OPINIÓN
2 de mayo en la corte de Isabel Díaz Ayuso
- "Tras ocho horas de insultos, mentiras, ataques y confrontación leídos e improvisados y reiterados, Isabel Díaz Ayuso volvió a ser noticia en toda España por sus disparates"
- "Madrid no merece transitar este periodo tan duro bajo la ira de quien quiere aprovechar la catástrofe para dinamitar los puentes y la convivencia"
Hugo Martínez Abarca es diputado de Más Madrid en la Asamblea de Madrid
El pasado 29 de abril, tres días antes de nuestro 2 de mayo, la Comunidad de Madrid vivió un día especialmente triste que no se merecen los madrileños. Fue la primera comparecencia de nuestra presidenta desde que se suspendiera la actividad parlamentaria el 10 de marzo. Dada la gravedad de la situación era, de facto, un debate sobre el estado de la región. Pero Isabel Díaz Ayuso no quería debatir y aportar propuestas, esperanzas, al menos diagnósticos: quería salir del pleno siendo noticia nacional y lo consiguió.
Tras ocho horas de insultos, mentiras, ataques y confrontación leídos e improvisados y reiterados incluso cuando se le tendía la mano con la mejor ingenuidad, Isabel Díaz Ayuso volvió a ser noticia en toda España por sus disparates. En este caso fue Telepizza; pudo haber sido cualquiera de las docenas de barbaridades que llevaba preparadas para el pleno y las que se le fueron ocurriendo sobre la marcha. Al día siguiente fue Trending Topic en España la petición de dimisión de Ayuso antes incluso (no parece conveniente justo en medio de esta crisis) de que la pidamos ninguno de los partidos de la oposición.
Cuando Ayuso comunicó a su Consejo de Gobierno que Miguel Ángel Rodríguez iba a ser su jefe de Gabinete les hizo partícipes de una vuelta al aznarismo y al aguirrismo, al odio y la mentira regados, al menos en su época de esplendor, de corrupción en todos sus espacios de gobierno. Es probable que la corte de fanáticos de la que Isabel Díaz Ayuso se ha decidido rodear le haya dicho a la presidenta que el debate del 29 de abril salió fenomenal y que el objetivo está cumplido. La confrontación, una sociedad encabronada, usar las catástrofes para mentir, acusar y atacar… no es un daño colateral sino el objetivo principal del aznarismo cuando sucede (o provocan) una catástrofe en los últimos 20 años. Si ladran, presidenta, es señal de que Ayuso cabalga. “Bravo presidenta!!”, tuiteó Esperanza Aguirre a Ayuso el 30 de abril.
La Comunidad de Madrid es la tercera región del mundo que más está sufriendo la crisis sanitaria del coronavirus. Si las residencias madrileñas fueran un país serían el 8º país del mundo con más muertos, igualados con Irán y muy cerca de Alemania. Salvo que piensen que los internos de las residencias fueron a las manifestaciones del 8 de marzo, el gobierno de Isabel Díaz Ayuso miente a sabiendas al relacionar sistemáticamente la situación de Madrid con el 8M. Le da igual. El equipo del que se ha rodeado Ayuso es el mismo que enfangó el 11M (jornada que aprovecharon para blanquear dinero corrupto del partido) con mentiras y ataques porque pensó que así ganaría las elecciones y que eso era la prioridad en medio de la catástrofe. Es tristemente obvio que no han cambiado de modus operandi.
El gobierno de la Comunidad de Madrid ha cometido errores, como todos. Muchos de ellos comprensibles. Lo que no puede suceder es que se niegue a dar información sobre los dos primeros aviones anunciados para que no sepamos si alguien estafó a la Comunidad de Madrid decenas de millones de euros. Lo que no puede hacerse es decir que no se da información sobre compra de material acusando al gobierno de España de querer boicotear la compra de material sanitario para fastidiar a Madrid (lo cual en este contexto significa acusar de querer matar deliberadamente a gente por vivir en Madrid: esta monstruosidad la dejó caer Ayuso en la Asamblea de Madrid, por supuesto sin dato alguno que sostenga una acusación criminal tan extremadamente grave).
Frente a la caricatura que se ha instalado, estoy convencido de que el problema con Ayuso no es que sea tonta. El problema que tenemos con Ayuso los madrileños es su fanatismo. Un fanatismo alimentado por esa corte capitaneada por Miguel Ángel Rodríguez y Lasquetty (el consejero de Sanidad que fracasó en su intento de privatizar la Sanidad y que con Ayuso abre y cierra el grifo del gasto como consejero de Hacienda) y que recupera las recetas económicas, éticas y comunicativas de la época más oscura del aguirrismo cuando toda Europa es consciente del fracaso letal de aquel modelo. Ese fanatismo va de la mano de una creencia de estar en posesión de la verdad, refractario a todo diálogo y argumentación. La arrogancia con la que se dirige a cualquier otro desde esa posesión de la verdad ayuda, ciertamente a la caricatura: para endiosarse sin hacer el ridículo hace falta ser Dios; y creánme que Ayuso no es tonta, pero tampoco es Dios.
Del debate del miércoles 29 de abril una frase me pareció la más relevante y la dijo César Zafra, portavoz del Grupo Ciudadanos, tras horas de insultos, ataques, mentiras y acusaciones: “Donde gobierne Ciudadanos no va a haber un gobierno de enfrentamiento”. Cabe recordar que Ayuso es presidenta de la Comunidad de Madrid dependiendo de Vox porque Ciudadanos decidió en el verano pasado (antes de su hundimiento electoral) que era preferible a un gobierno encabezado por Ángel Gabilondo que propusimos desde Más Madrid y que con el apoyo de Ciudadanos estaría garantizado y no dependería de que ningún partido ultra lo quisiera paralizar ni condicionar. “Y por experiencia les digo que los partidos políticos cuando no son útiles no se les vota”, dijo también el portavoz de Ciudadanos el miércoles en la Asamblea de Madrid.
Ayuso humilló a Ciudadanos nombrando a Miguel Ángel Rodríguez (que había hecho gravísimas acusaciones e insultos a Ignacio Aguado y Ángel Garrido) y en esta crisis ha vuelto a hacerlo al apartar al consejero de Políticas Sociales la competencia sobre residencias e insinuar su cese con el aplauso de Rocío Monasterio. Nadie va a parar al equipo de fanáticos que rodea a Isabel Díaz Ayuso porque están convencidos de la bondad de su cruzada de liberación.
Decía Antonio Machado que Madrid sonríe hasta "con plomo en las entrañas". Los madrileños, las madrileñas, lo hemos pasado muy mal, lo estamos pasando muy mal. Y esto no ha terminado. Es posible que haya rebrotes pero además es seguro que vamos a un ciclo económico y social muy duro tras tantas semanas de parón económico. Madrid no merece transitar este periodo tan duro bajo la ira de quien quiere aprovechar la catástrofe para dinamitar los puentes y la convivencia, para avivar el odio y el enfrentamiento cuando necesitamos todo lo contrario.
La calaña y catadura moral de tod@s est@s indeseables integrantes de la ultraderechuza » democrática….» española les viene desde la cuna .
Con respecto ala perturbada de la Ayuso ( perturbada menos para lo de robar a la caja pública) : todo lo más granado en corrupción » marca España» los tenemos atrincherados desde ni se sabe ya cuando en Madrid.Y no es precisamente por la situación geográfica de la ciudad.
Salud y próxima decencia.