mucho miedo…
Lo que pasa es que Rajoy no habla castellano, si no una variable del vietnamita que suena muy parecido. Por eso la gente cree que miente, pero en realidad lo que pasa es que habla otro idioma. El vietnamita-politico-neoliberal. De ahi la confusion.
Y de que nos extrañamos, al final la política es como la vida misma, ¿o no es así como funciona el mundo en cualquier parcela donde observemos?
«Amiguismo», que decía el excelente articulo de The Guardian que puso ayer Pepa en el Desco….. El motor que mueve nuestro pais….
Por cierto, Boss, que si quieres relanzar tu carrera periodistica o tienes algún colega interesado, mi db (marca registrada) se alquila por un precio a convenir… de amigo, por supuesto… XDDDDD
Muy bien, Albeniz. Sólo que hay periodistas que ni son palanganeros del poder ni tertulianos pro psoe.