En mi pueblo, algunos han comenzado a fumar en los bares. En Talavera de la Reina ya hay varios garitos donde los propietarios advierten a los clientes de que pueden echar un pitillo sin problemas. Y en el Telediario hablan de un restaurante que, al haber sido construido sin paredes, permite a los comensales encender un puro. “Echar unas caladas entre plato y plato es una maravilla”, dice un cliente de este último local. Incluso Bebe, la cantante de carácter irascible y voz de comadreja, fuma como una carretera en el garito donde tuvo lugar su polémica rueda de prensa.
El restaurante libertino está, no podía ser de otra manera, en Cádiz, y se llama La calle del Libre Albedrío. ¡Qué salero! El ingenioso nombre que se merece un proyecto hostelero francamente innovador y brillante. Si el local no se derrumba, porque el arquitecto haya sacrificado algún muro de carga en busca de refrescantes corrientes de aire, tienen el éxito asegurado: los clientes no morirán en el acto, aplastados por los cascotes de las cinco plantas del edifico. La palmarán lentamente, de cáncer de pulmón o garganta. Durante esa agonía podrán tomarse montones de copas y dejarse un dineral en Libre Albedrío.
El nuestro es un país puñetero. Somos muy individualistas y poco solidarios. ¿Que hay gente que puede padecer enfermedades provocadas por los cigarros que fumo yo? Que se jodan. ¿Que yo recibo tres millones de euros en subvenciones de la Unión Europea y los trabajadores del campo las pasan putas? Que les den. El pasado domingo Jordi Évole entrevistó a un grande de España. No podía ser de otra forma: grande en individualismo, insolidaridad y soberbia. Cayetano de Alba mordió el anzuelo, aceptó la invitación de “Salvados” (La Sexta), y quedó como un perfecto necio feudal en un programa que se está volviendo imprescindible. El hijo de la Duquesa se mostró en contra de las ayudas a los agricultores (PER), aseguró que en Andalucía no hay mentalidad de trabajo y que sus jóvenes no quieren progresar, nos recordó que en el mundo del deporte lo ha sido todo y dijo que le hubiera gustado vivir en el Medievo: “en lugar de tener 32 demandas sacaría mi espada y, o tú o yo”. A su libre albedrío.
El Cayetano artúrico nos hubiera proporcionado muchas satisfacciones. Como Conde de Salvatierra sin duda hubiera retado a duelo a otro noble, el Conde Lequio, en un intento por restituir el honor perdido en una legendaria portada de Interviú. Recuerden que Mar Flores, entonces novia del señorito andaluz, se encamó con el pintamonas italiano para vergüenza y humillación de 500 años de linaje de la Casa de Alba.
¡Pobre Cayetano: le sacas de la portada del Hola y se queda en nada! “Al final, todos somos iguales”, dijo a Évole en un intento por parecer campechano. Pero, solo al final, cuidado. Consciente el noble de la mala imagen que transmite, se despidió en plan Corleone: “Espero que hagas buen uso de esta entrevista. Si no, me decepcionarías”.
En Madrid, que se supone (sólo se supone) que es uno de los sitios más ‘avanzados’ de España, estoy viendo cada vez más cómo los bares cierran sus terrazas de verano con pérgolas de plástico, con tres paredes (la cuarta es la fachada del bar) y un techo, y permiten fumar en esas zonas, lo que está prohibido por la ley, ya que para que se pueda fumar en una terraza, esta debe tener al menos dos paredes abiertas, y no es el caso. Cada vez más gente se está saltando la Ley del Tabaco, que es uno de los pocos legados de Zapatero, y que, al menos en una cosa, nos convertía en un país civilizado. Hacerla respetar va a ser uno de los desafíos a los que enfrentará el nuevo gobierno. Si no es así, marcaremos un nuevo hito en la historia de involución, algo que ni siquiera lugares como Italia han conseguido, y que me convencerá definitivamente de que España no tiene arreglo, de que merecemos definitivamente todo lo malo que nos ha pasado, y lo que nos aguarde.
Aunque claro, cómo va a tener esto solución, si perviven personajes como el tal Cayetano, vestigios de todo lo opuesto a lo que simboliza un mínimo progreso. Por cierto, y al hilo de esto, una observación interesante: el grueso de las subvenciones agrícolas procedentes de la UE se lo están llevando los grandes terratenientes, aquí y en otros países. Instituciones como la Casa de Alba o la de Windsor son los mayores beneficiarios de estas ayudas. Gente como Cayetana Fitz-James Stuart, o Isabel II, reconocidos pobres de solemnidad, se están forrando aún más gracias a este dinero. ¿Cómo lo veis? Lo que digo: esto no tiene solución.
Saludos.
Madrid de lo mas avanzado? claro, claro…
Lo de voz de comadreja es decir tanto como que tu forma de escribir es de babosa??? Imagino que estamos en el mismo derecho. No?? En paz cerdo!!!
No se si había visto nunca semejante fanatismo antitabaco como para comparar al fumador, de un restaurante sin paredes, es decir, con una renovación de aire constante, con la casa de Alba y sus chanchullos.
¡Que le corten la cabeza!, dijo la Reina de Corazones.
Tienes razón. «Salvados» es completamente imprescindible.
lo ha sido todo en el deporte, jajajjajajajajjaja
No hay más que mirar su palmarés! El Nadal de la hípica, no te jode!
Señoritos mangosos, gomosos y facciosos, estirpe cavernaria de las desgracias y ruinas de los españoles, mala gente que camina y va infectando la tierra
Pues a mi Cayetano me da pena, la verdad. Tanto título, tanto patrimonio para que todo el mundo se ría de él y ni se de cuenta.
El PER no es una ayuda a los agrucultores, sino a los jornaleros. Son dos cosas distintas. Hay que conocer el campo para hablar y escribir de él
Por qué el restaurante libertino tenía que ser en Cádiz? Me lo puede explicar? No crea que todos los vecinos de esta ciudad estamos de acuerdo con ese nuevo bar ni nos saltamos las leyes a la torera
El libre albedrío no existe por más que nos ilusione tenerlo. Se puede demostrar por medio de la filosofía, física o psicología. La moral no necesita del libre albedrío, pues sigue siendo útil en el determinismo o el azar (indeterminismo). La discusión se debería centrar en cómo debemos vivir sin libre albedrío, cómo podemos ser felices sin libertad. Todo eso es lo que analizo en mi libro: «Cómo vivir feliz sin libre albedrío» que de momento podéis descargar gratuitamente en http://www.janbover.org.
El libro analiza todos los aspectos debatidos sobre el libre albedrío y más (con bastantes ideas propias). El libro está dividido en 5 apartados: un Estudio filosófico y un Estudio psicológico que analiza la imposibilidad del libre albedrío analizándolo desde todos los ángulos posibles, un Estudio moral que demuestra que la moralidad no tiene nada que ver con el libre albedrio, y un Estudio estadístico y Estudio práctico que analiza de qué modo podemos actuar sabiendo que no somos libres, y a pesar de todo ser felices.
Espero que os interese y, si fuera así, que me devolváis algún comentario al finalizarlo.
Jan Bover
http://www.janbover.org