La lista

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Ignacio Echevarría *

Una vez más, la prensa cultural ha respondido obedientemente al reclamo de una iniciativa comercial y no sólo ha dado cabida en sus páginas, sino que la ha amplificado absurdamente, tratándola como si de un verdadero acontecimiento se tratase, una burda operación de márketing, destinada a insuflar un poco de aire a una revista –Granta– cuyo prestigio e influencia, en el ámbito anglosajón, han menguado sensiblemente en la última década, y cuyos intentos de implantación en España se han saldado hasta el momento con un discreto fracaso.

Produce bochorno el sólo hecho de dar cuenta de la mecánica tan rudimentaria con que se ha procedido.

¿Cómo hacerse notar en un país como España, culturalmente anestesiado? ¿Cómo capitalizar, por otra parte, el empuje de varias promociones de narradores latinoamericanos que vienen beneficiándose de la atención creciente que les presta, y de la cabida que les concede, una industria editorial muy centralizada en España pero urgentemente necesitada de abastecimientos, que por otro lado fía su supervivencia a una mayor circulación de sus productos en el ámbito potencialmente rentable de una lengua que comparten más de cuatrocientos millones de hablantes en muchos países?

Nada más sencillo: ¡pergeñar una lista! Y, para hacerla más atractiva, pergeñarla con el mayor y más anunciado de los secretismos, imponiendo severas cláusulas de silencio a todos los implicados, dando la impresión de que se trata de algo muy trascendente cuyo desvelamiento, eso sí, se anuncia a bombo y platillo, desde la confianza de que en todo este tiempo la gente del milieu ha hecho todo tipo de cábalas sobre el contenido de la lista y arde en deseos de conocerla.

Hasta aquí, una estrategia de márketing que lo mismo podría haberse empleado para un producto farmacéutico, la fórmula limpiadora de un nuevo detergente o una campaña municipal.

¿Tiene la prensa cultural que hacerse eco de estas iniciativas?

Pero atención a cómo se desarrollan las cosas.

Primera extrañeza: el jurado. De sus seis miembros, tres son de origen anglosajón, lo cual ya entraña una tendenciosa perspectiva anglocéntrica. Ninguno está caracterizado como experto en literaturas hispánicas. De varios de ellos, cuesta imaginar cómo pueden haber sondeado las entrañas de un puzzle cultural compuesto por más de veinte países en los que se trataba de detectar voces emergentes, es decir, aún poco perfiladas, algo que reclama buen oído, un amplio conocimiento del terreno, de las tradiciones, de los tejidos literarios. Sólo Mercedes Monmany ejerce regularmente la crítica litraria, pero lo hace, ya desde hace muchos años, con atención preferente a las literaruras europeas. Edgardo Cozarinsky, argentino de origen judío-ruso, es más conocido como cineasta que como escritor, y ha vivido mucho años en París. Así y todo, ellos dos, los únicos miembros del jurado que pisan terreno propio, se han llevado el gato al agua, y de los 22 autores seleccionados, ocho son argentinos y siete españoles.

¿Qué ha pasado con los demás países? Es fácil explicárselo si se piensa que Isabel Hilton, de origen escocés, antaño corresponsal en Sudamérica, es sobre todo experta en... ¡historia y política chinas! Que Francisco Goldman, escritor estadounidense de madre guatemalteca, se ha mostrado siempre, como narrador y como cronista, mucho más atento a la realidad política que a la cultural, y sus conocimientos de primera mano se ciñen a Centroamérica, que sólo ha obtenido un representante en la lista, mejicano él (no hay ninguno cubano, ni salvadoreño, ni guatemalteco, ni nicaragüense, ni dominicano, ni costarricense, ni panameño, ni hondureño, ni portorriqueño, ni...). En cuanto a Valerie Miles y Aurelio Major... bueno, son los editores de la revista Granta en español, y ella directora de Duomo, editorial no demasiado señalada por la proyección (casi nula) que en ella tiene la narrativa latinoamericana.

¿Qué se podía esperar de un jurado así? ¿Una lista convincente y significativa? ¿Por qué concederle ninguna autoridad? ¿Y cómo los medios de prensa no empiezan cuestionándosela, antes de dar eco a sus decisiones?

En cuanto a las premisas conforme a las que se ha actuado y la metodología empleada, no ofrecen tampoco mayores garantías. Se trataba de seleccionar los 22 mejores narradores en lengua española menores de treinta y cinco años, es decir, nacidos a partir del año 1975. El primer argumento aportado por los impulsores de la lista para elegir este año es que en él tiene lugar la muerte de Franco, un dato elocuente de la perspectiva fuertemente peninsular que se superpone a la perspectiva anglocéntrica. Se dan otros argumentos para imponer esa fecha, pero mucho más vagos: "el preludio o los auges de las dictaduras de América del Sur y sus consecuentes exilios" (!), "el fin de la guerra de Vietnam" (!!)... Otros argumentos son elocuentes de las posiciones tanto ideológicas como geoculturales desde las que se ha procedido: el año de 1975, al parecer, "se inscribe en un periodo en que ya era manifiesto el oportunismo político de quienes aún veneraban la radiante dictadura cubana" (!); por ese mismo año, al parecer también, "comienza a examinarse la superstición del escritor sudamericano en París, y todos los jóvenes quieren publicar  en España, que ya había consolidado de nuevo, primero en Barcelona y tiempo después en Madrid, la industria editorial literaria de toda la lengua".

Como sea, la arbitraria imposición del techo de edad de los 35 años como criterio seleccionador movía a pensar que la lista resultante iba a dar a conocer a autores sobre todo jóvenes, en su mayor parte veinteañeros, ellos sí emergentes. Pero no, qué va: de los 22 autores elegidos, nada menos que seis han nacido el mismo año de 1975, cuatro en 1976 y 8 en 1977. Es decir, que la inmensa mayoría de los autores seleccionados tienen entre 33 y 35 años. Pues vaya. Si esta lista se hubiera confeccionado dentro de tres años, con el mismo límite de edad, no podrían haber figurado en ella 21 de los 22 seleccionados. El dato es de lo más significativo, sobre todo si se piensa cuántos, entre los mismos escritores seleccionados, por no hablar ya de los pertenecientes a promociones anteriores, se dieron a conocer cuando tenían bastante menos de treinta años.

¿La "joven" narrativa en lengua española está a punto de ser "vieja"? ¿No hay voces netamente nuevas? ¿No las hay por debajo de los 32, 31, 30 años? ¿No resulta sospechoso que la mayor parte de las voces nuevas detectadas ya tengan varios libros publicados, mayoritariamente en editoriales españolas, siendo España, además, el lugar donde viven buena parte de ellos, aunque sean de origen latinoamericano? ¿Por qué poner tanta insistencia en los adjetivos nuevo y joven si luego los resultados revelan que el peso de estos dos adjetivos, entre la mayoría de los autores finalmente seleccionados, es más que relativo?

En cuanto a la metodología empleada, lo impulsores de la iniciativa declaran: "Convocamos pública y privadamente a todos los narradores que nos recomendaron o descubrimos por los más diversos medios, desde la conversación o la llamada telefónica, hasta las bitácoras de internet y la prensa, y, por supuesto, los libros". Lo que, bien traducido, viene a decir que se concedió prioridad a los autores que ya disponen de cierta visibilidad, a los que tienen agentes literarios, a los que tienen buenos contactos y, por las razones que sean, se hallan introducidos en el circuitos más o menos internacionales de las recomendaciones.

¿Los resultados? Una lista de nombres en su mayor parte ya conocidos, algunos de ellos acaparadores de varios premios, la mayor parte de ellos con agentes literarios interesados en promoverlos en el ámbito anglosajón, practicantes de una literatura poco politizada y regida conforme los códigos internacionales de circulación literaria. Ah: y sólo cinco mujeres, ni siquiera una cuarta parte del total.

Es decir: más de lo mismo. Todo tendenciosamente organizado para que los editores ingleses y norteamericanos se ahorren un poco de trabajo.

Y eso sí: empaquetado y enlazado para que el periodismo cultural pique el anzuelo, acuda a la correspondiente rueda de prensa como abejas a la miel, y se entretenga un buen rato haciendo entrevistas, fotos de grupo y panorámicas de tarjeta postal.

De risa.

(*) Ignacio Echevarría es crítico literario, autor de Trayecto: un recorrido crítico por la reciente narrativa española, (Debate, 2005) y editor.
31 Comments
  1. apadil says

    Estoy completamente de acuerdo con las apreciaciones vertidas. En latinoamérica existen narradores de fuste, que realizan su trabajo en el más puro anonimato, la mayoría de las veces. Pienso en el venezolano Rodrigo Blanco, en gran parte de los narradores que gravitan en torno a la revista colombiana Gavia, en el cubano Menendez, en el chileno Alejandro Sambra, en fin. En otras palabras, más de lo mismo. Al final, todo viene a ser sólo una burda maniobra publicitaria, y de manipulación mediatica… Con razón la «celebre» Granta ya ha pasado sus mejores días. Menos mal.

  2. Palinuro says

    Totalmente de acuerdo con el autor. Desde lejos, me sorprendió el frenesí que despertó en los medios la lista de Granta, casi como si hubieran develado al próximo premio Nóbel. Patético y provinciano. Y claro, descubrieron el hilo negro: puros autores publicados en España. Para eso me hubiera quedado con las reseñas del Qué Leer.

  3. celine says

    Genial: al fin alguien dice las cosas claras.

  4. Chema says

    De acuerdo en varias cosas, pero no en todas. Eso de que tiene que haber un tanto por ciento de cada país, o un tanto por ciento de mujeres es demasiado políticamente correcto. La calidad literaria la da el manejo del idioma, no el sexo o la nacionalidad. Saludos

  5. AlkaMira says

    Cuando escuché lo de la lista de Granta y se leía por ahí que la lista contendría nombres no sólo consagrados sino también talentos emergentes, me gustó la cosa. Ahora que la veo, me pregunto qué pasó con escritores como Rodrigo Blanco Calderón, de Venezuela; Claudia Apablaza, de Chile; Salvador Luis y Javier Munguía, de Mexico; Juan Sebastián Cárdenas, Ricardo Abdahllah y Andrés Mauricio Muñoz, de Colombia. No son muy conocidos, es cierto, pero desde hace rato vienen mostrando que tienen con qué. Me parece que a los jurados les faltó dar una mirada un poco más detenida hacia los que vienen de abajo. En fin, eso no significa que la lista sea mala. Hay unos muy buenos ahí, como Samanta Schweblin o Carlos Yushimito del Valle y otros tantos. Será esperar la edición de la revista.

  6. Arturo Balmaceda says

    A ver, cómo que México está en Centroamérica… Primero, que el autor de esta nota visite wikipedia y consulte la sección Norteamérica y la sección Caribe, también. Claro que es sospechoso que entre los dos países con más hispanohablantes dle mundo (México y Estados Unidos en datos reales) sólo haya un autor. Lo peor no es eso, lo peor es que esa aparición, según este desinformado crítico, se debe a que la madre de un jurado es de origen guatemalteco (¿?).
    Claro que es un boom comercial, de eso se trataba. Lo que no entiendo es aquein dicen: «cayeron en la trampa los medios de comunicación, al hacere publicidad a esta revista» y luego escribes una columna para hacer lo mismo.
    En fin, con esa gente contradictoria mejor no tratar…

    ¿No es es este crítico el que traicionó a su amigo Bolaño publicando algo en contra de la voluntad del chileno? Sí, es él…

  7. Claudia says

    La lista está claramente dividida, no es tampoco cosa de ser tan injustos, porque la vida así es en muchos casos. La basurita que conocemos por un lado (Roncagliolo, Neuman, Hernández y uno o dos más), mucho rellenito medianero (Schweblin, Ortuño, Falco, Montes, Navarro, etc.) y escritores que son dignos por lo que he leído de ellos (Zambra, Olmos, Olaixarac, Hasbún, Labbé, Barba, Yushimito, etc.). Por estos últimos, por lo bajo diez, es que se justifica la empresa entera, según mi perspectiva de vista.

  8. Jota says

    Concuerdo con Claudia, aunque su redacciòn deja bastante que desear: En medio del basural que apuntala valientemente Echavarría es imposible que no haya tres o cuatro joyas (no diez como señala ella). Es necesario leer el número de Granta antes de seguir criticando.

  9. Rosales says

    ALKARMIRA d acuerdo contigo y los nombres k anotas. Granta no los inclye, pero si a otrossimilares, no publicados en Españ. Constituyen ami parecer lo mas curioso dl numero, me refiero a Yushimito de Perú, a Hasbún de Bolivia, a Ressia de Uruay, a coelho de argentian y al único pana colombiano

  10. JO! says

    Ignacio, sencillamente DESTRUYES a la organización GRANTA. ¿Qué opinión te merecen, empero, los escritores enlistados?

  11. loborojo says

    Amigo Echevarria, le doy un dato deportivo, en el ajedrez profesional el 28% de los jugadores son mujeres y entre los 100 primeros del ranking encontramos UNA SOLA (Judith Polgar), con su criterio este hecho debería ser urgentemente denunciado. Lo encuentro un poco mas tendente a la demagogia que Granta. No obstante lo leo. Un saludo.

  12. celine says

    ¿No es es este crítico el que traicionó a su amigo Bolaño publicando algo en contra de la voluntad del chileno? Sí, es él…

    Balmaceda: Ignacio Echevarría era el albacea de Bolaño, a petición de éste, hasta que la familia se lo sacudió, quedándose con los escritos que el chileno había confiado al crítico. Hay que informarse mejor para no confundirse de traidor..

  13. Salvador Luis says

    Estimado Ignacio,

    Le saluda Salvador Luis, director de la revista Los Noveles desde el año 2001, y autor aludido en uno de los comentarios que ha generado su artículo.

    Entiendo que las listas, todas las listas, tendrán siempre un margen de aceptación y otro de rechazo, y también que usted tenga una opinión crítica al respecto de la iniciativa de Granta en español, la cual es desde luego necesaria y debe ser escuchada, como todas las opiniones. Sin embargo, me gustaría darle mi opinión y hacer también ciertas precisiones que quizá nos ayuden a entender el esfuerzo de Granta.

    Llevo casi diez años publicando a autores emergentes en mi revista, donde además han participado 13 de los autores de la lista que fue difundida el 1 de octubre. Puedo decirle, porque lo sé, que varios de los finalistas no tienen agente (como yo tampoco lo tengo), y que, tanto en Latinoamérica como en España, casi todos los libros de los autores aludidos (salva dos o tres excepciones) no circulan de manera masiva. Elvira Navarro, por ejemplo, ha publicado con éxito en España, pero su obra no se difunde del mismo modo en Latinoamérica (a pesar de que ha sido parte de dos antologías en ese continente). Puedo afirmar que sería casi imposible encontrar “La ciudad feliz” en librerías de Bogotá, Montevideo, Lima, Santiago de Chile o Guayaquil. Pola Oloixarac, por otro lado, es un fenómeno muy reciente (no más de tres años) y su obra sólo circula en Argentina, España y Perú. A Patricio Pron, asimismo, lo leen poco en Buenos Aires (donde sus primeros libros pasaron casi desapercibidos), ya que Pron, y él mismo lo manifiesta, se hizo como autor en España. Podría seguir citando nombres, como el de Carlos Labbé, narrador que aunque publica en Periférica es a todas luces un autor conocido más por escritores que por otro tipo de lector. Su obra se divulga sutilmente en España y Chile.

    La lista de Granta incluye narradores como Pablo Gutiérrez (que ha publicado una novela poco conocida en La Fábrica) y Carlos Yushimito del Valle (autor de un libro de cuentos y una plaquette). Dudo mucho que antes de la selección de Granta el periodismo o las agencias literarias españolas supieran de ambos.

    Creo que es poco significativo, asimismo, que la lista incluya pocas mujeres. O que haya muchos autores de sexo masculino. Me parece que no es necesario provocar una batalla de géneros ni alimentar enfrentamientos que no existen. Estamos hablando de productos culturales (novelas y cuentos) y hasta donde tengo entendido el arte no se reparte “mitad y mitad”. Después de leer su artículo infiero que sólo podría haber una lista justa si esa lista incluyese 11 hombres y 11 mujeres. Ojalá yo haya entendido mal, pero de todos modos quisiera preguntarle, ¿cuántas autoras, de acuerdo con su apreciación, son necesarias para hacer de esta una lista representativa?

    Pienso que el género del escritor no debería ser un elemento en la evaluación crítica, sobre todo en un mundo en el que se ha reafirmado el derecho de todos los seres humanos, sin importar su género u origen. Sí estoy de acuerdo con usted en que quizá haya hecho falta un jurado más amplio, o al menos un perito literario de cada país en donde el castellano sea la lengua predominante, pero, en todo caso, quienes fomentaron y produjeron la lista son los miembros de Granta en español, y me parece que ellos tienen todo el derecho de elegir el jurado que les parezca conveniente sin que se ponga en discusión el origen o trayectoria de sus integrantes.

    Por experiencia propia puedo decirle que Granta buscó contactos con muchísimos autores. Y esto lo puedo manifestar públicamente porque fui una de las personas a las que acudieron para contactarse con escritores difíciles de ubicar. Me consta que Granta hizo una búsqueda seria, y que pidió a los propios narradores (sobre todo a aquellos que no tienen una editorial grande ni agentes respaldándolos) sus cuentos y novelas para que el jurado pudiese hacer una valoración con una muestra amplia. Estoy seguro que esa debió haber sido una tarea ardua de parte de Granta en español, y creo que sí se ve reflejada en la lista. Por otro lado, tenga usted en cuenta que la lista que se ha hecho pública es la de los 22 primeros, según el criterio del jurado, y que los autores y editoriales que enviaron libros a Granta fueron muchísimos.

    Mi intención con esta carta ha sido solamente aclarar un poco la gestación de esta lista, desde donde me tocó observarla. Concuerdo en que no existe el listado perfecto, pero me parece que deberíamos respetar un poco más la iniciativa de Granta. Al menos, desde mi punto de vista, han hecho un trabajo muy importante.

    Reciba un cordial saludo,

    Salvador Luis

  14. JO! says

    NADIE VA A HABLAR DE LOS TEXTOS??? IGNACIO ECHEVARRÍA; SI LO LEÍSTES, QUÉ DICES???

  15. lópez says

    Mucho ruido y pocas nueces en lo tocante a la obra de tanta (¿demasiada?) gente, quizás por eso IE sólo habla de la lista.
    En mi opinión solamente va a llegar a meta Patricio Pron, los demás, juegos florales.
    Balmaceda, no se ofenda, pero, al margen del innegable hecho geográfico, Mexico como idea está en Norteamérica únicamente para los mexicanos y para la Wikipedia.

  16. primero says

    Lo de López me parece ridículo. En la lista hay escritores más valiosos que Pron. Que no se (auto)promocionen como él es otro tema.

  17. JO! says

    López, ¿desde cuándo la literatura es una carrera de caballos?

  18. lópez says

    Encuentro normal que a alguien le parezca ridícula la opinión de otro, aunque quizás el verbo más idóneo y/o educado para expresarlo sea «parecer» y no «ser». Al señor Primero se le olvidó decir cuál es su preferencia, por cierto.

    JO, ojalá la literatura fuera una carrera de caballos, porque en ese caso habría cronómetros en lugar de críticos y editores y todo sería mucho más limpio de lo que aseguran los que forman parte de ese mundo.

  19. CMP says

    Ignacio,

    Me parece que das demasiada importancia a estas listas. A pesar de ellas, se sigue haciendo literatura, así como a pesar del Oscar el cine sigue existiendo.

    Deja que los seleccionados disfruten este momento…

  20. frear says

    No sé

  21. Pablo Lescano says

    Querido Ignacio:
    No sé si has visto que en las páginas de Granta en español Aurelio Major ha respondido al artículo que has escrito en El Cultural. ¿Darás tu opinión?

  22. Xavier says

    tío ¿estás quemado porque tú no apareces en la lista? de los argumentos raros que das el más jocoso es de que los nombres son de autores de entre 32 y 35 años ¡¡pues claro!!¿y eso es malo o invalida a los listados? Como si tienen 55, tal como está el panorama lo raro sería que hubiera uno sólo de 20 años, con lo que cuesta formarse, escribir, que te hagan caso en una editorial, y que además de ser publicado seas reconocido y ‘citable’ en no menos de 5 años de permanencia en las estanterías. Le sigue en tu maravilloso argumentario que la mitad de los citados procede de España y Argentina ¡¡hombre!!¿tú qué quieres, que toda la lista proceda del 100% de países que hablan español, Guinea incluida? en algún momento hay que poner un baremo, un limite, y citar a alguien y no citar a otros: Argentina y España son los países que más publican, luego esos autores vienen de allí, aunque quizá en el fondo de una celda castrista se halle el próximo Nobel del año 2030 pero aún no le conocemos por no haber sido publicado jamás ¿¿¿yyy??? Mira guapín, que tu foto parece la que enviaste al casting de ‘Aguila Roja’: no dudo que tengas aptitudes y criterio, pero deja lo que haces, clava los codos y ES-CRI-BE tu propia obra, publica etc. sólo así serás feliz. Ya que vas de ‘meticón’, te brindo un argumento: érase que se era un aspirante a AUTOR que trabajaba en un editorial…

  23. Xavier says

    Vaya, no sale Mª de la Pau Janer ¿será que ya no es joven?

  24. Lector Iracundo says

    Pues sí, es muy penosillo y pateticoide.

  25. JO! says

    En ArgentinA, EchevarríA se queja de los grandes grupos editoriales. Seguidamente, reivindica a autores como Pron (que sueña todas las noches con ser el próximo Bolaño pero que es un bluffcito: lo único bueno que tiene, hay que admitirlo, es un agente poderoso) y Fresán (irregular, irregular, irregular), autores que, wow, publican, dónde puede ser?, en, sorpresa!, grandes grupos editoriales! Lo siento, pero yo no capice niente.

  26. Juan García Perol says

    Me gustaría preguntarle a Ignacio Echevarría sobre las recientes opiniones vertidas contra él por Juan Francisco Ferré?

  27. lilian says

    Muy bueno el articulo, de todas maneras, ninguna persona que se interese seriamente por la Literatura se toma en serio movidas asi… la buena literatura se impone sola, el tiempo dirá, por ahora que disfruten su fama pasajera estos escritores, y el q sea bueno, quedará.
    Si bien me gustó el analisis realizado sobre los antecedentes de este dudoso jurado, tambien me hago eco de lo que le cuestiona JO! a Echeverria…. hay cosas q no se entienden!!!
    saludos a todos
    y a leer o escribir más alla de todo este aparataje q no tiene NADA q ver con el arte….

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