Alternativas para las personas y no para los mercados
Francisco Jorquera Caselas*
Con la voz a estas alturas forzada, estoy pidiendo en los mítines que se vote con el corazón y con la razón, porque es importante medir la utilidad de nuestro voto. El BNG tiene la convicción de que somos el voto útil en Galicia y para Galicia, y también para reivindicar en el Congreso políticas de izquierdas. Un voto que sirve para romper el bipartidismo existente y para frenar la mayoría absoluta del PP.
Y cuando digo que somos útiles a Galicia es porque hemos constatado en nuestra actividad parlamentaria que cuando se habla de Galicia, cuando se debaten sus problemas es porque el BNG se encarga de llevarlos a la Cámara.
También somos el voto útil para trabajar por un cambio real de izquierdas. Partimos de la premisa de que las políticas tienen que estar al servicio de las personas y no de los mercados. Las medidas basadas en políticas de recortes que practican tanto el PSOE, en el Gobierno central, como el PP, en los gobiernos autonómicos, sólo están generando más paro y más crisis. Basta con remitirse a los datos de desempleo para constatarlo. Ninguna de las medidas de ajuste, ni las dos reformas laborales ni la reforma de las pensiones han tenido un efecto positivo en el mercado de trabajo, al contrario, las cifras de desempleo han batido todo tipo de récords.
El BNG apuesta por otro tipo de políticas que caminen en una dirección contraria a la practicada hasta ahora. Políticas que no pasan por planes de ajuste que sufren las mayorías sociales más desfavorecidas. Abogamos por una salida social a la crisis, por eso defendemos más Estado de Bienestar, el incremento de la inversión pública en capítulos como el de las infraestructuras o más gasto social, inversiones que no sólo refuerzan el raquítico Estado de Bienestar existente sino que serían fuentes generadoras de empleo. Piénsese en la Ley de Dependencia si se desarrollase en su integridad, produciría muchos puestos de trabajo.
Sin embargo, el camino elegido tanto por el PP como por el PSOE ha sido el inverso, y a la luz de los hechos, está claro que se está aprovechando la crisis para convertir la sanidad, la educación, las pensiones y los servicios sociales en una oportunidad de negocio para el sector privado.
Hemos visto como la banca privada ha recibido más de 120.000 millones de euros en ayudas públicas que no han servido para facilitar el crédito a pequeñas empresas, autónomos y emprendedores. Por eso proponemos convertir el ICO en una banca pública que restituya el flujo de crédito a los autónomos, pequeños y medianos empresarios y emprendedores porque está claro que la banca privada se ha negado a cumplir ese cometido.
También consideramos imprescindible que se demande ante la UE una mayor capacidad de producción para sectores básicos, caso de lo que sucede en la economía gallega con la pesca, el sector lácteo, el conservero, el naval. Además de riqueza económica crearía más puestos de trabajo, pero es preciso que se superen las limitaciones impuestas por Bruselas.
Nuestras propuestas se acompañan de medidas para incrementar los ingresos, no son fantasías irrealizables. Por eso apostamos por una reforma fiscal de arriba abajo que grave más a las rentas más altas, porque se combata firmemente el fraude fiscal, uno de los mayores de Europa, y se ahorre en gasto superfluo: reducción del gasto militar, eliminación de las diputaciones provinciales, supresión de ministerios y reducción de la estructura administrativa estatal periférica.
Este tipo de medidas son las que explicamos a los ciudadanos en nuestra campaña, caracterizada por la cercanía, por ser propositiva y explicativa. Ahora en la recta final, esperamos que el 20N tenga sus frutos.
Coincido contigo y lamento no poder votar en Galicia. ¡Suerte y buena cosecha, Paco!